La empresa, siempre lista para vender. (G. Schutt)

Previsión y estrategia

Lista para vender, aunque no lo hagamos

Una empresa trascendente está siempre preparada y lista para este momento, con un valor intrínseco y transferible.

Es una de mis frases de cabecera, y cuando se entiende, al menos para mi es un¡ wow! Muchos piensan que “exit planning” es preparar la salida, pero es mucho más que eso (y hasta diría que puede no incluir esa parte!). Una de las claves es tener un negocio valioso, transferible, trascendente y que funcione sin depender de sus dueños.

Es decidir si te quedas… es porque decidís hacerlo, no porque no podés irte.

En mis reuniones, trabajos y talleres con dueños de empresas, enfatizo mucho y conversamos el tema de la importancia de tener la empresa “siempre lista y preparada como para vender”, aunque no estemos pensando en venderla o en hacer una transición o salida de la misma por alguna de las alternativas. En definitiva, la llamo crear una empresa trascendente. Es uno de los eventos y pasos más importantes, en mi opinión, que podemos lograr en nuestras empresas.

Una guía para dueños de empresa. En el competitivo panorama empresarial actual, muchos dueños de negocios se enfocan incansablemente en alcanzar el éxito económico, financiero y el crecimiento sostenido. Sus empresas pueden exhibir cuadros de resultados y balances sólidos, clientes satisfechos, empleados comprometidos y una excelente reputación en la industria. Marcas conocidas, clientes y productos diversificados, buenos procesos de negocio, tecnología adecuada para la industria, buenos sistemas de información, tal vez alguna manchita con alguna “informalidad”, pero en términos generales podríamos decir que tenemos “empresas exitosas”.

Sin embargo, la experiencia me ha enseñado que, en cierto punto, el concepto de "éxito" evoluciona. La verdadera aspiración se convierte en dejar un legado, en crear una empresa que pueda trascender, y que en cualquier punto de su trayectoria sea una empresa valiosa, y transferible. No tienen dependencias de sus dueños ni de nadie y funciona “como una maquinita”.

Pero ¿cómo se logra esta transición de una empresa exitosa a una verdaderamente trascendente? La clave reside en adoptar una perspectiva holística, y para ello, propongo el uso de la Rueda de Valor. Este modelo integral permite a los propietarios de empresas evaluar todas las dimensiones de su negocio, no solo para maximizar su valor, sino para entender su impacto y continuidad a largo plazo. Es una herramienta diseñada para ir más allá de la rentabilidad ya sea en el corto, como en el mediano y largo plazo, y que además ayuda a los dueños a alinear sus objetivos empresariales con los personales y financieros.

 

Cuando los dueños de un negocio crean empresas trascendentes, lograron su “libertad”, ya que se es dueño desde otro lugar. En mi opinión es un paso trascendental y de los más valiosos a dar por parte de los dueños de empresas.

Comprendiendo la "Rueda de Valor". Una empresa trascendente se distingue por su capacidad para operar y prosperar con independencia de sus fundadores, siendo atractiva y transferible en cualquier momento y permitiendo que sus dueños tengan sus objetivos personales, financieros y de negocios alineados con los de la empresa. La Rueda de Valor nos permite examinar alguno de los pilares que sustentan esta trascendencia:

Resultados – EBITDA: es una de las bases. La rentabilidad es indispensable para la sustentabilidad, pero el objetivo es que esta sea predecible, repetible y, crucialmente, transferible, aumentando el valor de la compañía. No tener “contingencias” es muy importante.

Sistemas de información: Las empresas trascendentes se apoyan en métricas confiables, tableros actualizados, un control de gestión profesional, sistemas que pueden seguir la evolución tecnológica, que con base en los sistemas permiten crecer y administrar mayor complejidad, e ir incluso a distintos países porque están preparados para hacerlo.

Procesos de negocio: La eficiencia y la calidad se construyen a través de la estandarización, mejora y documentación de los procesos. Mejores prácticas dentro de la industria, buenos controles. Esto permite escalar la operación sin sacrificar la calidad, haciendo la empresa más atractiva y transferible.

Tecnología: En la era actual, la inversión estratégica en tecnología no es opcional. Permite automatizar, conectar y generar nuevas fuentes de valor, contribuyendo a la independencia de la empresa. Seguramente tener en cuenta los riesgos y haber trabajado en ciberseguridad.

Propiedad intelectual: La marca, el know-how, las patentes, son activos clave que deben ser protegidos y puestos en valor. Estos elementos pueden añadir un "valor" significativo y distintivo.

Equipo gerencial: El crecimiento sostenido requiere una evolución de "fundadores que hacen todo" a un equipo sólido que gestiona, innova y lidera, incluso evoluciona a poder formular la estrategia de la empresa, su consenso y ejecución, rindiendo cuentas ante un directorio profesional.  Esto es vital para asegurar que la empresa ya no dependa de sus dueños. Es un trabajo de muchos años. En cada puesto clave, contar con los sucesores, y todo el equipo “motivado” y compartiendo el propósito de la empresa. 

Clientes y propuesta de valor: Una empresa relevante se basa en comprender profundamente al cliente y resolver sus problemas mejor que nadie. Esto impulsa un valor sostenido y focaliza en diversificar tanto en facturación como en rentabilidad, clientes y productos y servicios. En general son empresas que son sólidas porque no tienen dependencias que las amenacen.

Diversificación: La resiliencia de una empresa se fortalece al diversificar los ingresos, evitando la dependencia de un pocos clientes o algún producto o servicio estrella.

Modelo de crecimiento: Escalar requiere una hoja de ruta clara, con etapas definidas, recursos asignados y riesgos previstos. Conocer y tener la receta para seguir creciendo es importante. Esto asegura que la empresa está siempre lista para crecer y para cualquier oportunidad que se presente.

Sucesión y continuidad: El propietario debe poder elegir cómo y cuándo hacer una transición y en definitiva si decide salir, debe poder hacerlo. Esto solo se logra con una planificación anticipada, estructuras societarias adecuadas y un equipo capaz de dar continuidad.

Una empresa trascendente está siempre preparada y lista para este momento, con un valor intrínseco y transferible.

Más allá de la dependencia del dueño. Una de las características más distintivas de las empresas trascendentes es su independencia y su valor constante: son compañías valiosas, siempre transferibles y sin depender de una persona en particular.

Esto significa que ya no depende exclusivamente de sus dueños ni de una persona en particular para su funcionamiento y crecimiento. Está diseñada para ser inherentemente transferible y atractiva, con un "valor" intrínseco en cualquier momento. Este estado de preparación constante no solo mitiga riesgos, sino que abre puertas a nuevas oportunidades y a la libertad para el/los propietarios.

En una empresa trascendente, los objetivos personales, financieros y de negocio de sus dueños están alineados con los de la compañía. Este equilibrio es el que dota de propósito y, en última instancia, de libertad al empresario. Construirla no es un suceso accidental; es el resultado de una intención clara, un compromiso inquebrantable y una guía estratégica. Es el camino para transformar un negocio exitoso en un legado duradero, trascendente y valioso.

*Gustavo Schutt, consultor especializado en Exit Planning y en aumentar el valor de las empresas. Autor de “La reinvención del dueño”.

 

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