Tras la puesta en órbita del satélite argentino Arsat 1, en las oficinas de esa empresa estatal hubo un cambio digno de una comedia: uno de los directores, un ingeniero en telecomunicaciones, fue reemplazado por un cineasta que milita en La Cámpora. Miguel Pesado, miembro del directorio desde el 2007, fue desplazado de su cargo y en su lugar llegó Fernando Pérez, integrante de la juventud K y realizador cinematográfico, quien cuenta en su haber con una película: “Tata Cedrón, el regreso de Juancito Caminador”. Un film sobre ese destacado músico de tango.
Hasta el mes pasado, Pérez se desempañaba como coordinador general de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), donde además es director Ignacio Saavedra, otro militante de La Cámpora, con quien Pérez comparte negocios en el mercado del séptimo arte. La película sobre Tata Cedrón la produjo Saavedra a través de su empresa Tiempo Beta SRL, donde Pérez también realizó otros trabajos junto a la esposa de Saavedra, Virginia Croatto. Todo queda en familia.
Durante los días previos al lanzamiento del Arsat 1 ya se percibía un clima enrarecido dentro de esa empresa estatal. Una inspección municipal determinó la clausura de la Planta Terrena de Benavídez, donde se monitorean los satélites, y un reclamo del Instituto de Investigaciones Aplicadas (INVAP) por un millonario cheque impago casi frustra el lanzamiento del satélite. Los directores estaban desesperados. Al final todo se solucionó: Cristina autorizó el pago y la clausura se levantó excepto por el comedor, que hoy sigue cerrado.
Hoy Arsat sigue en marcha con la construcción del satélite Arsat 2 en el Invap, en Bariloche, mientras que aún queda definir cuándo se comenzará a desarrollar el Arsat 3, que aún no tiene fecha de lanzamiento, pero ya se especula con que a este ritmo no estaría terminado a tiempo. La carrera espacial argentina recién comenzó y promete un final de película.
En NOTICIAS de esta semana “La colonización del espacio”. India, China y Europa: la trama política y económica.
por Rodis Recalt
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