El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) se quedó con el Martín Fierro de Oro en la primera edición de los Premios Martín Fierro a los Canales de Streaming por su proyecto “Stream CONICET: Fondo del mar”, la transmisión en vivo desde la expedición al cañón submarino frente a Mar del Plata. La estatuilla dorada, galardonada por APTRA, coronó una propuesta que conjugó divulgación científica, producción audiovisual y alcance masivo en plataformas digitales. Un rato antes, el mismo equipo obtuvo el reconocimiento en la categoría Transmisión Especial.
El contenido consistió en décadas de trabajo condensadas en días de transmisión: científicos a bordo del buque del Schmidt Ocean Institute grabaron y narraron en tiempo real inmersiones, imágenes de la fauna bentónica y descubrimientos de especies en las profundidades. La serie de transmisiones estuvo ligada a la campaña “Talud Continental IV” y se emitió principalmente a través del canal de YouTube del Schmidt Ocean Institute, con personal del IIMyC–CONICET y de la UNMDP aportando voces y explicaciones en vivo.

En el escenario del Centro de Convenciones de Buenos Aires de la noche del domingo, Nadia Cerino, Emiliano Ocampo y Mariano Martínez fueron los responsables de recibir el máximo premio, como representantes del equipo que trabajó en la transmisión. El momento culminante del evento incluyó, además de la entrega por parte de autoridades de APTRA, la ovación de un público presente que vocifero el nombre de la institución científica y que trascendió el ámbito académico.
Sin embargo, en el discurso de entrega del Martin Fierro de Oro, muchos espectadores observaron como la emoción envolvió a los tres ganadores, que solo pudieron agradecer y personalizar el reconocimiento, dedicándoselo al público y su familia. Si bien fue una agradable sorpresa que el mayor galardón de la noche haya sido obtenido por la transmisión marítima, colegas vinculados a la investigación científica criticaron que no se hizo uso del espacio mediático para cuestionar los recortes presupuestario que el gobierno nacional viene llevando contra el instituto.

El Grupo de Estudios del Mar Profundo de Argentina (GEMPA) es una red federal de científicos que investiga la biodiversidad y ecosistemas en las profundidades del Mar Argentino, realizando expediciones, descubriendo nuevas especies y compartiendo sus hallazgos con la comunidad científica y el público a través de iniciativas como charlas y materiales educativos. Esta organización lanzó un comunicado sobre la premiación de APTRA en sus redes sociales aclarando que "este no es un premio individual, sino un reconocimiento para toda la comunidad científica y educativa del país que pone de manifiesto el valor de estas actividades".
"Resulta paradójico haber recibido el Martín Fierro de Oro la misma semana en que se anunciaron recortes a los instrumentos de financiamiento científico. La eliminación de subsidios no solo deja al borde de la desaparición proyectos y líneas de investigación, sino también la continuidad de estudiantes, becarios y jóvenes estudiantes. Un país que no sostiene la ciencia básica compromete su desarrollo intelectual y su capacidad de generar conocimiento propio. Estos premios resaltan la importancia de apoyar la ciencia básica desde instituciones como el CONICET que históricamente impulsó expediciones oceanográficas y la formación de recursos humanos. Gracias al CONICET y a la políticas activas para fomentar la ciencia local fue posible llegar a este momento", detalló el mensaje.

Lo cierto es que la elección que el jurado dictaminó como ganador del Martín Fierro de Oro fue leído por varios medios como un gesto simbólico que choca con la política pública del Ejecutivo. En 2025, la administración de Javier Milei impulsó recortes y modificaciones en el sistema científico que generaron denuncias de desfinanciamiento, anulación de convocatorias y pérdida de puestos de trabajo en el sector. En ese contexto, la visibilidad pública y la masividad del proyecto premiado se interpretaron como una defensa tácita del valor público de la investigación.
Para sectores de la comunidad científica y parte de la prensa, el reconocimiento demostró que la ciencia puede disputar agenda, audiencias y legitimidad cultural en el terreno digital. El galardón no sólo reconoció calidad técnica sino que amplificó un mensaje político-cultural sobre la centralidad de la investigación pública. El premio al CONICET abre así una doble lectura que seguramente continuará en los próximas expediciones que ya parten hacia el Mar Argentino.

Por otro lado, los números de a cobertura acumuló millones de visualizaciones durante las semanas de emisión (mediciones periodísticas hablan de cerca de 18 millones de visualizaciones a lo largo de 21 días) y picos de audiencia simultánea que superaron las 70.000 personas en vivo, números muy inusuales para contenido científico en la Argentina. Más allá de la métrica, la audiencia destacó la calidad narrativa y técnica: cámaras robotizadas en profundidad, especialistas explicando en lenguaje accesible y una estrategia de pedagogía digital que incluyó actividades educativas dirigidas a escuelas y público joven. Esa mezcla de rigor y cercanía convirtió al streaming en un caso testigo sobre cómo la ciencia puede construir espectadores sin renunciar a la complejidad.















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