Saturday 20 de December, 2025

SOCIEDAD | Hoy 10:39

Araceli González contra Adrián Suar, el fin de la Guerra Fría

La actriz dejó atrás su silencio y arremete con todo contra el empresario televisivo y padre de su hijo Tomás "Toto" Kirzner.

Los nombres de Araceli González y Adrián Suar volvieron a instalarse en el centro de la agenda mediática, reabriendo un conflicto que parecía dormido. Lo que alguna vez fue una historia de amor y un proyecto laboral compartido hoy se resignifica como una disputa de poder, dinero y silencios acumulados.

Se conocieron en 1991 en “La banda del Golden Rocket” y rápidamente consolidaron un vínculo sentimental y comercial. Fue Araceli, ya figura ascendente en la moda y la televisión, quien aportó un préstamo de 70 mil dólares para que Suar fundara Polka Producciones, de donde surgiría “Poliladron”, hito clave de la ficción nacional.

Imperio audiovisual. El matrimonio, celebrado en 1997 y disuelto en 2002, coincidió con la expansión vertiginosa de la productora: “Verdad consecuencia”, “Vulnerables”, “Gasoleros”, “Son amores” y “Mujeres asesinas” marcaron un ciclo de éxitos que posicionó a Suar como el productor más poderoso del prime time, luego gerente artístico de El Trece, quien consolidó como nadie un modelo de negocios basado en los PNT, que lo hizo facturar por millones durante más de dos décadas.

Tras la separación de la pareja, se firmó en 2005 un acuerdo de división de bienes por una cifra cercana a los 8  millones de dólares sobre un patrimonio total estimado en 18 millones. Años más tarde, Araceli impulsó una investigación para revisar ese reparto. Su entorno sostiene que el valor real de la empresa y de las regalías habría sido muy superior al reconocido, y que el porcentaje que se le adjudicó no reflejó su aporte inicial ni el crecimiento posterior.

En los últimos días, la actriz decidió volver a hablar. Su paso por el programa de Mario Pergolini y, sobre todo, su presencia en la mesa de Mirtha Legrand reactivaron versiones y relecturas del conflicto. Allí, expresó con dolor: “Con todo el mundo él es divino, conmigo no”, y admitió haber tenido que soltar una historia que la marcó profundamente. La disputa excede lo personal. Desde el entorno de González se señala que Fabián Mazzei, su actual esposo, habría sido marginado laboralmente tras formalizar su relación. El actor había participado en “Gasoleros”, “Campeones de la vida” y “El sodero de mi vida”, y luego fue perdiendo presencia en la pantalla. Para Araceli, fue una represalia silenciosa; desde el otro lado, apenas una coincidencia. Mazzei reconoce una interna fuerte y decisiones que no fueron sólo artísticas.

Trapitos en casa. En El Trece conviven tensiones y hermetismo. Una productora describe el clima: “Circula la versión de que Moria Casán podría mediar en cámara, pero dudo que suceda. Suar es reacio a exponer su vida, tampoco lo haría por sus hijos ni por Griselda Siciliani, a quien respeta mucho y hoy está muy bien posicionada. Aunque no se diga, ella es uno de los puntos centrales del conflicto”.
 
La historia entre González y Suar refleja la radiografía del poder televisivo argentino: una actriz icónica frente a un productor clave de los últimos 30 años. Amor, dinero, prestigio, infidelidades, cancelaciones y estrategias mediáticas conviven en una trama donde cada frase genera impacto y donde nadie parece dispuesto a ceder. Mientras los silencios se erosionan, y Suar justo blanqueó su romance con Rocío Robles, Araceli advierte: “Un día voy a contar toda la verdad”. La tensión vuelve a crecer y el desencuentro, lejos de cerrarse, se reescribe en tiempo real. 

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