Más obras, más público: el musical vive su mejor etapa

El teatro musical atraviesa en la Argentina uno de sus momentos más fértiles y sofisticados desde su consolidación como género popular. La cartelera comercial porteña exhibe hoy un presente robusto, sostenido por intérpretes locales formados integralmente en canto, danza y actuación, una profesionalización creciente detrás de escena y un público que ya no ve al musical como un “evento excepcional”, sino como un lenguaje estable, confiable y deseable. 

El fenómeno no se explica solo por la cantidad de estrenos, sino por la ambición artística de los montajes, la diversidad estética de las propuestas y una mejora sostenida en los estándares técnicos, comparables —sin rubor— con los de las grandes plazas internacionales.

En ese contexto se inscribe el nuevo movimiento de Fernando Dente, una de las figuras más representativas de esta generación de artistas “todo terreno”. Actor, cantante, bailarín y ahora también director, Dente asumirá un doble rol en la próxima puesta de “Company”, la obra de Stephen Sondheim (música y letras) con libro de George Furth, que llegará el 8 de enero de 2026 al Teatro El Nacional Sancor Seguros.

El musical, una de las piezas más influyentes del teatro moderno, propone un retrato filoso y melancólico de los vínculos contemporáneos a través de Bobby, un soltero carismático que, al cumplir 35 años, se enfrenta a la pregunta incómoda que atraviesa toda la obra: ¿la soledad es una elección libre o una forma sofisticada del miedo?

Con su estructura fragmentada y sus canciones emblemáticas —que funcionan más como monólogos emocionales que como números de avance narrativo—, “Company” aborda con ironía temas tan actuales como el compromiso, la amistad, el deseo y la fragilidad de los lazos afectivos. Dente estará acompañado por un elenco de alto calibre integrado por Alejandra Radano, Diego Jaraz, Laura Silva y Sebastián Holz, entre otros. La propuesta contará con coreografías de Vanesa García Millán, dirección de actores de Laura Oliva y dirección musical de Damián Mahler, una combinación que anticipa un trabajo de precisión quirúrgica, acorde al rigor que exige Sondheim.

La elección no es casual. De la mano de José Luis Mazza, su socio en la productora Club Media, Dente viene construyendo un recorrido coherente dentro del género, con títulos como “Heathers”, “Rent” y “Despertar de primavera”. Precisamente este último regresará en febrero para una segunda temporada y por pocas funciones, tras una primera experiencia que dejó huella. 

Basada en la obra de Frank Wedekind, con libro y letras de Steven Sater y música de Duncan Sheik, “Despertar de primavera” —ambientada en la Alemania del siglo XIX— indaga en el despertar sexual y emocional de un grupo de adolescentes atravesados por la represión, el silencio adulto y la violencia simbólica de la incomunicación. Con actuaciones de Octavio Murillo, Trini Montiel, Tomás Wicz y Joaquín Scotta, entre otros, la reposición confirma que el musical argentino también puede ser incómodo, oscuro y políticamente incisivo.

“En el teatro encontré mi lugar, porque si las cosas no son como tienen que ser, entonces no suceden. Y me encanta eso: el orden, el hábito, la disciplina”, afirma Dente, sintetizando una ética de trabajo que parece ser uno de los motores de este auge. Esa misma lógica se proyecta hacia 2026 con otro anuncio de peso: la puesta de “Hairspray”, que se estrenará el 6 de mayo en el Coliseo.

El musical, una celebración abierta de la diversidad y la aceptación, tendrá como figura central a Damián Betular, quien debutará en teatro interpretando a Edna Turnblad, la madre de la protagonista. El pastelero y jurado televisivo dará así un giro audaz en su carrera, asumiendo un personaje icónico que en cine fue encarnado por Divine y luego por John Travolta. La producción, compartida entre Club Media y el streaming Olga, evidencia además una nueva articulación entre plataformas digitales y el espectáculo en vivo, una alianza cada vez más frecuente en el ecosistema del entretenimiento.

Otro que se anima a cruzar fronteras es Martín “Campi” Campilongo. El actor encabeza la versión argentina de “Mrs. Doubtfire”, aquí titulada “Papá por siempre”, adaptación teatral de la célebre película protagonizada por Robin Williams. “Me interesa el desafío que implica. Hasta ahora había trabajado cada disciplina por separado y la comedia musical me permite reunirlas todas en una misma propuesta”, explica Campi, que encarna a un padre dispuesto a todo con tal de no perder el vínculo con sus hijos. 

El espectáculo se estrenará el 16 de enero en el Teatro Liceo, con dirección de Ariel Del Mastro, producción artística de Florencia Bertotti y el regreso de Alberto Favero al frente de una orquesta en vivo, luego de una década. Completan el elenco Daniela “La Chepi” como la madre, Albana Fuentes como la hija mayor y el influencer Pablo Albella en su debut teatral.

El año también estará marcado por verdaderos “tanques” de producción. En mayo llegará al Teatro Ópera “Billy Elliot”, el musical con música de Elton John basado en la película de 2000. Ambientado en la Inglaterra del thatcherismo, la historia del niño que descubre su pasión por el ballet en medio de una comunidad devastada por la huelga minera combina relato íntimo y contexto político. La puesta estará a cargo de Rubén Szuchmacher, con dirección musical de Gabriel Goldman y coreografías de Gustavo Wons. Producido por Omar y Diego Romay, el proyecto supera el medio millón de dólares de presupuesto y se apoya en un exhaustivo proceso de audiciones que convocó a más de 1.500 niños de todo el país, en articulación con la Fundación Julio Bocca.

En junio será el turno de “Charlie y la fábrica de chocolate”, que desembarcará en el Gran Rex con una inversión cercana a los 3,5 millones de dólares. Con libro de David Greig y música de Marc Shaiman, el musical contará con Agustín “Rada” Aristarán en el rol de Willy Wonka. “Este boom es parte de un camino que se viene construyendo hace años”, reflexiona Rada, aludiendo al efecto dominó iniciado con “Matilda”, continuado con “School of Rock” y “La Sirenita”. El productor Carlos Rottemberg refuerza la idea con un dato contundente: a seis meses del estreno, la preventa ya supera las 3.000 entradas, un número inédito para esta etapa del proceso.

La cartelera se completa con una nutrida lista de estrenos y reposiciones: “Astor, Piazzolla eterno” en el Teatro Colón; “Bloody Tango” en el Broadway; “Ellas son tango” en el Astral; la reposición de “Cuando Frank conoció a Carlitos”; la experiencia “Next to Normal Inmersive”; y el regreso de “La revista del Cervantes”. Más adelante llegarán “Annie”, “Invasiones I. No bombardeen Buenos Aires” con Elena Roger y música de Charly García, y “Anastasia”, entre otros títulos.

“Cuantas más propuestas haya, mejor para el público y para quienes hacemos teatro”, concluye Campi. La frase funciona como síntesis de un momento excepcional: el musical argentino dejó de ser una promesa para convertirse en un sistema vivo, diverso y en expansión, capaz de dialogar con el presente sin perder espectáculo, emoción ni ambición artística.