Proyección. Muchos turistas que visitan su tienda de Recoleta le preguntan por qué su ropa no está en Nueva York, el próximo paso es abrir la tienda on line al mundo. (Gentileza Pablo Ramírez.)

Pablo Ramírez: “Soy íntimo, no me interesa lo público”

El diseñador festeja veinte años con la moda. Perfeccionismo, timidez, pareja y paternidad de corazón.

“No soy sociable, soy íntimo”, cuenta Pablo Ramírez a través de la pantalla desde su atelier en Recoleta. “Me encanta esa frase de Silvina Ocampo, me siento identificado”, agrega. Vestido siempre de negro, le comenta a NOTICIAS lo increíble que le resulta cumplir veinte años con la moda. Un logro casi mágico para alguien que se considera un “alma tortuosa”.

Su marca es sinónimo de elegancia, sofisticación, sobriedad y atemporalidad. Negro y blanco, sus colores insignias. “El negro es síntesis, subraya a la persona, se ven mejor sus rasgos, sus características. Ya de chico dibujaba las siluetas en negro”, aclara.

Nació y se crió en Navarro, un pueblo de la provincia de Buenos Aires. De chico le encantaba dibujar, fantasear, bailar y diseñar la ropa de su mamá y su hermana. Y por elección propia fue pupilo a un colegio religioso en Luján. Este hombre íntimo es la síntesis de todo aquello y de su pasión, curiosidad y estética. 

Noticias: ¿Qué implica cumplir veinte años en la moda?

Pablo Ramírez: Una alegría, una satisfacción, algo mágico. Dentro de todas mis insatisfacciones y mis exigencias me siento satisfecho. Me siento privilegiado por cumplir veinte años en esta profesión y por poder vivir de lo que me gusta.

Noticias: ¿Cómo está manejando su negocio en estos meses de cuarentena?

Ramírez: Hace cuatro años que tengo la tienda on line. En febrero hicimos un relanzamiento y en marzo nos sorprendió la cuarentena, pero nosotros ya estábamos sobre rieles. La verdad que es una sorpresa el éxito, la continuidad y el crecimiento que tuvimos. 

Noticias: ¿Cómo es el mundo de la moda por dentro?

Ramírez: Yo te puedo hablar de mí. Voy de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa, con mis talleres, mis modistas, mis costureras, mi equipo. Me manejo de una manera bastante íntima y cercana. Es un trabajo de mucha exigencia y rigor. Desarrollar una prenda lleva tiempo y todo un proceso desde la idea, la moldería, que calce bien.

Noticias: ¿Ser diseñador en un país como Argentina, con tantos vaivenes económicos, es complicado?

Ramírez: Me costaría imaginármelo de otra manera. Lancé mi etiqueta en el 2000 y un año después se cayó el país. El espíritu combativo, de lucha y supervivencia, el mantenerme firme a mis valores y a mis ideales, está en mi ADN, forma parte de la esencia de mi marca y de mi trabajo. No digo que sea bueno que sea así, debería haber nacido en otro país.

Noticias: ¿Cree que si se hubiese mudado a Europa, por ejemplo, su carrera tendría más trascendencia?

Ramírez: No lo sé, pero no me arrepiento de las decisiones que tomé. Mi primer contrato fue en París y cuando sentí lo que era el desarraigo, a esa edad, me di cuenta de que quería volver y hacer mi trabajo acá. Lo hice y me fue muy bien, y nunca tuve la fantasía de irme a otro país. Forjé mi personalidad en superar las adversidades desde chico y estoy acostumbrado a eso. Y aunque crea que soy una persona muy temerosa me doy cuenta de que soy bastante valiente y más fuerte de lo que pienso

Noticias: ¿Vende en el exterior actualmente?

Ramírez: El próximo paso es abrir la tienda on line al mundo. Tengo mucha demanda de Latinoamérica, España, Italia y Estados Unidos. Además, hace tres años abrí la tienda en Recoleta y eso me expuso a un turismo muy directo y selectivo. Muchos turistas me preguntaron por qué esta ropa no está en Los Ángeles o en Nueva York.

Noticias: ¿Por qué se identifica tanto con aquella frase de Silvina Ocampo?

Ramírez: Porque soy una persona íntima, no me interesa lo público, no me interesa exponerme. Como soy tímido me cuesta mucho enfrentarme a los grandes grupos y a sociabilizar. Ir a una fiesta me parece un horror, la paso mal. Tengo una mezcla de miope y tímido, entonces no reconozco a la gente porque no la miro y me saludan y soy como torpe. En la intimidad soy extrovertido y puedo desarrollarme, pero en algo más grande no soy sociable.

