Han Kang (CEDOC)

De qué se trata "La vegetariana", la novela de Han Kang ganadora del Nobel

La autora coreana acaba de recibir la máxima distinción literaria. Una historia sobre la exploración perturbadora de la rebelión interior.

La vegetariana, la novela que otorgó reconocimiento internacional a la escritora surcoreana Han Kang, es una obra que destaca no solo por la singularidad de su argumento, sino por la intensidad y profundidad de los temas que aborda. Publicada por primera vez en 2007, y traducida al inglés casi una década después, la obra alcanzó una visibilidad global al ser galardonada con el Premio Booker Internacional en 2016. Esta novela, que regreso a las librerías en una nueva edición por Random House, es mucho más que una historia sobre la decisión de una mujer de dejar de comer carne; es una obra en la que el cuerpo, la mente y la sociedad se entrelazan en una lucha tan visceral como filosófica.

La trama gira en torno a Yeonghye, una mujer surcoreana aparentemente normal que vive una vida discreta y sumisa junto a su esposo. Él la describe como "perfectamente común", alguien que no tiene ni virtudes destacadas ni defectos especialmente notorios. Este retrato inicial de la protagonista refleja el cumplimiento de los roles tradicionales en la sociedad coreana, donde el papel de la mujer está fuertemente delimitado por expectativas patriarcales y una cultura ultracapitalista que demanda conformidad. Sin embargo, la vida de Yeonghye da un giro radical cuando, tras sufrir una serie de pesadillas brutales y sangrientas, toma la decisión de volverse vegetariana. Este acto aparentemente sencillo desencadena una cadena de eventos que sacuden su vida familiar y social, revelando las tensiones latentes entre su identidad individual y las imposiciones externas.

La decisión de Yeonghye de dejar de consumir carne es mucho más que un cambio dietético; es un primer paso en una transformación profunda que afecta tanto a su cuerpo como a su psique. El rechazo a la carne se convierte en un acto de resistencia silenciosa, un desafío no solo contra su esposo y su familia, sino contra la estructura de poder que define su existencia. En la novela, la carne y el consumo de esta se presentan como símbolos de la violencia y el control que la sociedad ejerce sobre el individuo, especialmente sobre las mujeres. El vegetarianismo, por lo tanto, no es una mera elección de vida saludable, sino una forma de rebelión contra un sistema que la oprime.

La novela está dividida en tres partes, cada una narrada desde el punto de vista de personajes diferentes, pero todos ellos orbitando en torno a Yeonghye. La primera parte está narrada por su esposo, un hombre egoísta y superficial que queda desconcertado y finalmente disgustado por la transformación de su esposa. Aquí, el lector es testigo de la incapacidad del marido para comprender los motivos detrás del cambio de Yeonghye, viendo su comportamiento como irracional y perturbador.

La segunda parte es narrada por el cuñado de Yeonghye, un artista obsesionado con la belleza y el erotismo del cuerpo femenino, que se ve fascinado por la transformación de su cuñada. Su obsesión con Yeonghye lo lleva a utilizar su cuerpo como lienzo para sus expresiones artísticas, lo que añade una capa de complejidad a la narrativa al explorar temas de deseo, erotismo y la objetificación del cuerpo femenino.

La tercera y última parte es narrada por la hermana de Yeonghye, quien observa cómo la transformación de su hermana lleva a un deterioro físico y mental irreversible. A medida que Yeonghye avanza en su proceso de alienación, buscando unirse más a la naturaleza vegetal que a la humana, su cuerpo se va desintegrando, incapaz de sostener su radical negación de los principios de la vida humana, como el hambre o la sexualidad.

Uno de los aspectos más impactantes de La vegetariana es la manera en que Han Kang aborda la transformación física y mental de su protagonista. El cuerpo de Yeonghye se convierte en un campo de batalla en el que se enfrentan los deseos y expectativas de los demás con su propia necesidad de liberación. A medida que la novela avanza, Yeonghye deja de ser vista como una persona por quienes la rodean, convirtiéndose en un objeto de fascinación, preocupación y deseo. El lector es testigo de cómo su decisión de rechazar la carne, y con ello la violencia inherente al acto de comer, es también una forma de rechazar la violencia simbólica que la rodea, tanto en su vida familiar como en su entorno social.

A través de su prosa precisa y contenida, Han Kang explora temas universales como el control sobre el cuerpo, la autonomía individual, la locura, el deseo y la represión. Pero también plantea una crítica mordaz a las estructuras de poder que oprimen a las mujeres en la sociedad contemporánea, especialmente en el contexto coreano. La novela es un comentario agudo sobre cómo la sociedad patriarcal y ultracapitalista impone un control insidioso sobre los cuerpos y las mentes de las personas, especialmente de las mujeres.

La vegetariana es una novela sobre la metamorfosis. Yeonghye, al igual que Gregor Samsa en La metamorfosis de Kafka, se transforma en algo que los demás no pueden entender ni aceptar. Pero a diferencia de Samsa, cuya transformación en insecto es literal, la transformación de Yeonghye es más simbólica y espiritual. A medida que la protagonista se distancia del mundo humano y se adentra en una existencia casi vegetal, Han Kang desafía al lector a cuestionar las normas sociales y los límites de la cordura.

Además, la novela es profundamente perturbadora en su representación de la alienación y la deshumanización. Yeonghye no solo se distancia de la carne como alimento, sino de la carne como símbolo de lo que significa ser humano. Su rechazo a participar en las convenciones sociales que la rodean, su negativa a cumplir con las expectativas que los demás imponen sobre ella, la lleva a un camino de autodestrucción que es tan bello como trágico.

En última instancia, La vegetariana es una obra que desafía las convenciones literarias y sociales, ofreciendo una mirada inquietante sobre los límites de la libertad personal y la presión que la sociedad ejerce sobre el individuo. La novela es tan poderosa por lo que dice como por lo que deja implícito: las preguntas sobre el control del cuerpo, la violencia inherente en las relaciones humanas y el deseo de escapar de una realidad opresiva resuenan mucho después de haber terminado de leerla.

Con La vegetariana, Han Kang ha creado una obra que es al mismo tiempo una meditación filosófica y una narrativa visceral sobre el cuerpo, la mente y la sociedad. Su prosa, precisa y evocadora, captura el proceso de desintegración de Yeonghye con una belleza inquietante, convirtiendo esta novela en una de las más significativas y desafiantes de la literatura contemporánea.

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