A 20 años del crimen del fotógrafo de NOTICIAS, José Luis Cabezas, ninguno de los condenados está preso. El último detenido era el ex policía Aníbal Luna, quien en 1997 había participado junto con otros uniformados de la Bonaerense (Gustavo Prellezo y Sergio Camaratta) en el seguimiento y el asesinato del reportero gráfico. Ahora la Justicia decidió dejarlo en libertad. “Es una bofetada más de la Justicia y es la coronación de la impunidad que venimos denunciando”, dice a NOTICIAS, Gabriel Michi, quien fue su compañero en aquel fatídico verano en Pinamar.
Aunque en su momento había sido condenado a reclusión perpetua, Luna pudo gozar a lo largo de los años de ciertos privilegios: fue beneficiado por la entonces vigente ley del 2x1 y logró, bajo fianza, recuperar su libertad en 2006, pero la Corte Suprema finalmente revertió el fallo a fines de ese año y regresó a prisión, hasta 2015 cuando comenzó a realizar salidas esporádicas de la cárcel gracias a un “régimen semi abierto” del Penal de Dolores. Fue así como se permitió dejarlo en libertad durante 72 horas semanales, pero la permisividad se extendía bastante más. Testigo de eso fue el equipo de NOTICIAS, que este verano lo encontró caminando impunemente por General Madariaga, la misma ciudad en donde dos décadas atrás se halló en una cava el cuerpo calcinado de José Luis. Desde ese momento, quedó evidenciado que el ex policía no sólo estaba detenido “para los papeles”, sino que además llevaba una vida ordinaria. “Salía a correr, arreglaba su casa, cortaba el pasto, e incluso tenía un negocio de venta de artículos de limpieza”, cuenta un vecino.
Impunidad. De las ocho personas detenidas que participaron del macabro plan que le arrebató la vida a Cabezas, ninguno cumplió más de trece años en prisión. Por alguna razón, el ex policía Gustavo Prellezo, el ejecutor del Cabezas; su colega Sergio Camaratta, quien hizo la logística; Gregorio Ríos, entonces jefe de custodia del empresario suicidado Alfredo Yabrán; el ex comisario Alberto “La Liebre” Gómez, quien liberó la zona, y algunos de los integrantes del grupo “Los Horneros", a cargo del secuestro, consiguieron antes la libertad.
“Es una vergüenza. Una injusticia”, cuenta a NOTICIAS Gladys Cabezas, hermana del fotógrafo asesinado. Y agrega: “Ya cuando le dieron la prisión domiciliaria a los asesinos, no fue lo mismo, porque tienen que cumplir su condena en la cárcel”.
También, desde la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (aRGra) expresaron su enojo a través de un comunicado, y concluyeron el mismo con una reflexión: “Habrán cumplido con su condena, aunque sea en esta versión degradada, pero los colegas de José Luis no perdonan, y no olvidan. Y además mantenemos orgullosamente su luminosa memoria como parte de nuestra identidad".
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