Están por abrir un segundo hotel, en San Pablo, Valle de Uco, Mendoza. Va a ser un mountain eco lodge. (Néstor Grassi.)

Ana Lovaglio “Me gusta ver siempre el vaso medio lleno”

Segunda generación en Susana Balbo Wines. Diseña estrategias de hospitalidad para SB Unique Stays, los restaurantes La Vida y Osadía de Crear.

Cuando terminó sus estudios en administración de empresas, marketing y finanzas, Ana Lovaglio arrancó una exitosa carrera en el ámbito privado. Hija de Susana Balbo, la primera enóloga del país, quien acaba de ser incluida en el Hall of Fame de la prestigiosa revista Decanter (un reconocimiento que comparte solo un argentino y muy poquitas mujeres), Ana no se imaginaba continuando el legado materno. Pero luego de 8 años, el negocio familiar la repatrió a Mendoza donde encontró su propio espacio para desarrollarse. No fue la enología, eso lo dejó para su hermano José. Hoy, además de manejar las áreas de marketing y comercial, Ana descubrió una nueva pasión en la hotelería con el desarrollo de Susana Balbo Unique Stays y la apertura de SB Winemaker’s House & Spa Suites

Noticias: ¿Tiene mucho en común con su mamá?

Ana Lovaglio: Yo soy requete pragmática, muy cuadrada y me gusta dividir a la gente de manera muy simplista: en las personas que tienen una vocación marcada - que yo siento que no la tuve - y las personas a las que les gusta hacer. Yo creo que a mi mamá le gusta hacer y yo aprendí de ella a hacer y nos gusta hacer bien, casi que no importa qué. Yo también soy muy de hacer, no soy de pensar dos veces las cosas, voy para adelante y hago. Somos muy detallistas como mi mamá y tenemos dos lemas que se contraponen un poco, pero para mí son muy importantes: por un lado ser muy obsesivas con el detalle y por otro lado, perfecto es sinónimo de imposible, entonces siempre se privilegia el hacer al no hacer, siempre se va hacia adelante pero con mucho amor al detalle. No conozco otra forma de hacer las cosas.

Noticias: ¿Cómo decidió desarrollar la parte gastronómica?

Lovaglio: En la gastronomía encontré una veta que nunca pensé que me iba a divertir y a gustar tanto, lo cual es irónico porque no es donde pongo toda mi energía, me gustaría pero le pongo solo un 10, 15% de mi tiempo porque dirijo la parte de marketing y la parte comercial de la bodega con todos sus mercados. Pero soy súper foodie, viajo y prefiero sentarme a comer en un lugar que valga la pena que comprarme pilchas o zapatos.

Noticias: ¿Cómo apareció la idea de tener un hotel?

Lovaglio: Surgió la oportunidad de comprar la propiedad, mi mamá que es una emprendedora serial y muy independiente pensó que podía ser un lugar de retiro de lujo, después dijimos mejor vamos por un coworking y finalmente nos decidimos por un hotel. Estábamos en medio de la pandemia, yo embarazada de mi tercera hija, un poco colapsada con la bodega, pero me gusta siempre ver el vaso medio lleno, si me preguntan hoy era el mejor momento para estar armando un hotel, probablemente conteste que no, pero si te quedás esperando el timing ideal no arrancás más.

Noticias: El hotel es una suerte de lugar propio dentro de la empresa familiar…

Lovaglio: Las nuevas generaciones traemos focos y energías diferentes, mi mamá estaba preocupada en montar una empresa, abrir mercados, en que funcione y nosotros trabajamos sobre una plataforma que ya funciona bien y con energía fresca para ir por más. Es muy complementario con lo que hacemos, hay mucha sinergia y en lo personal encuentro ahí mucho más mi identidad y eso fue un descubrimiento. Me da orgullo mirar para atrás, y decir esto es mío, es mi energía, es lo que a mí me divierte, es lo que yo empujé, no lo hice sola, tengo una plataforma enorme, con mucha ayuda y recursos, pero si yo no hubiera estado capaz que no se hacía. La gente me decía, “dónde te vas a meter, Ana” porque el desafío era hacer algo a la altura de los vinos que hace mi mamá, no podíamos entregar algo que no estuviera a su altura.

Noticias: ¿Pensó alguna vez en hacer su camino fuera de Susana Balbo?
Lovaglio: Sí, desde luego, de hecho empecé trabajando en otro lado. Uno quiere probarse a sí mismo, conseguir el primer trabajo, después cambiar a otro mejor y así seguir. 

Noticias: ¿Nunca pensó en estudiar enología?

