CUATRO ESTRELLAS Y 1/2
Un perro solitario, con poca habilidad para hacer amigos, compra un robot que, en muy poco tiempo, se convierte en el compañero del alma. Un accidente deja al robot, quieto y consciente, en una playa, y al perro desesperado: tiene que esperar meses para rescatarlo.
Lo que sucede a partir de allí es una serie de secuencias en las que ambos viven y aprenden, ambos enfrentan la pérdida y el duelo, ambos se recuerdan y se extrañan; ambos reconstruyen vidas.
El niño puede ver esta película dinámica, bella, llena de gags logrados y de música, tachonada de tristezas, como una aventura, preguntándose “¿se van a volver a encontrar?”. El adulto verá la historia de una relación que no funcionó, de un amor que quedó trunco, de una tristeza que sana y reconstruye.
Probablemente el adulto (las alusiones al romance, a la pareja, son constantes aunque no explícitas) se emocione mucho más que el niño. El final es bello, agridulce y musical. Sí, es una gran película.
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