¿Qué sentiría si el hombre que lo está extorsionando con métodos mafiosos para quedarse con su empresa, poseedor de un nutrido historial de causas penales que incluyen violencia física y amenazas, fuera recibido varias veces por el Papa?
Eso es lo que sintió Máximo Padilla, el empresario naviero que denunció al dirigente de los portuarios, Omar “Caballo” Suárez, por extorsión, amenazas y fraude al Estado, causa en la que están implicados altos funcionarios del Ministerio de Planificación de Julio De Vido y por la que el ex líder del SOMU tuvo que declarar ayer y presentó un escrito ante el juez federal Canicoba Corral.
Hasta que comenzaran a correr los nuevos aires que corren ahora en Comodoro Py a raíz del cambio de gobierno, Padilla veía que las múltiples causas contra el gremialista favorito de la ex presidente Cristina Kirchner no avanzaban en la Justicia, y que el poder del “Caballo” crecía día a día, hasta llegar al punto en que ya no temía sólo por la pérdida de su empresa y su fortuna, sino por su vida y la de su familia.
En medio de su desesperación, y al ver que Suárez era beneficiado por el anterior gobierno no sólo con viajes oficiales a Angola y la OIT, sino con varias visitas al Papa Francisco de la mano de Guillermo Moreno, Padilla acudió al Santo Padre para alertarlo de que estaba haciendo buenas migas con alguien con un frondoso prontuario.
No obtuvo respuesta.
Esta es la carta que el empresario amenazado le escribió al Papa y que Francisco jamás contestó.
Carta de Máximo Padilla al Papa
por Guadalupe Vázquez
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