Thursday 10 de October, 2024

PERSONAJES | Hoy 10:16

Mercedes Wullich: “Tenemos que entrar a la zona de confort”

Forma parte del ranking Las Top 100 Mujeres Líderes y estuvo en Buenos Aires brindando un taller. Recorrido profesional y búsqueda.

Mercedes Wullich es mentora de directivas y CEOs, acompaña a mujeres en transiciones profesionales o en la consolidación de sus trayectorias. Algunos de sus hitos en la cuestión de género: creó el programa Aceleradora para impulsar la visibilidad y la reputación profesional; antes fundó Mujeresycia.com, un medio de comunicación con el foco puesto en mujeres con poder de decisión, y Las Top 100 Mujeres Líderes, un ranking anual para hacer visible el talento femenino en todos los ámbitos. También es periodista, madre de 5 hijos y abuela de 5, e hija y nieta de mujeres periodistas adelantadas a su época. Nació en Argentina, vive en España desde hace casi 25 años pero no se le pegó el acento ibérico, aunque ya no escribe utilizando el voseo.

   Repite que le encanta hablar de poder, porque es lo que se precisa para alcanzar metas y cuestiona que pocas veces las mujeres digan públicamente que quieren tenerlo, como si eso las hiciera ambiciosas, codiciosas, calculadoras. Para ella es clave: “Tener poder es hacernos visibles, ser referentes, abrir puertas y cambiar las reglas del juego”, resalta.

   Cuenta que el mayor piropo que recibió en su vida provino de su padre, oficial judicial y crítico de cine y teatro, que ante el reparo de su mujer respecto a que ella lo acompañara a los 11 años a ver una película de cine-debate prohibida para 13, respondió: “Mercedes ya tiene el criterio formado”. Todavía se le infla el pecho. El segundo gran halago fue de su hija mayor, cuando a los 12 o 13 años, leyó una nota que había publicado en La Nación y le preguntó: “Mamá, ¿cómo hacés para que las palabras parezcan música?”.

Mercedes Wullich: Esos dos piropazos los utilizo para destacar lo importante que es que alguien confíe en vos y vea lo que vos aún no sabés. Creo que es una herramienta potenciadora, impulsora de confianza. A mí me da mucha rabia hablar de la falta de autoestima de las mujeres, pero bueno, sabemos que es estadístico y entonces doy mucha importancia a quién confía en vos, quién ve en vos eso que todavía no descubriste, aquello en lo que sos una crack.

Noticias: Habla de que a los 45 años detectó verdaderamente sus talentos. ¿Qué provocó esa bisagra?

Wullich: Tuvo que ver con algún momento de reflexión a partir de algo que me había pasado, algún proyecto que había presentado, algo que de alguna manera no terminaba de cuadrar y que yo tenía que pasar en limpio. Y en ese momento fue como: “¿Por qué elijo esto? Elijo esto porque me siento segura, porque me siento sólida, me siento capacitada”. 

   En agosto pasó por Buenos Aires para impartir un taller de liderazgo y reconoce que volvió a España preocupada porque personas a las que conoce, de diferentes niveles culturales y sociales, le expresaron un nivel de complicación importante respecto a su proyección de vida. “Y en relación a lo que es el core de lo que hago, está a la vista que hay un retroceso. Y esto tiene que ver evidentemente con la ideología, aquello a lo que el gobierno actual está dando prioridad, no creo que sean las mujeres ni la igualdad ni la diversidad”, explica. 

Noticias: ¿Cuántas veces tuvo que repactar con usted misma el camino?

Wullich: Muchas veces. Nunca en mi vida hice otra cosa que no fuera lo que me gustaba y yo daba por hecho de que eso le pasaba a todo el mundo. Hasta que me di cuenta de que soy una privilegiada y empecé a organizar un poco ese mapa de cuál era el ecosistema que me había rodeado. Y el ecosistema que me rodeó es el ejemplo fuerte de mujeres que trabajaban y que se solventaban, un padre que me dio cosas importantes en el poco tiempo que pudimos compartir, porque murió a mis 14 años. Por otro lado, una pareja que, en el momento en que empezamos a tener hijos, me dijo: “Cómo hacemos para poder seguir trabajando los dos, gestionemos cómo tu vida puede seguir adelante de la misma manera que hasta ahora”. 

Noticias: Siempre aboga por salir de los lugares comunes. ¿Cuál es el lugar común que más detestas?

Wullich: Bueno, el más atroz: “No soy ni feminista ni machista”, o sea, sos un ignorante. Lo del “techo de cristal” es una imagen que sirve pero hay un momento en el que las palabras terminan gastándose y es necesario encontrar otra manera porque si no, el mensaje no llega. Y a mí lo que me importa es impactar con lo que digo para que provoque un cambio. A los 45, fue tomar conciencia de por qué a los 45, ¿por qué no a los 35, a los 30 o a los 25? Me di cuenta que bastaba con descubrir dos cosas en las que sos crack y no seguir cargando un montón de otras que lo que hacen es detenerte y que si aplicaras la consolidación de “esto soy yo”, no te definirían los demás, te definirías vos. Las mujeres podrían llegar mucho antes, por eso me puse lo de “aceleradora de mujeres”, porque todos aceleran startups y yo dije “acelero mujeres”.

