Enfermedades por "vapear": un riesgo que crece
La Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja el uso de estos dispositivos.
En mayo de 2019, NOTICIAS daba a conocer la polémica que despierta el uso de los cigarrillos electrónicos, e-cigar o vapers, entre la comunidad científica y médica.
El primer cigarrillo electrónico fue comercializado en China en el año 2003 y desde entonces su uso ha crecido de manera exponencial en casi todo el mundo. En la actualidad hay una diversidad de dispositivos que tienen distintos modos de funcionamiento y que se comercializan sin las restricciones que fueron impuestos con el paso del tiempo al cigarrillo convencional.
La idea con la que se alienta su consumo es que serían una alternativa más segura de consumir nicotina con el objetivo último de dejar de fumar. Pero la evidencia científica muestra resultados contrarios a ambas nociones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja el uso de estos dispositivos y los especialistas argentinos ya han, en diversos casos, emitido alertas al respecto.
A partir del 1 de agosto del 2019 la alerta se incrementó a tal punto que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, de los Estados Unidos) aconsejaron a las personas que evitaran los cigarrillos electrónicos. Todo se disparó cuando una lesión pulmonar asociada al uso de estos productos (bautizada como EVALI) fue detectada en pacientes afectados con síntomas que van desde tos, dolor en el pecho y falta de aliento hasta fatiga, vómitos, diarrea, pérdida de peso, fiebre e incluso la muerte, empezó como brote para terminar, al 17 de diciembre del 2019, con 2.506 casos de personas hospitalizadas. Se cree que el acetato de vitamina E está asociado con la enfermedad, aunque los estudios continúan y podría haber más sustancias nocivas.
Un estudio encontró que las personas que usan solo cigarrillos electrónicos aumentan su riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar en aproximadamente un 30% en comparación con los no usuarios. El riesgo de ser diagnosticado con enfermedad pulmonar (bronquitis crónica, enfisema, asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica) fue más alto entre los adultos que fuman cigarrillos y usan vapeadores.
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