Javier Saiach (Gentileza SAC. Roger Vekstein.)

Cuál es el futuro de la alta costura

Un ciclo reciente de desfiles la consagra y sus diseñadores declaran que está más viva que nunca. Reglas de uso y tendencias de la indumentaria más lujosa.

Aunque la pandemia amenazó con cambiar para siempre nuestro estilo de vida y simplificar al máximo todos los ritos sociales, el arte del buen vestir sorteó esa época holgadamente. La alta costura, el producto más sofisticado y lujoso de la industria de la indumentaria, sobrevivió a este llamado a la simplicidad, como antes a la masificación de la moda y, en la última década, al mandato de la circularidad.

Es que vestir un modelo que llevó horas de creación, bordado con técnicas ancestrales por manos exquisitas, realizado en telas únicas y del que existe solo una versión en el mundo, es una tentación irresistible para cualquiera, al menos una vez en la vida.

Las alfombras rojas son el hogar natural de estos diseños, pero también las grandes ocasiones -galas, casamientos, cumpleaños, graduaciones- que exigen un vestuario a la altura de las circunstancias. Esta época del año, por otra parte, es la temporada habitual de las grandes fiestas, esas que exigen vestirse de manera excepcional.

Hace unos días, la Semana de la Alta Costura, realizada en el Teatro Colón, permitió disfrutar de cerca el trabajo de grandes diseñadores de lujo: Javier Saiach, Fabián Zitta, Sylvie Burstin Emm&Val y, en su primera presentación en la Argentina, el creador español Jorge Redondo. NOTICIAS dialogó con ellos sobre la supervivencia de la “haute couture” y las tendencias actuales en materia de fiestas y vestidos. Esto fue lo que nos dijeron.

Grandes ocasiones

“Existe todavía un público para la alta costura pero es un público que cambió. En Francia, por eso, hablan de la 'nouvelle couture' -explica Javier Saiach, que abrió la Semana en el Colón con una colección en la que transparencias, encajes y tules en negro fueron protagonistas. “En esta nueva versión de la alta costura, la versatilidad es una premisa fundamental”, concluye.

Todos los diseñadores coinciden en que la ropa de lujo ha sobrevivido a todos los cambios y parece que seguirá haciéndolo en el futuro. Fabián Zitta define este estilo de vestir claramente: “prendas exclusivas, hechas a medida, con materiales de excelente calidad y con terminaciones a mano”.

¿Quiénes son los clientes de estas creaciones? Algunos pocos consumidores con una agenda social muy ajetreada (estrellas, diplomáticos, empresarios de alto nivel) y muchos que recurren a los servicios de un diseñador para participar de eventos familiares importantes. Las novias son las primeras y principales clientas. Tras ellas suelen hacer fila madrinas, suegras, hermanas y amigas.

Por el alto grado de personalización y creatividad que requiere esta indumentaria, las tendencias son variadas y coexisten estilos muy distintos entre sí. En el caso de Fabián Zitta, por ejemplo, la inspiración de su última colección surge de la arquitectura, especialmente del estudio japonés Sanaa, con una utilización de materiales disruptivos como el metal o el cuero.

Las directoras creativas de Sylvie Burstin Emm&Val definen como muy personalizado su método de trabajo y de gran cercanía respecto de las necesidades del cliente. “Después de la pandemia nos preguntamos si la alta costura iba a seguir, y sentimos la necesidad de que algo se descontracturara. La alta costura necesita fluir, ser genuina. Esa es la regla hoy de nuestro estilo”, explican las creadoras.

Instrucciones de uso

¿Se pueden volver a usar estas piezas únicas? ¿Ya no está condenada la repetición? Según los diseñadores, repetir se aconseja y por varias razones.

“Somos muy conscientes de la necesidad de sustentabilidad, del no desperdicio. Por eso estamos a favor de volver a usar las prendas. Y además, nuestros modelos son atemporales”, explican desde Sylvie Burstin.

“La versatilidad hace que puedan volver a ponerse muchas veces -explica Javier Saiach-. Una misma falda se combina con una pashmina o una campera de cuero o una piel o una campera de jean. Así la prenda cambia por completo”.

Lo mismo opina Jorge Redondo. “Se reutilizan en eventos que tengan importancia similar. Con un cambio de los complementos, sobre todo de aquellos que forman parte del 'fondo de armario' de cualquier mujer. Por ejemplo, los vestidos de líneas más sencillas, podés usarlos con otras prendas y accesorios para darle otra identidad”.

Eternas y siempre distintas, las creaciones de la alta costura están hechas para durar, en los armarios y en el recuerdo. Son la esencia más genuina del arte de la moda y las que mejor encarnan la imagen ideal que una mujer tiene de sí misma.