Implantes mamarios (CEDOC)

Cáncer de mama: detección temprana, tratamientos y cirugía reconstructiva

Con 3,2 millones de casos proyectados para 2050, el rol de la cirugía reconstructiva gana peso en la lucha global contra el cáncer de mama.

Octubre, el mes internacional de concientización sobre el cáncer de mama, no solo busca promover la detección temprana y el tratamiento oportuno, sino también visibilizar una dimensión fundamental del proceso de recuperación: la cirugía plástica reconstructiva. Este componente, que hasta hace pocas décadas se consideraba accesorio, hoy es reconocido por la comunidad médica global como una etapa esencial del tratamiento oncológico integral, con un profundo impacto físico, funcional y emocional en las pacientes.

Las cifras globales no dejan margen para la indiferencia. Según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud, los casos de cáncer de mama aumentarán un 38% hacia 2050, alcanzando 3,2 millones de nuevos diagnósticos anuales y más de 1,1 millones de muertes. En América Latina, el panorama es aún más desafiante: una de cada tres mujeres afectadas tiene menos de 50 años, y el 21% de las muertes ocurre antes de esa edad, frente al 10% en América del Norte.

En este contexto, el diagnóstico temprano sigue siendo la herramienta más poderosa. Detectar un tumor en estadio localizado puede elevar las tasas de supervivencia a más del 95% a cinco años, según series clínicas recientes. Sin embargo, la detección precoz no solo mejora la expectativa de vida: permite también la preservación o reconstrucción inmediata de la mama, con resultados más naturales y una recuperación física menos traumática.

“La detección temprana cambia todo. Cuando el diagnóstico llega a tiempo, podemos planificar una reconstrucción inmediata, en el mismo acto quirúrgico que la mastectomía, evitando etapas intermedias dolorosas y acelerando la recuperación integral de la paciente”, explica el cirujano plástico Juan Manuel Seren (MN 107.174), creador del Protocolo de Rápida Recuperación Mamaria (ERABAS), que promueve un abordaje interdisciplinario entre mastólogos, oncólogos y cirujanos reconstructivos desde el primer día.

Tecnología y trabajo en equipo

En la actualidad, los avances tecnológicos han revolucionado la manera en que se diagnostica y trata el cáncer de mama. Equipos de ultrasonido de alta precisión, sistemas de elastografía, mamografía digital 3D y el uso creciente de inteligencia artificial permiten detectar lesiones milimétricas y guiar biopsias con mayor exactitud. Estas herramientas no solo salvan vidas, sino que amplían las posibilidades de reconstrucción temprana y conservadora.

La participación del cirujano plástico puede comenzar desde la primera cirugía. Cuando la detección es temprana, se puede realizar una reconstrucción inmediata, en simultáneo con la mastectomía. En casos más avanzados o tras tratamientos de radioterapia, se opta por una reconstrucción diferida, planificada en una segunda etapa. En ambos escenarios, la técnica y la tecnología han reducido drásticamente los tiempos de recuperación y las complicaciones posoperatorias.

Tipos y tendencias reconstructivas

En Estados Unidos, según la American Society of Plastic Surgeons (ASPS), el 74% de las reconstrucciones realizadas en 2024 fueron inmediatas, una cifra que crece año a año gracias a la detección precoz. En total, se efectuaron 162.579 reconstrucciones mamarias, un 3% más que en 2023.

El método más común es el expansor de tejido a implante (54% de los casos), seguido por el implante directo (25%) y los colgajos microquirúrgicos como el DIEP (13%). En reconstrucciones complejas, se emplean técnicas avanzadas que utilizan tejido propio del abdomen o la espalda para recrear una mama con textura y movilidad natural.

Otro avance clave es el uso de implantes de bajo peso y matriz dérmica acelular, que reduce la presión sobre los tejidos y mejora la tolerancia postoperatoria. La colocación prepectoral del implante —por encima del músculo— ya supera a la tradicional subpectoral, al disminuir el dolor y acelerar la recuperación.

Un compromiso global

En 2021, la OMS lanzó la Iniciativa Mundial contra el Cáncer de Mama, con el objetivo de reducir la mortalidad en un 2,5% anual, lo que podría evitar 2,5 millones de muertes hacia 2040. El enfoque combina detección temprana, acceso equitativo al tratamiento y rehabilitación integral, donde la reconstrucción mamaria tiene un lugar central.

La cirugía plástica reconstructiva es, hoy, un puente entre la ciencia y la empatía. Es el cierre de un proceso que no termina con la extirpación del tumor, sino con la reconstrucción de la confianza, la dignidad y la vida cotidiana de las mujeres. En palabras de Seren: “La cirugía plástica no solo repara tejidos. Repara historias. Y cada reconstrucción es, también, una forma de esperanza.”

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