Toto Caputo: por qué acepto ser ministro
Odia la exposición pública y en su anterior paso por la función pública dejó el cargo en medio de ataques de pánico.
El gran interrogante que rodea al flamante ministro de Economía es: ¿por qué aceptó volver a la función pública? Una primera lectura podría ser por la confianza que lo une con su sobrino, Santiago Caputo. El estratega de Milei que ganó mucho terreno en lo que va del año y que hoy integra el círculo de máximo confianza. El politólogo jura que fue él quien tuvo la idea original de acercar a su tío Luis, hace más de un año, y que Macri no tuvo nada que ver.
Algunos en el PRO suman otra lectura: que Milei contrató en aquel momento a la consultora económica de Luis "Toto" Caputo para asesorarlo en temas puntuales, y que la confianza entre ambos fue creciendo desde ahí, también con la presencia del futuro jefe de gabinete, Nicolás Posse.
En el entorno de "Toto" Caputo explican que él aceptó el desafío porque siente que tiene que aportar desde donde pueda para ayudar al país. Pero no hay nadie que lo conozca que no esté totalmente sorprendido por el nuevo cargo que ocupará a partir del 10 de diciembre. Es que el hombre sufrió como pocos -¿como nadie?- el ejercicio del poder en los años macristas. Venía de una larga trayectoria en el mundo de las finanzas, y su salto al gobierno en el 2015 fue una experiencia novedosa.
Stress
“Caputo se fue con ataques de pánico”, contó Miguel Ángel Pichetto, una frase que sólo él se animó a decir con el grabador prendido pero que se asemeja a lo que otros integrantes de aquel gabinete, incluso algunos que lo quieren, suelen contar sobre él. “Odiaba la exposición pública, la sufría muchísimo, no estaba acostumbrado. Eso hacía que, en vez de traer soluciones, cuando la cosa se ponía difícil perdía el control y se lo hacía perder a Mauricio, nos asustaba a todos”, cuenta alguien que fue ministro y que tiene estima por “Toto”.
De hecho, todavía flotan los escándalos que propiciaron su salida de aquel gobierno. Por un lado, los grandes fondos de inversión del planeta, como Templeton, perdieron millones y millones de dólares cuando apostaron a los bonos de Caputo en el 2018. En Estados Unidos aseguran que esa herida todavía no terminó de sangrar, y que es más que poco probable que los popes de Wall Street vuelvan a confiar en Caputo.
El otro escándalo, que fue uno de los grandes parteaguas en su relación con el FMI -a lo que se sumaban los chispazos constantes entre “Toto” y su entonces director para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner- es cuando convenció, cuentan en el PRO, a Mauricio Macri de asegurar en público que estaba negociando con el Fondo una ampliación del préstamo. Eso era algo que sencillamente no era verdad, y apenas los mercados lo descubrieron ocasionó una fuerte corrida bancaria.
Caputo dejó una pesadísima herencia luego de abandonar su cargo. De hecho, el que pensaba eso era el propio Milei. “Se fumó 15 mil millones de dólares de las reservas irresponsablemente y nos dejó este desastre de las Lelicqs”, decía el entonces economista mediático, apalancado por la estrecha relación que tenía con Federico Sturzennegger, que fue uno de los grandes rivales de “Toto” en aquella administración.
Caputo se llevó también 14 causas penales de la gestión, que las seguía el abogado Matías Cúneo Libarona, familiar del futuro ministro de Seguridad. Este tema, el de problemas en la Justicia, obsesiona a “Toto” y le preocupa bastante, amén de la relación entre sus hermanos y el grupo Revolución Federal que se está investigando. Este asunto preocupa muchísmo a su familia. Su mujer -que estuvo, como él, imputada en la causa por el dólar futuro- y sus seis hijos dicen estar “consternados” con la decisión del padre. Durante estas semanas le insistieron mucho para que no asumiera.
Desafío
Las incógnitas sobre el futuro son enormes. Por un lado, Caputo es un financista, que ahora pasará a manejar Economía, que involucra no sólo el mercado sino la economía real. ¿Sabe de eso? Esa pregunta da vueltas en la cabeza de muchos especialistas, incluso del PRO y de LLA: sin ir más lejos, la designación de “Toto” ocasionó la renuncia inmediata de Emilio Ocampo y de Carlos Rodríguez. “Caputo y Milei piensan que todo el problema de la economía son las Leliqs. Y no es tan así. Van a endeudarse para solucionar algo que no es tan grave como piensan. La solución va a ser peor que la enfermedad”, apunta un economista que fue parte del gobierno macrista.
A eso se le suman algunas dudas más prácticas. Es que la mayoría de carteras sensibles de Economía se mudarán a Infraestructura, el megaministerio que comandará Guillermo Ferraro. Los que conocen del paño están sorprendidos por esta decisión, que parecería originarse en lo poco que le interesa a Caputo nada que no sean las Lelicqs, las deudas y las finanzas. “Energía, por ejemplo, no puede estar en otra área, necesita una coordinación permanente con Economía, es un disparate”, apuntan. Y el otro interrogante: Milei promete meterse muchísimo en esta área. ¿Cómo convivirán el ministro y el Presidente?
Hay, sin embargo, una explicación más sobre la decisión de Caputo. “Siempre fue un aventurero, como buen timbero. Esta es una aventura más para él”, dice alguien que lo conoce bien. ¿Será así? ¿O simplemente, una revancha?
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