Javier Milei (CEDOC)

Qué dicen las encuestas a un año de gobierno de Javier Milei

El presidente logró estabilidad económica, pero enfrenta críticas por déficits en seguridad, transparencia y política exterior.

El primer aniversario del gobierno de Javier Milei ofrece una oportunidad para evaluar un año que ha combinado medidas de alto impacto, turbulencias políticas y un manejo económico que, hasta el momento, ha logrado cierta estabilidad en la percepción pública. Pero, como en toda gestión, las luces verdes de aprobación económica contrastan con las alarmas encendidas en otras áreas clave.

La economía 

Desde el inicio de su mandato, la administración libertaria ha buscado imponer un cambio drástico en la política económica argentina. Este enfoque parece haber rendido frutos en la opinión pública: la aceptación del gobierno se ha mantenido entre el 42% y el 45% durante gran parte del año, con un repunte reciente al 47% según guarismos de la consultora Zuban Córdoba. Esta tendencia deja un mensaje claro: el respaldo ciudadano está directamente vinculado al control de la inflación y la percepción de estabilidad económica lograda por la gestión del ministro Luis "Toto" Caputo.

En contraste con sus predecesores, que en años electorales enfrentaban críticas sin un logro tangible que exhibir, Milei ha conseguido mantener bajas las expectativas inflacionarias, lo que le otorga un margen de maniobra política. Sin embargo, este es un terreno frágil, donde cualquier retroceso en la economía podría desencadenar una caída abrupta en su apoyo.

  • Percepción económica positiva: Más del 60% de los encuestados afirmó que tanto el nivel de ingresos como el nivel de vida han mejorado durante este año, consolidando la idea de que el éxito económico es el eje central de su legitimidad.
  • Expectativas frente a sacrificios: A pesar de las dificultades, un 43,9% de los argentinos confía en que los sacrificios económicos actuales valdrán la pena a largo plazo. Sin embargo, el 51,1% cree lo contrario, lo que pone de manifiesto un escepticismo que podría agravarse si no se logran resultados sostenibles.

La economía, no obstante, no es un terreno completamente ganado. El ajuste fiscal, necesario para las políticas de Milei, ha generado tensiones sociales y críticas hacia su impacto en sectores vulnerables.

Los desafíos 

Aunque la estabilidad económica ha sido un punto destacado, el balance del primer año revela déficits significativos en áreas como la seguridad, la transparencia gubernamental y la educación pública. Estas carencias, combinadas con un discurso político confrontativo, han generado tensiones tanto con sectores de la sociedad como en el ámbito internacional.

El gobierno también enfrenta el reto de traducir su ideología libertaria en políticas públicas que conecten con la mayoría de la población. Si bien su base más fiel respalda su enfoque disruptivo, la adopción masiva de su “frame” ideológico aún está lejos de materializarse. Esto se evidencia en temas como el trato a la prensa, el acceso limitado a información pública y errores en política exterior, que alimentan críticas hacia su gestión.

Educación, salud y seguridad

  • Un 56,3% de los encuestados cree que la educación pública ha empeorado, mientras que un 53,9% considera que la igualdad social también ha retrocedido.
  • Los recortes en áreas sensibles, percibidos como un “desfinanciamiento” de servicios esenciales, han alimentado la percepción de que el ajuste recae desproporcionadamente sobre los sectores más desfavorecidos

Transparencia y comunicación

  • El gobierno ha sido criticado por su manejo de la comunicación presidencial, percibida por el 48,7% como dirigida principalmente a “mercados y empresarios”, dejando fuera a gran parte de la población.
  • Además, el 71,9% de los consultados rechaza frases como “el cambio climático es un invento del socialismo”, reflejando un choque entre el discurso libertario y la percepción pública.

Narrativa 

La ideología libertaria que sustenta el gobierno de Milei no ha logrado una aceptación masiva. Aunque su figura sigue siendo central, con niveles de aprobación cercanos al 52,5%, muchas de sus propuestas estructurales enfrentan un rechazo contundente:

  • Privatizaciones: El 59,5% de los encuestados se opone a la privatización total de empresas estatales.
  • Derribo del Estado: Un aplastante 80,7% rechaza la idea de eliminar la existencia del Estado para dejar el control al mercado.
  • Reformas sociales: Iniciativas como derogar la Ley de Identidad de Género y el matrimonio igualitario tienen el respaldo de apenas el 9,1%, lo que muestra una resistencia generalizada a retrocesos en derechos adquiridos.

Este desbalance evidencia que, aunque Milei ha capitalizado el descontento con el sistema tradicional, sus propuestas no logran penetrar significativamente en la sociedad más allá de los logros económicos inmediatos.

Año electoral

A un año de su mandato, Argentina parece sumida en un estado de “esperar y ver”. La paciencia de los ciudadanos depende, en gran medida, de la continuidad de los resultados económicos. De cara a las elecciones legislativas de 2025, el oficialismo podría consolidarse si logra mantener la inflación controlada y capitalizar la fragmentación de la oposición.

Sin embargo, el desafío para el “mileísmo” radica en demostrar que su movimiento puede sostenerse más allá de la figura de Milei. ¿Es el voto libertario sinónimo de voto por Milei, o existe un potencial de expansión a través de liderazgos locales? Gobernadores y referentes provinciales del oficialismo tienen la tarea de consolidar un espacio político que no dependa exclusivamente del carisma del presidente. El panorama político de cara a las legislativas de 2025 presenta retos y oportunidades para el oficialismo y la oposición, donde la atención esta puesta en la figura de Cristina Kirchner como principal antagonista. 

  • Fortalezas del oficialismo: La fragmentación opositora, sumada a la percepción de un manejo económico estable, posiciona al gobierno con posibilidades de obtener buenos resultados en las próximas elecciones. Sin embargo, el desafío radica en transformar el apoyo a Milei en votos para su espacio político en los distintos distritos.
  • La oposición, en crisis: La encuesta evidencia que la oposición no ha logrado construir liderazgos claros ni una agenda unificada. Aunque podría beneficiarse del desgaste del oficialismo, su fragmentación actual reduce su capacidad de articular un contrapeso efectivo.

El primer año de Javier Milei ha sido una montaña rusa política, marcada por avances en economía y tropiezos en otras áreas de gobierno. El éxito de su administración dependerá de su capacidad para ampliar su agenda más allá de lo económico, atender los déficits estructurales y ofrecer un modelo político que genere consenso en lugar de polarización. En un país acostumbrado a ciclos vertiginosos, el 2025 será un punto de inflexión crucial para evaluar si el “mileísmo” puede consolidarse como un proyecto político duradero o si quedará relegado a ser una anécdota en la historia argentina.

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