Thursday 18 de December, 2025

POLíTICA | Hoy 16:01

Fantino les pidió a sus oyentes que cuenten “cómo están yendo las cosas” y terminó deprimido

El conductor abrió el micrófono a sus oyentes para medir el clima social, pero los testimonios de sus propios seguidores dejaron al aire un panorama de frustración y caída del consumo.

Alejandro Fantino buscó en su programa de Neura una visión directa de la realidad de los argentinos y les pidió a sus oyentes —con fuerte presencia libertaria— que compartieran cómo estaban “yendo las cosas” en sus vidas diarias. Su expectativa, dijo al aire, era escuchar mensajes positivos y sinceros de sus seguidores sobre la situación del país. “Le pedí a la gente que me dé un pantallazo sincero de cómo están yendo las cosas. Ojalá haya buenos mensajes”, expresó antes de abrir la participación.

Lejos de lo proyectado, lo que siguió fue “una catarata de mensajes” cargados de frustración económica y personal. Usuarios relataron experiencias de caída del consumo y falta de recursos: “Cada vez estamos más apretados. Los sueldos no están ajustados a la realidad. Hay mucho menos trabajo” y “La gente ya no usa la tarjeta para ropa o bienes durables. Ahora la usa para mercadería” fueron algunos de los testimonios que Fantino leyó al aire.

La avalancha de mensajes expuso además situaciones de comercios en crisis y economías familiares al límite. Un trabajador del sector textil contó que incluso tras reconvertir su producción ante la apertura de importaciones, el consumo seguía “planchado”. Desde Mar del Plata llegó otro relato contundente: “Las calles y los comercios están vacíos… Muy poco movimiento”.

El clima en la pantalla se tornó cada vez más sombrío, con testimonios que incluían la necesidad de usar tarjetas de crédito solo para comprar alimentos básicos y advertencias sobre el agotamiento de los ingresos familiares. Esa acumulación de mensajes, lejos de reforzar una narrativa de optimismo, subrayó un contexto de “ajuste, caída del consumo, endeudamiento y frustración incluso entre votantes del propio Gobierno”, según la crónica de los hechos.

Lo que comenzó como un intento de generar cercanía con su audiencia terminó convertido en una especie de espejo público de la crisis cotidiana: las voces que Fantino sacó al aire describieron una Argentina mucho más tensa y complicada de lo que él esperaba, dejando al conductor con un panorama más sombrío e inquietante que la intención original de su sondeo mediático.

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