Noticias: En algún momento se definió como un alma tortuosa, alguien que vive todo de una manera tormentosa y dramática. ¿Sigue siendo así?

Ramírez: Sí, el drama y esa cosa de Lorca que tengo está en mi esencia. Igual, estoy amigado con eso. Tiene que ver también con que soy muy apasionado, perfeccionista, obsesivo y que tengo expectativas muy altas.

Noticias: ¿Cuándo se relaja?

Ramírez: En mi casa, con mi familia, durmiendo, cuando puedo duermo mucho. Además, me gusta mucho la literatura, la música, el teatro, el cine, son lugares de refugio.

Noticias: ¿Qué conserva de aquel chico de Navarro?

Ramírez: La ilusión, la fantasía, la imaginación, el juego. Lo creativo está vinculado con todo eso y me considero un privilegiado de poder ponerlo en mi trabajo. Dibujar mis muñecas y después hacerlas reales es algo que no tiene precio. Ya de chico dibujaba mucho y le hacía la ropa a mi mamá y a mi hermana. 

Noticias: ¿Qué perfil tiene su clienta? 

Ramírez: Es bastante variado, incluso en la edad, va de los 25 a los 65 años. No pretendo apuntar a alguien determinado sino darle algo elegante y de calidad a quien quiera.  

Noticias: ¿Qué es tener estilo?

Ramírez: Es una síntesis de quién sos, la construcción que hiciste de vos mismo. La forma en la que hablás, el vocabulario que tenés, los libros que leíste, los viajes que hiciste, la ropa que usás.

Noticias: ¿Cómo es su proceso creativo?

Ramírez: El punto de partida siempre es el dibujo, pero el eje es el cuerpo, como si estuviera dibujando sobre un cuerpo. Es una hoja en blanco donde hay un cuerpo que envolver, que vestir, que cubrir, que resaltar. Desde chico tuve mucha imaginación y después la cultivé leyendo, mirando. Siempre tuve mucho hambre y necesidad de consumir mundos, fantasías, y todo eso se refleja en mi trabajo

Noticias: ¿Qué le quedó de sus años pupilo en el colegio religioso?

Ramírez: Lo monacal, el misterio, lo ambiguo, la austeridad, la rigurosidad. Haga lo que haga la monja siempre me sale de adentro.

Noticias: De chico usted tomaba clases de danza y de zapateo americano, pero su padre no le permitió continuar estudiando. ¿Dónde quedó esa vocación frustrada de bailarín?

Ramírez: Creo que mis diseños evocan la danza, te invitan a moverte, a caminar, a bailar. Es como si tuviera incorporado el movimiento en la ropa que hago.

Noticias: ¿Desde hace cuánto está en pareja con Gonzalo Barbadillo? ¿Se casaron?  

Ramírez: Hace dieciocho años que estamos juntos. No nos casamos. Por esta búsqueda de la perfección siempre estamos esperando la fecha indicada, cómo lo vamos a hacer, la fiesta. Entonces, nunca encontramos el tiempo ni la situación ni la ocasión. 

Noticias: ¿Cómo es esta relación?

Ramírez: Es muy linda, pero también muy intensa, porque vivimos y trabajamos juntos, somos socios. El mayor defecto de Gonzalo es ser demasiado bueno. Siempre está pendiente, siempre sabe lo que otro quiere, capta todo. En cambio, yo nunca me doy cuenta de nada.

Noticias: ¿Valentín, el hijo de Gonzalo, vive con ustedes? 

Ramírez: Sí, tiene 20 años y está estudiando cine. Es mi hijo, fue algo totalmente inesperado para mí. Nunca pensé en ser padre. Es un regalo con el que vino Gonzalo.

Noticias: ¿Y qué clase de padre es?

Ramírez: Insoportable. Soy como Joan Crawford en “Mamita Querida”. Igual, Valentín es un hijo de lujo, un amor, cero capricho. 

Noticias: ¿Usted es el que pone los límites?

Ramírez: No, el que pone los límites y el que maneja la casa es Gonzalo. Yo quisiera poner los límites, pero es desleal la batalla, porque son dos Barbadillos contra un Ramírez. Imposible. Si yo me creo que tengo una corona en mi trabajo, cuando llego a mi casa guardo la corona porque ahí el reino es de otro.

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