El pasado miércoles, en el corazón de Palermo, miles de simpatizantes de La Libertad Avanza respondieron a una convocatoria de la agrupación Las Fuerzas del Cielo, liderada por el influencer libertario Daniel “Gordo Dan” Parisini, para acompañar al presidente Javier Milei en el cierre de su año político.
La cita fue en la puerta del estudio del canal de streaming Carajo, donde se proyectó en pantalla gigante la entrevista que Milei ofreció en el programa La Misa. A partir de la tarde, militantes y seguidores se concentraron en la zona, muchos desde horas antes, formando filas que se extendieron por las veredas del barrio porteño.
Lo que comenzó como un acto de apoyo se transformó rápidamente en una escena de movilización juvenil organizada: los convocantes repartieron remeras con simbología libertaria y de Las Fuerzas del Cielo entre quienes asistieron. El reparto apuntó especialmente a los más jóvenes, que recibieron las camisetas como un signo de pertenencia al espacio político.
La distribución gratuita del merchandising funcionó como un incentivo concreto para sumar presencia y visibilidad. Muchos asistentes reconocieron haber llegado también atraídos por la posibilidad de obtener una remera, en una dinámica que combinó militancia, estética identitaria y un mecanismo clásico de adhesión política.
Durante el evento se repitieron consignas habituales del universo libertario, con expresiones de apoyo incondicional al presidente y mensajes de optimismo sobre el rumbo económico del país. Desde el escenario simbólico del streaming, se reforzó la idea de que el Gobierno contará con mejores condiciones políticas tras la nueva conformación del Congreso.
Entre los presentes hubo militantes que viajaron desde distintas provincias, como Mendoza, para participar del cierre de año. Para ellos, la jornada fue también una instancia de reafirmación de lealtad política, enmarcada en una puesta en escena festiva, juvenil y cuidadosamente organizada.
En ese contexto, la remera repartida dejó de ser un simple souvenir para convertirse en un símbolo de pertenencia y una herramienta de movilización. El episodio volvió a abrir el debate sobre las formas de construcción de apoyo político en el oficialismo libertario, donde el discurso anti-casta convive con prácticas tradicionales de captación y fidelización militante.














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