Noticias: ¿Cuáles son las batallas que hay que dar hoy?

Wullich: Escribí un libro que se llama “Seis mujeres, seis voces. Otra mirada sobre la mujer y el poder” y me dio la conciencia absoluta de que el poder sirve para hacer y sin poder estás hablando de gastar pólvora en chimangos. Entonces por un lado hay que desmitificar el tema de la ambición y apostar por todo el poder posible para cambiar las cosas, no las tuyas solamente sino las de las mujeres en general, que para mí es un compromiso. La batalla es tener el poder para hacer. En cada paso de nuestras vidas a nivel cotidiano tenemos que identificarlo, dónde y de qué manera. Creo que todavía es bastante estratégico el saber cómo hacerlo. Yo trabajo mucho con las directivas diciéndoles que nadie defina quiénes son, que sepan por su propia boca, por su propio pensamiento. Es una batalla permanente, cotidiana y absolutamente necesaria, hoy igual que hace 100 años porque han cambiado las cosas, sí, pero no lo suficiente.

Noticias: Pero también aclara respecto al poder que nadie lo da, sino que hay que arrebatarlo.

Wullich: Claro, el poder no se da, se quita. Hay un camino mucho más arduo lleno de espinas y de mujeres que abandonan sus carreras y sus espacios y tal porque no saben cómo hacer y no soportan. Y ahí hay otro tema, que yo agregue en los últimos años, tal vez por mi edad, que es la salud física y mental. No hay nada que pague una batalla si el precio es tu salud física y mental. Ahí es donde aparecen las estrategias y el cómo lo estructurás, cómo lo planificas y cuál va a ser el camino para llegar a ese lugar donde vas a poder decidir y vas a poder abrir puertas y acercar sillas. 

Noticias: ¿Cómo se lleva con el concepto del patriarcado, dañino tanto para mujeres como para varones? 

Wullich: Prefiero hablar más del poder, del poder masculino y la forma de ser masculina, más que de patriarcado y matriarcado porque creo que son palabras estratégicas. Sé lo que es y lo estudio pero, a la hora de comunicar, hablemos del poder, hablemos de hombres y mujeres, hablemos de las diferencias y hablemos de aquello que debemos derruir y construir de nuevo. 

Noticias: ¿Cómo define al éxito?

Wullich: El éxito es ser feliz con lo que hago, poder transmitirlo y cambiar la vida de las personas con las que trabajo, ya sea a nivel corporativo o a nivel personal. Y estar sana dentro de lo posible. Y, además, por supuesto tener el dinero para pagar lo que necesito pagar y que eso no sea un problema. Por eso es importante la economía y las finanzas propias, que es otro de los gaps que todavía encuentro en las mujeres, el de saber cómo se va a gestionar el dinero para tener la vida que me merezco. De la misma manera que cómo multiplico las posibilidades de trabajar en una compañía que me merezca. Además preparar el plan B, porque el día en que cambien de valores, que se venda a un fondo de inversión o no tengas más el jefe o la jefa con la que compartías todo lo anterior, tenés un gran colchón que es el plan B para irte a otra compañía y para qué tengas poder de negociación. Porque no dependés de una sola opción. 

Noticias: Es asumir un desafío externo a partir de una coherencia interna.

Wullich: (interrumpe) No lo termine de decir, pero ¡entren de una buena vez en la zona de confort! Es exactamente eso, no quiero mujeres con la lengua afuera corriendo por la vida. ¡Lo de salir de la zona de confort tiene que haberlo inventado un hombre!

Noticias: Pensaba en esto de estar parada sobre los propios pies y lograr un bienestar, y en que usted usa zapatillas, lejos de la típica imagen de mujer corporativa sobre unos stilettos.

Wullich: ¡Ay, no, los detesto, es lo último que me pondría! Fui bajando, bajando, hasta que me di cuenta de que me siento cómoda con botas o con zapatillas. Creo que esas son libertades. El otro día le pregunté al chat GPT quién es Mercedes Wullich y después puse cómo es físicamente y respondió: “Tiene el pelo blanco y eso hace que se la identifique en los foros y debates”. Bueno, ok, algo gané, sobre todo yo lo hice para ganar libertad y tiempo, porque yo me teñía las raíces y después me hacía reflejos. Y el tema de los zapatos también, era una incomodidad. Son dos cosas de las que ya no me ocupo.

Galería de imágenes

En esta Nota

Valeria García Testa

Valeria García Testa

Periodista.

Comentarios