Milei y Meloni (CEDOC)

Por qué Georgia Meloni es la socia política que Javier Milei necesita

Meloni ha transitado un camino que combina pragmatismo, conservadurismo y una capacidad única para transformar un partido marginal en una fuerza dominante.

El ascenso de Giorgia Meloni al liderazgo político en Italia marcó un hito en la política europea. Como primera ministra y líder de Hermanos de Italia, Meloni ha transitado un camino que combina pragmatismo, conservadurismo y una capacidad única para transformar un partido marginal en una fuerza dominante. Su figura representa una mezcla de resiliencia política y habilidad estratégica que no solo ha redefinido el panorama italiano, sino que también ha capturado la atención global.

Para Javier Milei, forjar una relación con Meloni trasciende las afinidades ideológicas. La conexión entre ambos líderes podría consolidarse como un pilar en el surgimiento de una nueva derecha internacional, caracterizada por discursos disruptivos, posturas nacionalistas y un fuerte rechazo al statu quo político. 

Pragmatismo con raíces conservadoras

Giorgia Meloni, con 47 años, ha desafiado las normas políticas de Italia y Europa. Su liderazgo combina un discurso accesible, cercano a las preocupaciones populares, con un firme compromiso con los valores conservadores en temas sociales. Nacida en un barrio obrero de Roma, su infancia estuvo marcada por la separación de sus padres y el esfuerzo de su madre para sacar adelante a su familia. Esta experiencia alimentó su narrativa como una "mujer del pueblo", conectando con una base de votantes cansada de la élite política tradicional.

Su carrera política comenzó a los 15 años, cuando se unió al Movimiento Social Italiano (MSI), un partido postfascista. Aunque en su juventud expresó simpatías por figuras como Benito Mussolini, Meloni ha trabajado incansablemente para desmarcarse de esa imagen. Como líder de Hermanos de Italia, ha reconstruido el partido sobre pilares nacionalistas y conservadores, evitando caer en los extremos que caracterizan a otras formaciones de derecha radical. Este equilibrio entre tradición y pragmatismo ha sido clave para ganar aceptación no solo en Italia, sino también en el escenario internacional.

Meloni ha logrado mantener alianzas estratégicas con figuras políticas diversas, desde Ursula von der Leyen en la Unión Europea hasta líderes como Narendra Modi en India. Su postura en temas sensibles, como el apoyo a Ucrania y el manejo de la inmigración, refleja un enfoque calculado que prioriza el interés nacional sin romper completamente con las dinámicas internacionales.

Un referente para Javier Milei

Para Javier Milei, la figura de Meloni no solo representa una aliada política, sino también un modelo de liderazgo que combina una narrativa disruptiva con resultados concretos. Milei ha emergido como un líder de derecha que desafía las estructuras tradicionales, con un discurso enfocado en el liberalismo económico, la reducción del Estado y la crítica a las élites políticas. Sin embargo, a diferencia de Meloni, Milei enfrenta el desafío de transformar su retórica en una gobernanza efectiva.

Meloni, con su capacidad para navegar entre posturas ideológicas y pragmáticas, puede ofrecerle a Milei una hoja de ruta para construir alianzas estratégicas tanto a nivel nacional como internacional, algo que se vio durante la participación del presidente argentino en la Cumbre del G20

Además, la colaboración con Meloni podría reforzar la legitimidad internacional de Milei, especialmente en un contexto en el que su gobierno enfrenta críticas por su postura radical y su inexperiencia. Meloni ha demostrado cómo un líder conservadora puede ganar aceptación en foros globales, desde la Unión Europea hasta el G7, sin abandonar sus principios fundamentales.

Eje internacional conservador

La alianza entre Meloni y Milei también podría sentar las bases para un nuevo eje de liderazgo conservador en Occidente. En Europa, Meloni ha trabajado para posicionarse como una figura moderada dentro del panorama de la derecha, rechazando alianzas con partidos más extremos como Alternativa por Alemania, mientras mantiene una postura firme en temas como la inmigración y la defensa de la "civilización occidental".

Para Milei, esta estrategia podría ser clave para articular una política exterior que trascienda el discurso disruptivo y le permita integrarse a dinámicas globales. Meloni ha demostrado cómo manejar temas polarizantes como la inmigración desde un enfoque pragmático, logrando acuerdos con países del norte de África para controlar el flujo migratorio hacia Italia. Este tipo de soluciones, basadas en la cooperación internacional, pueden ser un ejemplo para Milei en su intento de abordar desafíos regionales como la crisis migratoria en América Latina.

Además, Meloni ofrece una narrativa que conecta con el electorado conservador al enfatizar valores tradicionales como la familia, la religión y la patria (lemas que marcaron el acto de la agrupación "Las Fuerzas del Cielo", aunque allí con giro escenográfico al facismo europeo), pero sin alienar a sectores más moderados. Su habilidad para moverse entre estos dos mundos podría ser una lección importante para Milei, cuya retórica a menudo polariza y limita su alcance político.

Desafíos y oportunidades 

Aunque la alianza entre Meloni y Milei tiene un potencial significativo, también enfrenta desafíos. Meloni ha construido su reputación como una política pragmática y disciplinada, mientras que Milei se presenta como un líder disruptivo y poco convencional. Estas diferencias en estilo y enfoque podrían dificultar una colaboración efectiva.

Sin embargo, ambos líderes comparten una visión de resistencia frente a las élites globales y una defensa de los valores tradicionales en un mundo percibido como dominado por el multiculturalismo y el progresismo. Esta conexión ideológica puede ser suficiente para cimentar una alianza que beneficie a ambos en sus respectivos contextos.

Para Meloni, la relación con Milei puede fortalecer su liderazgo en el escenario global al posicionarla como una figura clave en la expansión de la derecha conservadora hacia América Latina. Para Milei, Meloni representa una fuente de legitimidad y una oportunidad para aprender de un liderazgo que ha logrado consolidarse en un entorno político complejo.

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