Lovaglio: No. Quería una carrera que me permitiera tener muchas opciones. Estudié administración de empresas, marketing y finanzas. Cuando yo era bien jovencita le tenía muchos celos a la empresa familiar, era la causante de todas las ausencias de mi mamá, de los viajes largos, un montón de cosas. Hoy obviamente madura y más grande lo veo con una perspectiva totalmente distinta, nosotros le debemos todo a la empresa, nuestra educación, posibilidades, nivel de vida y el poder dar trabajo a tantas familias. 

Noticias: ¿Tiene miedo de repetir un poco la historia con sus hijos?

Lovaglio: Sí, no es fácil, pero tengo un contexto familiar muy distinto al de mi mamá que siempre fue cabeza de familia, mi papá falleció y cuando vivía estaba muy enfermo. Yo estoy casada hace 10 años, mi marido es súper presente y nos complementamos un montón. Tenemos buenos equipos, tengo libertad, hay momentos donde viajo mucho y los chicos quedan con el padre y otras poquitas veces al año que viajamos los dos al mismo tiempo, pero muchas veces nos vamos en familia. También pongo mis límites, y hay cosas familiares que no delego, me ha costado, pero estoy aprendiendo.

Noticias: ¿Cuánto tardó en reconciliarse con esa idea?

Lovaglio: Vine a estudiar a Buenos Aires, viví ocho años y en uno de mis trabajos crecí laboralmente muy rápido en muy poco tiempo. Ahí mi mamá se empezó a poner un poquito nerviosa, empezó a decirme que fuera a trabajar con ella, nunca me puso presión, siempre pudimos elegir la carrera que queríamos y tener nuestro nuestro espacio pero creo que ahí sintió que me podía perder. Me dijo “vení, vas a tener más libertad”, que es verdad, “vas a trabajar menos”, que no es verdad. 

Noticias: Y finalmente la convenció…

Lovaglio: Yo soy muy correcta, muy leal y me parecía injusto que si yo ya me estaba haciendo la idea de que tarde o temprano me iba a ir, que mi jefe pusiera tantas fichas en mí y me capacitara. Mi abuelo siempre decía que “lo que tenga que ser tarde que sea temprano” así que decidí renunciar. Cuando empecé a trabajar con mi madre en 2012, eso que empezó como un emprendimiento, como un juego, el proyecto de la nena que es la parte de turismo y gastronomía, mirando para atrás, no ha hecho más que crecer y hoy representa el 20% de la facturación de toda la empresa.

Noticias: ¿Cómo es trabajar con la familia?

Lovaglio: No es fácil, por momentos todo se mezcla, no sabes si estás hablando con tu jefa o con tu mamá, tenés que ser emocionalmente inteligente. Todos tenemos personalidades muy distintas, pero encontramos la manera de hacer que funcione. No soy de hacer mucha terapia pero he hecho distintas instancias de coaching y una de las cosas que me enseñaron es la aceptación como tema clave, hay una parte en donde vos podés influenciar y otra donde no podés hacer nada y lo tenés que aceptar. Eso hemos ido aprendiendo con los años, nos hemos entrenado, hicimos cursos de empresas familiares, hemos hablado con especialistas en el tema y hoy sinceramente creo que lo estamos haciendo bien, trabajamos en armonía, cada uno empujando su área a su ritmo. 

Noticias: ¿Pensó en seguir los pasos de su mamá en política?

Lovaglio: Ella dice que se metió en política para darnos espacio a nosotros que acabábamos de entrar a la empresa pero a mí no me interesa nada, mi mamá es lo opuesto, ella lee y sabe lo que está pasando en todos lados y cómo eso va a impactar en lo que hacemos. 

Noticias: ¡Y siguen los proyectos hoteleros!

Lovaglio: Sí, vamos a abrir un segundo hotel, en San Pablo, Valle de Uco. Va a ser un mountain eco lodge. Un lodge de montaña, ecológico y sustentable. Ya estamos plantando un viñedo de blancas - nosotros como bodega empujamos la revolución de los blancos, exportamos entre 30 y 40% de la producción de blancos que no es normal para una bodega argentina. 

Noticias: ¿Fue fácil convencer a su mamá?

Lovaglio: Mi mamá ha hecho todo con reinversión, no le gusta endeudarse, construyó todo muy a pulmón pero yo estudié finanzas, y sé que está bueno apalancarse para crecer. Soy de preguntar, compartir, hablar y aprendo de gente que sabe más. El dinero como tal es un commodity lo que no es un commodity son las ganas de trabajar, la identidad de los proyectos, tener una marca fuerte. 

Noticias: Este año cumplen 25 años..

Lovaglio: Sí, yo miro para atrás, veo lo que logró mi mamá sola y también con la ayuda de mi hermano y mía, y es un montón. Somos modernos dentro de los tradicionales y tradicionales dentro de los modernos, nos interesa el pasado y lo honramos pero nos interesa mucho más lo que va a venir, no somos una marca con añoranza por el pasado, todo lo contrario estamos siempre pensando en lo que viene. 

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