Si hay un termómetro de las expectativas económicas en la Argentina es la cotización del dólar. El sube y baja en que se mueve muchas veces no tiene que ver con variables duras sino con lo que se proyecta y anticipa de los vaivenes de la actividad económica. Por naturaleza, el turismo y, sobre todo, el que trasciende las fronteras, es muy elástico: cae mucho más que el ingreso cuando la economía se contrae y generalmente ocurre cuando el tipo de cambio explota como parte de un ajuste general de la balanza de pagos de la manera más abrupta: por recesión. También comienza a fluir cuando se anticipa un rebote de la actividad y el dólar se abarata. No hay magia y la historia reciente rubrica cómo la clase media alta, sobre todo, reacciona anticipadamente a los ciclos.
En números
Una simple mirada a los flujos turísticos de la primera y la segunda parte de este 2024 nos muestra una realidad incontrastable. Mientras en nuestro verano ingresaban contingentes de visitantes, sobre todo de países cercanos, aprovechando la excelente relación precio-calidad que ofrecían los principales destinos turísticos
reciente estudio que realizó la consultora Invecq puso en evidencia esta particular contracara. En los primeros ocho meses del año (enero-agosto), los egresos por turismo totalizaron US$5.042 millones, pero mientras que en el primer trimestre se fueron, en promedio, US$480 millones por mes, desde abril dicho número saltó a US$720 millones; es decir, creció un 50%. Por su parte, los ingresos mostraron un comportamiento opuesto: los ingresos mensuales fueron US$240 millones en primer trimestre y US$195 millones en abril-agosto. Como resultado, la balanza turística acumula un rojo de US$3.345 millones en los primeros ocho meses de 2024.
Otra manera de verlo es por el flujo de turistas. Ingresaron al país 776 mil personas por mes el primer trimestre (23% más que el promedio de ese período de 2016-2023 -sin considerar 2020 y 2021 por pandemia); pero entre abril y agosto entraron 436 mil, (un 5,6% menos que la media de los últimos años). Por su parte, el turismo emisivo cayó durante casi todos los meses, pero la caída fue mucho más pronunciada en primer trimestre (-20%) que en abril-agosto (-8,5%). “Resulta evidente que hay una clara relación entre la balanza turística y el tipo de cambio. El dólar “turista” era un 30% más elevado en el primer trimestre que en abril-agosto y “punta a punta” (enero vs. agosto) la diferencia fue de 54%”, explica el informe.
Los destinos
Además de los destinos tradicionales y más demandados (Miami y Madrid, ambos también como puerta de entrada a Estados Unidos y Europa, respectivamente) los que más crecieron fueron Brasil y Chile, por cercanía y su carácter estival y, en el caso del país trasandino, por el efecto shopping.
“Santiago de Chile creció mucho durante este año principalmente por tres factores: primero, la cantidad de fines de semana combinados con feriados que hubo en el primer semestre ayudó a considerarlo como uno de los destinos más cercanos y económicos para planear unas minivacaciones; segundo, como escapada durante cualquier fin de semana normal asociado a compras y shopping y tercero, porque sus centros de esquí este año fueron muy competitivos respecto al costo de esquiar en nuestro país”, comenta Pablo Aperio, gerente general de Travel Services. Lo que más se demanda son estadías de tres noches, pero buscan aprovechar, extendiendo un día más (43% del total). Hay argentinos que pueden repetir su viaje hasta dos veces al año y, para comparar costos, un pasaje a otro destino de compras, como Miami para noviembre se conseguía desde US$720 mientras que a Santiago se vuela desde US$200. "Chile seguramente integre el top 5 de destinos internacionales de los argentinos en 2024. Hace 3 años que tenemos una oficina propia en Santiago de Chile, pero este es el primero en que se observa que viajaron el triple de argentinos respecto al año anterior", comenta Aperio.
Otro “cisne blanco” fue la irrupción de Franco Colapinto en la F1. "Por ahora, el efecto más notable lo sentimos en las consultas anticipadas que llegaron por la carrera que de San Pablo. Vemos potencial en Argentina para este tipo de eventos; no sólo para fanáticos de la Fórmula 1 sino también de parte de empresas que buscan organizar viajes de incentivos o de fidelización para sus clientes, proveedores y altos ejecutivos", explica el gerente de Travel Services.
Claro que Brasil excede en mucho la impronta “tuerca”. Las playas siguen siendo la marca indeleble del gran vecino. "Desde Despegar, observamos un creciente interés por viajar a Brasil este verano. Este fenómeno se evidencia en que, durante las últimas semanas, casi un 50% de las búsquedas para viajar fuera de la Argentina, fueron para este destino. Río de Janeiro, Florianópolis, San Pablo, Maceió y Recife son los preferidos", señala Alejandro Festa, Gerente de Hospedajes y Servicios Turísticos de Despegar. Por otra parte, las opciones de financiamiento en cuotas son un importante incentivo para quienes optan por reservar con anticipación. “Hace ya un mes que tenemos disponibles hasta 3 cuotas para paquetes y hoteles internacionales, y actualmente el 60% de las búsquedas con esa modalidad de pago están concentradas en Brasil para viajar en enero y febrero", completó el ejecutivo. Este verano habrá vuelos directos hacia Río de Janeiro, San Pablo, Florianópolis, Salvador, Porto Seguro, Maceió, Recife, Natal, Fortaleza, Porto Alegre y Curitiba.
Nuevas ventanas, una revancha por los meses de precios inaccesibles. Pero, como ocurrió otras veces, el dólar marca el ritmo de este mercado.
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