Venezuela: la negociación que Maduro espera con Trump
El régimen chavista busca aliviar las sanciones. La detención de extranjeros, como el caso del argentino Nahuel Gallo, entra en juego clave.
La llegada de Donald Trump nuevamente al poder en Estados Unidos abre interrogantes sobre cómo abordará la política hacia Venezuela. En su etapa previa, la administración Trump se caracterizó por adoptar una postura intransigente contra el régimen de Nicolás Maduro. En la que iniciará el 20 de enero, figuras clave como el senador por Florida Marco Rubio, el congresista Mike Waltz y Mauricio Claver-Carone, todos con una línea dura en política exterior, impulsaron sanciones económicas severas como método para debilitar al líder chavista. Sin embargo, el regreso de Trump podría abrir la posibilidad de un enfoque diferente, basado en su preferencia por las negociaciones y los acuerdos.
Maduro, consciente de esta dinámica, ha adoptado una estrategia que combina la detención de extranjeros, incluidos varios ciudadanos estadounidenses, como herramienta de presión. En la misma línea se inscribe el caso del gendarme argentino Nahuel Gallo, detenido bajo cargos fraudulentos en Venezuela. La posibilidad de que su liberación sea parte de una negociación más amplia entre Caracas y Washington no puede descartarse, especialmente en un contexto donde Maduro busca aliviar las sanciones que han asfixiado la economía venezolana.
El intercambio que Maduro podría proponer a la administración Trump incluiría la aceptación de emigrantes retornados y la liberación de ciudadanos estadounidenses y otros extranjeros detenidos, a cambio de una flexibilización de las sanciones. Este escenario, aunque plausible, divide opiniones. Mientras algunos sectores empresariales estadounidenses, particularmente en la industria petrolera, presionan para reanudar actividades en Venezuela, otros, como la dirigente venezolana María Corina Machado, insisten en que la única vía efectiva es intensificar las sanciones.
En una reciente entrevista, Machado señaló que Trump debería revertir las licencias otorgadas durante la administración Biden que permiten a ciertas empresas operar en Venezuela. Y el futuro inmediato también plantea interrogantes sobre la posición de Trump respecto a China, uno de los principales aliados internacionales de Venezuela. El objetivo de expulsar la influencia china de la región podría alinear intereses entre Caracas y Washington en un eventual diálogo, aunque la desconfianza mutua persiste como un obstáculo significativo.
La periodista Luz Mely Reyes subrayó que la transición en la Casa Blanca marca un punto de inflexión para Venezuela, dejando en suspenso las acciones concretas que emprenderá la nueva administración republicana. Mientras tanto, la oposición liderada por Machado ha convocado movilizaciones en Venezuela, un recordatorio de que, aunque Maduro busque legitimidad internacional, enfrenta una presión interna que no puede ignorar.
En este contexto, la detención de Nahuel Gallo adquiere una relevancia simbólica y estratégica. El desenlace de su situación podría convertirse en un termómetro de las intenciones reales de ambas partes en un eventual proceso de negociación, que definirá el curso de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela en los próximos años.
También te puede interesar
-
La hipocresía europea con el gas ruso: condena pública pero dependencia privada
-
Cómo Maduro consolidó una dictadura sin maquillajes
-
El día en fotos
-
Los porqués detrás de los nuevos incendios en Los Ángeles
-
El día en fotos
-
El día en fotos
-
Diplomacia cautiva: los casos de Nahuel Gallo y Cecilia Sala
-
El día en fotos
-
Los protagonistas impensados del escenario internacional