El mercado inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires atraviesa su momento más dinámico en casi una década. Tras años de precios a la baja, falta de crédito y operaciones en mínimos históricos, el sector muestra una recuperación sostenida tanto en volumen como en valores. Desde el inicio del gobierno de Javier Milei, entre octubre de 2023 y noviembre de 2025, el precio del metro cuadrado en CABA acumula una suba cercana al 25%, con una curva de operaciones mensuales que avanza al alza.
El dato que confirma el cambio de ciclo es el regreso del crédito hipotecario: alrededor del 20% de las escrituras del período se concretaron con financiamiento bancario, un nivel que no se registraba desde antes de la pandemia. Para un sector acostumbrado a operar casi exclusivamente en dólares y de contado, la vuelta del crédito habilita una nueva etapa: más compradores, más velocidad comercial y un perfil de demanda más amplio.
El epicentro de la recuperación está concentrado en los barrios del corredor norte. Según datos de Zonaprop, Palermo, Belgrano, Núñez, Recoleta, Colegiales y Saavedra registraron subas en dólares de entre 20% y 28% en 2024–2025, impulsadas por la estabilización macro parcial, la expectativa de valorización futura y el regreso del financiamiento. Aun así, Buenos Aires sigue siendo “una ciudad barata” en comparación con otras capitales de la región: el m² promedio en CABA se ubica por debajo de Santiago, Montevideo o Ciudad de México, lo que sugiere un recorrido de precios aún pendiente.
En este contexto, emerge una nueva camada de desarrolladores que buscan incorporar herramientas del marketing digital, el e-commerce y la construcción de marca personal. Dentro de ese fenómeno, el nombre que más ruido genera es Beltrán Briones. Con perfil mediático, lenguaje llano y fuerte presencia en redes, logró instalar una narrativa diferente para una industria históricamente rígida: vender es una consecuencia de comunicar.
Briones acaba de lanzar Grupo Briones, su propia desarrolladora, con seis proyectos en marcha en zonas premium del corredor norte. La apuesta combina dos productos con alta rotación: departamentos boutique, de grandes superficies y ticket elevado; y unidades compactas orientadas a renta, ubicadas cerca de universidades y nodos de transporte, alineadas con el crecimiento del alquiler temporario.
El diferencial competitivo está en el modelo comercial. Briones llega a su primera empresa con tráfico propio: una comunidad digital que sigue su contenido, consulta por proyectos y compra aun antes de ver los renders. “Yo genero demanda y conversaciones en mis redes; Grupo Briones entrega el producto en el que creo”, define. Esa estrategia —que mezcla cercanía, demostración de obra y transparencia de costos— le permite sostener una promesa potente: venden más rápido de lo que construyen.
En un negocio en el que la liquidez es clave y los atrasos suelen comprometer balances, la velocidad comercial se convierte en un activo financiero. “Nuestro problema no es vender, es que tenemos más demanda que oferta”, resume.
La compañía se plantea un crecimiento medido. No busca diversificar geográficamente ni ampliar su portafolio de manera acelerada: el foco está en Buenos Aires y, más específicamente, en el norte. “Vamos a hacer lo que sabemos hacer: edificios residenciales en la Ciudad. Ahí están nuestros proveedores, nuestro know-how y la demanda que convalida valores por arriba de USD 3.000 el metro cuadrado”, explica.
Briones también es categórico al analizar el mapa porteño. Asegura que la recuperación no será homogénea y que la rentabilidad se concentrará donde haya poder adquisitivo, crédito y demanda real. “No todos los barrios van a subir igual. Si el metro se vende por debajo de USD 3.000, el negocio no cierra”, afirma, en línea con los informes que muestran una brecha creciente entre zonas premium y medias.
Además de una lectura técnica afilada, hay un componente generacional detrás de su presencia: la necesidad de que el sector dialogue con nuevos compradores, con nuevas expectativas de producto y experiencia. Amenities relevantes, unidades más eficientes, storytelling digital y gestión de comunidad forman parte del paquete.
Con precios en alza, crédito incipiente, mayor estabilidad y un 2026 que proyecta continuidad de la reactivación, el mercado inmobiliario vuelve a mirar hacia adelante. Y junto a los grandes jugadores tradicionales, aparece una generación que no solo construye edificios: construye conversación, marca y demanda. Grupo Briones busca posicionarse como la cara visible de ese cambio.















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