Asegura que la paz mental y la tranquilidad tienen mucho que ver con la felicidad. (Marcelo Dubini.)

Luis Corbacho: “Ya no quiero ser famoso, sino feliz”

El periodista lanzó su cuarta novela. Contracultura, mandatos y su revancha literaria contra Jaime Bayly.

Luis Corbacho es como un cirujano acostumbrado a poner el foco en los otros y, a su vez, no tiene pudor ni miedo a operarse a sí mismo. En su rol de periodista y entrevistador, es el profesional típico. Pero cada vez que escribe ficción, con sus propias historias no digeridas, se sube a la camilla del quirófano y se entierra el bisturí. Con precisión, disecciona sus contradicciones, deseos y frustraciones, saca la pus y seca su carne sudorosa. En “Yo no quiero ser Ricky Martin” (Ediciones B) le entra duro al traje a medida de sus ideales y relata su vínculo sentimental con un diplomático, un amor definitivamente interrumpido por la pandemia. Confiesa que pasó de ser Susanita a no querer ser Ricky, Ricky no el del revoleo de cadera en “Living la vida loca” sino el de la versión posmoderna de Charles Ingalls, padre de una familia de remera blanca, jeans y sonrisas, muchas sonrisas.  

Noticias: ¿Podemos decir que la novela habla de nuevas normalidades: la ocurrida por la pandemia y la que respecta a la vida y mandatos de la cultura gay?

Luis Corbacho: Claro, yo tengo 43 años, cuando era joven, no existía el modelo de familia. El gay que quería casarse y tener hijos, tenía una mujer. Ahora cambió el modelo y yo digo lo de Ricky Martin porque es un modelo de perfección. Que se pueda, está bien y lo agradecemos, pero que cada uno elija lo que quiere hacer. Yo era lo más Susanita del mundo. Vino la pandemia y me hizo dar cuenta de que tenía un montón de cosas más allá de eso. 

Noticias: Se expone en su intimidad de modo brutal, ¿no?

Corbacho: Cuando escribo no me doy cuenta, me doy cuenta cuando sale. Es como si entrase en un trance medio ridículo. Hubo un par de mis libros anteriores muy escandalosos, uno le bajó la candidatura a presidente del Perú a Jaime Bayly. Un amigo me dice que gracias a que lo vomito todo y es como una terapia, no me pongo mal. Este libro fue sentarme en cuarentena a escribir algunas cositas, y fue tomando vida solo. 

Noticias: ¿Su ex le reprochó algo?

Corbacho: Estuvo re conversado, le ofrecí leer el libro y no quiso. Él tenía mucho miedo porque como es diplomático, y dados mis antecedentes (se ríe), pero le expliqué que es sobre mí, no hablo de su psicología, de su vida interior. El que se expone soy yo. A él no lo expongo nada porque lo quiero. A diferencia de mi ex (Jaime Bayly) que sí, yo lo quería destruir. 

Noticias: Fue revancha.

Corbacho: Sí, sí. No sé si ahora lo haría, pero cuando uno es más joven, es una revancha literaria, se la merece porque él lo hizo con otras personas. 

Noticias: Sobrevivir a una relación como esa debe haber sido una prueba de fuego.

Corbacho: Me agarró con 22 años, yo era un chico de San Isidro que nunca había salido con nadie, me fui a Miami con él, y hubo un abuso psicológico. Él tenía una situación de abuso de psicofármacos muy grande, no sé cómo está vivo; muchos amigos o terapeutas me dicen que es rarísimo haber sobrevivido a eso y sin haberme drogado. 

Noticias: Tal vez la peor sustancia era la de ese vínculo tan intoxicado, con una persona que tiene el don de lo carismático.

Corbacho: Sí, pero ahí descubrí un don mío también, porque allá la mamá de Jaime es como una especie de Amalita Fortabat, él estaba en campaña, estaba Keiko Fujimori involucrada, no esperaban que yo pudiera hacer todo lo que hice. Y yo creo que ni me di cuenta porque estaba en San Isidro escribiendo barbaridades en una computadora.

Noticias: ¿Le trajo algún daño colateral?

Corbacho: Muchas amenazas pero ninguna se concretó. Eran de su entorno, fue tremendo. 

Noticias: En el libro cuenta que, al detenerse por la cuarentena el show on, le resultó aliviador no tener que estar subido al ideal de perfección. 

Corbacho: Sí, claro, yo me podría hacer el regio, decir que mi vida es así como se ve en Instagram pero no, la realidad es que el pensamiento detrás de esa cuenta perfecta de IG es: “Me van a invitar a un viaje entonces voy a subir una foto”, por más que suene tilingo, es real y contarlo te exonera un poco. 

Noticias: Dice que en la vida va de tortuga y como entrevistador es un pavo real. ¿El Luis que se expone amenazó al Luis profesional o se retroalimentan?

Corbacho: Mil veces amenazó. Sé que al ser como soy, hay un montón de cosas a las que renuncio. Podría tratar de explotar mi faceta de conductor, sin embargo hay una cosa de la estupidez de los canales de familia que a mí me causa gracia. Prefiero ser un poquito contracultural; no me interesa la marginalidad porque siempre quiero estar dentro del sistema y ese es como el quilombo interno. No es que me chupan todos un huevo; trabajo con marcas, en una revista de estilo de vida y entonces es una conciliación constante. Ahora estoy bajando un poco el copete también porque quiero seguir facturando y vivir bien.

Noticias: ¿El copete de la contracultura?

Corbacho: Y viste que ahora estamos en una era de la cancelación enorme y no se pude decir absolutamente nada, no se puede hacer un chiste y, si bien celebro que se proteja a las minorías, a mí me han criticado por hacer chistes gays, es como si Moldavsky no puediera hacer chistes judíos.

Noticias: ¿Tanta corrección discursiva termina siendo un nuevo mandato?

Corbacho: Claro. Se crea un monstruo de la corrección política, se está viendo mucho en redes, ahora son todos ecologistas y de las “cuerpas”, el extremo, y se demoniza al que no es así. Si hay alguien que va a abogar por los derechos y la igualdad, soy yo, porque soy una minoría, partamos de esa base y de ahí me puedo reír de cosas, déjenme reírme. 

Noticias: ¿Qué batallas está dispuesto a dar ahora y cuáles no?

Corbacho: No me interesa ser famoso, lo tengo re claro y es re liberador.

Noticias: ¿Cuándo se dio cuenta de eso?

Corbacho: Ahora, desde que fui famoso. 

Noticias: Tampoco quiere ser Ricky Martin, ¿quién quiere ser?

Corbacho: (se ríe) Un tipo feliz, nada más. 

Noticias: ¿Existe la felicidad?

Corbacho: Creo que la paz mental y la tranquilidad tienen mucho que ver con la felicidad. Cuanto más cerca estés de eso, más en paz estás con vos mismo y más feliz sos, entre comillas. 

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