Según Carol Johnston, profesora de nutrición de la Universidad Estatal de Arizona, el vinagre de manzana se utiliza desde hace miles de años como remedio casero para curar heridas, calmar la tos y aliviar el dolor de estómago. “El vinagre de manzana se elabora mediante fermentación, durante la cual la levadura y las bacterias transforman los carbohidratos, primero en alcohol y, luego, en ácido acético, que confiere al vinagre su sabor y olor penetrantes y, según sugieren las investigaciones, sus beneficios para la salud”, detalló la especialista a The New York Times.
En una nota del medio norteamericano, realizada por la experta en nutrición Alice Callahan de la Universidad de California-Davis, se destacó que los vinagres elaborados a partir de manzanas y otras frutas contienen unos compuestos llamados polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y podrían contribuir a posibles beneficios para la salud. Los investigadores han dado a conocer que beber una o dos cucharadas de vinagre de manzana u otros tipos, mezclados con agua, justo antes de comidas ricas en carbohidratos, producía subidas menos drásticas de glucosa en la sangre.
En un estudio de 2009, en el que participaron 155 adultos en Japón, académicos encontraron que quienes tomaron dos cucharadas de vinagre de manzana todos los días durante tres meses perdieron alrededor de 2 kilogramos. Y, en un ensayo realizado en 2024 con 120 personas de entre 12 y 25 años en el Líbano, los investigadores informaron que quienes tomaron una cucharada de vinagre de manzana con agua cada mañana durante tres meses perdieron un promedio de 6,8 kilogramos.
“El consumo de vinagre de manzana, incluso diluido, puede interactuar con ciertos medicamentos, incluidos algunos fármacos para la diabetes y el corazón, así como diuréticos. El vinagre de manzana también es capaz de reducir el potasio en sangre, lo que puede ser un problema para quienes ya tienen niveles bajos”,señalo Beth Czerwony, nutrióloga de la Clínica Cleveland. Por tanto, recomendó que antes se consulte al médico antes de probarlo.
Los especialistas coinciden que el uso del vinagre para controlar la glucosa en la sangre, se debe diluir una o dos cucharadas en agua y beberlo, pero no hay que excederse. Incluso diluido, el vinagre puede erosionar el esmalte dental. Y nunca beberlo solo para evitar dolencias en el esófago. La opción más segura y recomendada, es utilizar en la cocina. “Mézclalo con una vinagreta o un arroz para sushi, combínalo con aceite de oliva para remojar pan o incorpóralo a una refrescante bebida con gas. Si tiene algún beneficio para la salud, quizá también lo obtendrás de esta forma”, detallaron los expertos.
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