La política argentina sumó una versión lúdica, irónica y sorprendentemente realista. Se trata de “Pasaron cosas”, un nuevo juego de mesa que invita a los jugadores a convertirse en candidatos presidenciales y atravesar una campaña electoral donde la estrategia, la negociación y el manejo del dinero resultan tan decisivos como el azar.
El objetivo es claro: llegar a la Presidencia. Pero el camino está lejos de ser lineal. A lo largo de la partida, los jugadores deben competir por votos en las distintas provincias del país, cerrar alianzas con líderes de opinión o medios de comunicación y administrar un presupuesto siempre escaso, en un contexto donde la economía es frágil y cualquier imprevisto puede cambiar el rumbo de la campaña.
El juego incorpora elementos clásicos de la política local, como la rosca, los acuerdos bajo la mesa y las maniobras para influir en los rivales, con un detalle no menor: una mala jugada puede dejar al candidato fuera de carrera antes de tiempo, incluso con riesgo de terminar preso. Nada está asegurado y cada decisión tiene consecuencias.
“Pasaron cosas” se apoya en un tono de humor ácido y picardía política, pero también exige planificación, inteligencia financiera y capacidad de negociación. La propuesta apunta tanto a fanáticos de la política como a grupos de amigos y familias dispuestas a debatir, discutir y reírse de un sistema que, muchas veces, supera cualquier ficción.
El juego se vende a 80 mil pesos y puede conseguirse en El Bosque Lúdico, una tienda especializada en juegos de mesa ubicada en Vicente López, que ofrece tanto venta presencial como asesoramiento para quienes buscan experiencias distintas a los clásicos de siempre.
Con referencias reconocibles, situaciones absurdas y una dinámica que mezcla estrategia y azar, “Pasaron cosas” convierte la campaña electoral argentina en un tablero donde ganar no depende solo de las buenas intenciones, sino de la cintura política para sobrevivir hasta el final.














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