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SALUD | 16-12-2016 19:03

Caso Santiago Vázquez: ¿qué causa la muerte súbita y cómo se previene?

En la Argentina, afecta a una de cada tres mil personas mayores de 35 años. En el 80% de los casos el origen es un trastorno de tipo cardiovascular, aunque puede deberse a otra enfermedad no detectada.

Las estadísticas indican que cada 60 segundos fallece una persona en el mundo por muerte súbita. En la Argentina, se lleva a alrededor de una de cada mil personas sanas mayores de 35 años. Ante episodios tan conmocionantes como el de Santiago Vázquez, de apenas 27 años, que falleció de pronto, sin explicación aparente y mientras vacacionaba en Punta Cana (República Dominicana), la pregunta obligada es “¿qué se podría haber hecho para evitarlo?”.  Si lo que se llevó la vida del hermano menor del hermano menor del actor Nicolás Vázquez, fue, efectivamente, una muerte súbita, los médicos más reconocidos coinciden: mucho, aunque nunca se logrará alejar a la muerte súbita en un 100%. Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo el primer matador, al punto de terminar con la vida de una de cada 388 personas; más que los accidentes automovilísticos, que matan a una de cada 6.585.

Por definición, la muerte súbita es aquella que ocurre de pronto y sin causas aparentes. Pero esto no implica que no haya explicaciones científicas disponibles para la mayoría de los casos. La medicina identifica como principales disparadores a las enfermedades cardiovasculares (que están detrás del 80% de estos ataques al corazón), pero el otro 20% tiene un origen que no es cardiovascular y que pueden derivar de trastornos en otros órganos (pulmones o hígado, por ejemplo), no detectados previamente en la víctima.

Causas

Cuatro son los trastornos que afectan al sistema cardiovascular y que pueden desatar una muerte súbita:

Enfermedad cardíaca. Es la que produce más muerte súbita en personas menores de 35 años. De origen hereditario o congénito, algunas se detectan mediante una ecografía del corazón.

Enfermedad coronaria. La causa más frecuente en mayores de 35 años. Las arterias coronarias son las que se encargan de alimentar con nutrientes y oxígeno al músculo cardíaco y es cuando se tapan que pueden desencadenar una muerte súbita

Arritmias cardíacas. Provocan del 5% al 10% de las muertes súbitas. No se detectan previamente y ciertos antihistamínicos, antidepresivos, antibióticos, las anfetaminas y los diuréticos las pueden provocar.

Aneurismas. Son una dilatación anómala en arterias o venas que finalmente se rompen. Los cerebrales pueden producir cefaleas intensas, al menos dos meses antes de la ruptura.

Prevención

De modo que lo primero para prevenir las muertes súbitas, que en su gran mayoría ocurren por trastornos cardiovasculares, es no fumar, hacer ejercicio, evitar el sobrepeso, el colesterol alto, la hipertensión, las drogas.

Superado este escalón, quedan otras nubes por disipar: los males congénitos, los hereditarios y los que acechan en silencio. A esos se los puede tratar de controlar con chequeos anuales, a partir de los 25 años, que incluyan análisis de sangre, radiografía de tórax, electrocardiograma y ergometría o prueba de esfuerzo.

Pero siempre habrá una pequeña ventana abierta a lo imprevisto, a enfermedades insospechadas, a estresores emocionales que aprietan el corazón. En estos casos, la medicina no siempre tiene respuesta a los porqués.

Lo que siempre hay que tener en cuenta, ya desde el punto de vista de la salud pública, es que una cantidad de muertes súbitas podrán ser evitadas en la medida en que haya cada vez más personas capacitadas para hacer resucitación cardiopulmonar.

Si un 20% de las víctimas de un paro cardíaco súbito tiene probabilidades de sobrevivir en buenas condiciones, esa tasa aumenta al 30% si un socorrista les hace cardiorresucitación. Y sube al 40% si, además, reciben tratamiento con un desfibrilador, siempre y cuando se haga dentro de los 4 minutos de producido el ataque, y mientras se espera la llegada de la ambulancia.

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