La bana de Cattelan. (Sothebys NY)

La polémica banana que se vendió por 6,2 millones de dólares

Es una obra del artista Mauricio Cattelan. La compró un empresario cripto de China. Cuáles son las instrucciones para exhibir la obra.

Ayer a la noche se subastó en la casa Sotheby´s de Nueva York la famosa banana pegada con cinta a la pared: costó 6 millones 200 mil dólares. Se trata de la obra “Comedian” (Cómico) del artista italiano Maurizio Cattelan (1960). Luego de una puja de alrededor de 7 minutos entre distintos coleccionistas de todo el mundo, la obra se la llevó el empresario cripto chino Justin Sun, de 34 años. “Esto no es sólo una obra de arte”, comentó Sun luego de finalizada la subasta, “sino que representa un fenómeno cultural, un puente entre los mundos del arte, los memes y la comunidad cripto”, escribió en una declaración distribuida por Sotheby’s. “Además, en los próximos días voy a comerme personalmente la banana, como parte de esta experiencia artística única, honrando así su lugar en la historia del arte y la cultura popular”, concluyó Sun. El coleccionista chino es conocido por tener ya en su colección obras de artistas europeos icónicos, como por ejemplo Pablo Picasso y Alberto Giacometti. Pero Sun también fue comprando también un gran número de obras NFT. El empresario es además conocido en el mundo por poseer potentes firmas online, como la plataforma de criptomonedas Tron.

Sobre “Comedian” (la banana de Cattelan), posee, sin dudas, un historial rotundo y veloz: se habían vendido 3 versiones suyas en 2019, en la feria Art Basel de Miami, por precios comprendidos entre los 108.000 y los 130.000 dólares. Al año siguiente (en 2020), la obra ingresó al museo Guggenheim de Nueva York, mediante la donación de quien prefiere aún permanecer en el anonimato.

Como en realidad “Comedian” es una obra de arte conceptual (es decir, su materialidad no es lo fundamental aquí, sino lo que la situación de una banana pegada a la pared vendida por una cifra millonaria nos indica), ahora Sun recibirá, junto a la fruta y la cinta adhesiva que la sostiene en la pared, un certificado de autenticidad de la obra y copias de una serie de instrucciones detallando cómo debe recrearse la pieza en China. Las instrucciones desglosan, por ejemplo, que la banana debe cambiarse y reponerse cada 7  días, que debe ser pegada a 1,60 metros de altura o que debe poseer una inclinación de 37 grados. Claro, no se trata de una banana (que es finita temporalmente), sino de generar una situación tal con esa banana, que merezca una consideración. Dice al respecto el propio artista: “Para mí, ‘Comedian’ no es una broma, sino un comentario sincero y una reflexión sobre lo que valoramos. En las ferias de arte reinan la rapidez y el negocio, así que yo podía vender una banana como otros venden sus cuadros. Podía jugar dentro del sistema, pero con mis propias reglas”, expresa en una cita recogida por Sotheby’s.

Algunos especialistas interpretan la obra de la banana como un acto “transgresor”, que se burla de quien puede gastar 6 millones de dólares tan sólo en una pieza de fruta. Y es así: Cattelan señala con su banana cómo el mundo económico -y el mercado de arte incluido en él-, realizan dentro de determinados contextos, actos que podrían ser leídos como ridículos. Con esta obra, Cattelan se ríe de sí mismo y del sistema del mercado del arte, y los coleccionistas y vendedores lo celebran.

 

Por Mercedes Pérez Bergliaffa



 

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