La Tapa de Noticias (CEDOC)

Adelanto de tapa de NOTICIAS: las relaciones carnales de Milei con Trump

El fugaz encuentro de Milei con Trump, de apenas dos minutos, terminó en un espaldarazo político y financiero clave: gestiones de lobbistas, promesas de dólares frescos y disputas internas que marcarán el rumbo del Gobierno.

La reunión entre Javier Milei y Donald Trump duró menos de dos minutos. El video oficial mostró un breve saludo, un intercambio de papeles y la confusión del expresidente estadounidense, que creyó que en Argentina se votaba un Ejecutivo y no un Legislativo. Pese a su fugacidad y a la informalidad de la escena, el encuentro fue decisivo para Milei, que buscaba oxígeno político y financiero en medio de la crisis económica y de sus internas.

El Gobierno venía barajando desde hace meses la opción de recurrir a Washington, pero la derrota electoral en Buenos Aires aceleró los tiempos. Milei eliminó retenciones para intentar sumar reservas y, en paralelo, levantó el teléfono para pedir ayuda al “Tío Sam”. El gesto fue leído como un manotazo de ahogado.

La relación entre ambos tiene antecedentes: desde el respaldo que Trump le dio a Milei cuando irrumpió en política hasta el ansiado encuentro fallido en 2023, su presencia en la CPAC y la adopción de una agenda de derecha global. La motosierra del libertario se transformó en ícono compartido, replicado incluso por Elon Musk y el ecuatoriano Daniel Noboa.

El viaje reciente estuvo atravesado por la figura del lobbista Leonardo Scatturice, socio de la firma Tactic, contratada por la SIDE para hacer gestiones en EE.UU. junto a Barry Bennett, estratega de Trump. Ambos estuvieron en los contactos iniciales con Santiago Caputo y fueron clave en el desembarco del secretario del Tesoro Scott Bessent en Buenos Aires. El espaldarazo de Bennett allanó el terreno para el respaldo político y financiero que hoy exhibe Milei.

En paralelo, dentro del Gobierno se multiplican las disputas por la autoría del acuerdo. Caputo se adjudica el éxito como “regalo de despedida”, mientras Gerardo Werthein busca recuperar protagonismo tras el fiasco del encuentro frustrado en abril. El trasfondo es la inminente reestructuración del gabinete tras las legislativas y la posibilidad de un avance del macrismo en la conducción.

El verdadero impacto llegó con los anuncios de Bessent: un swap de US$ 20.000 millones, compras de bonos y hasta un crédito stand-by. La reacción fue inmediata: cayó el riesgo país, bajó el dólar y subieron bonos y acciones. Se trata de un apoyo histórico, comparable solo con los rescates de México en 1995 y Uruguay en 2002, aunque en una escala muy superior y con un trasfondo geopolítico más complejo.

Trump busca consolidar influencia regional frente a Lula, Boric, Petro y Maduro, y contener el avance de China, que ya tiene fuerte presencia en la economía argentina. El guiño a Milei encaja en esa estrategia de seguridad continental.

En el círculo rojo volvió a instalarse la idea de dolarizar. Emilio Ocampo reapareció públicamente y un grupo de empresarios presiona al Presidente para avanzar. Aunque por ahora son rumores, el tema volvió a la mesa tras la visita a Trump.

El problema es que, más allá del espaldarazo estadounidense, la economía argentina sigue sin despegar. Las elecciones legislativas se acercan y Milei necesitará mucho más que fotos, tuits y promesas para sortear el desafío político más grande de su carrera.

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