En la mañana del miércoles, alrededor de las 8.30, Oscar Thomas ingresó a los tribunales de Comodoro Py para prestar declaración indagatoria. Era el único prófugo de la causa de los cuadernos K de la corrupción y, a pesar de que era buscado con intensidad en diferentes puntos del país, fue encontrado en un departamento del barrio de Recoleta, en Capital Federal.
Desde la Policía y la Justicia tenían diferentes hipótesis. Hicieron rastrillajes en la frontera y en diferentes provincias, pero estaba a menos de cuatro kilómetros de los tribunales donde se gestaba la investigación a raíz de las revelaciones escritas del chofer Oscar Centeno y de los sucesivos arrepentidos.
Una vecina de la calle Uriburu y Santa Fe, el lugar donde el ex director de Yaciretá se ocultaba, habría reconocido a su abogado, por las sucesivas salidas del letrado en TV. Luego habría visto al prófugo y se comunicó con el 134 para dar el dato. Ahora está a la espera de cobrar la recompensa de $ 500 mil pesos. El ministerio de Seguridad tenía un dato similar, pero al parecer no contaban con las precisiones necesarias hasta el dato de la mujer.
Finalmente el martes fue detenido en un importante operativo de seguridad. Secuestraron algunas de sus pertenencias entre las que estarían su computadora personal y un cuaderno con anotaciones. Thomas fue trasladado a la sede de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, donde pasó la noche y el miércoles por la mañana lo llevaron a Comodoro Py.
Allí, estuvo durante largos minutos adentro de una de las camionetas negras de la Policía y luego bajó en silencio y cabizbajo para meterse a los tribunales por una puerta lateral y ser indagado por el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadio. NOTICIAS fue testigo presencial del momento en el que el único prófugo del CuadernoGate daba sus últimos pasos antes de sentarse a declarar.
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