Aldo Graziani (José Tolomei)
Aldo Graziani: “El éxito es seguir cumpliendo sueños”
Sommelier de lujo y empresario enogastronómico. Comparte su pasión por la meditación, el tenis, el jazz y los libros.
Almuerzo tardío en Aldo’s Restaurante, la nave insignia de su grupo empresarial. Se lo ve distendido, como si no fuera el importante hombre de negocios que es. Cuenta que meditó media hora antes de venir al encuentro con NOTICIAS. Es sencillo, afable, habla bajo y pausado. Suena música de jazz, como siempre.
De chico, a Aldo Graziani le gustaba la música y el periodismo. A los doce trabajaba en una disquería y en primer año leía todos los diarios. A partir de los quince comenzó a trabajar con su madre en la explotación de tres bares sucesivos en Palermo, el último tenía un sótano que ellos transformaron en un club de música y unipersonales.
A los 18 años decidió independizarse y buscar trabajo en Puerto Madero. Lo tomaron en Cholila, donde empezó de abajo, fajinando la vajilla, y llegó a ser segundo del encargado. “Una linda escuela, un lugar muy exigente con Martitegui como chef”. Luego dio el gran salto y fue a trabajar como manager al bar Gran Danzón, donde se terminó de enamorar del vino. Al mismo tiempo estudió y se recibió en la primera camada de la Escuela Argentina de Sommeliers. Más tarde fue manager de salón en Casa Cruz. Finalmente, trabajó en el Faena, donde fue sommelier del hotel y estuvo a cargo de uno de los restaurantes. Además, sacó una guía de vinos y creó un vino para Alan Faena.
En 2011 abrió Aldo’s en San Telmo, que funcionó hasta la pandemia, y en 2018, en paralelo, el de Palermo. En 2014 abrió el primer Bebop, debajo de Aldo’s de San Telmo.
Hoy el Grupo Aldo’s tiene Aldo’s Restaurante (Arévalo 2032), Bebop, club de jazz (Uriarte 1658), Picsa, pizza de molde con masa fermentada 24 horas (Nicaragua 4896), Vini Bar, wine bar de vinos naturales (República Árabe Siria 3037) y Áncora, restaurante de cocina rioplatense en sociedad con el grupo hotelero Almarena (Comodoro Pedro Zanni 351, Puerto Retiro). Además, están las distribuidoras de vinos Jarilla y Aldo’s Vinos; y el proyecto vitivinícola Tutu Wines junto con el winemaker Leandro Velázquez y el dibujante Miguel Rep. Aldo´s es un grupo de diferentes sociedades, donde Graziani y su equipo manejan las operaciones.
Entre sus reconocimientos, Graziani es jurado de los Decanter Wine World Awards y forma parte de S4C “Sommeliers for Consumers”, la primera guía de vinos del mundo. Además, es autor de “La Guía del Vino Argentino” junto con la sommelier Valeria Mortara.
“Soy un buscador. Un buscador de negocios, de relaciones interpersonales, de equilibrio. Siempre estoy en la búsqueda y en ese proceso hago”, afirma.
Noticias: ¿La búsqueda no lo pone ansioso?
Aldo Graziani: No, disfruto los procesos. Estoy siempre tratando de mejorar lo que hacemos. En 2026 cumplimos 15 años, no es poco para una marca y este mercado. Todos los años hay muchas aperturas y también muchos cierres. Cuando las aperturas están muy “jaipeadas”, muy para arriba, explotan, explotan y después muchos caen. En muchos casos es por lo difícil que están las cosas acá, pero también tiene que ver con perder esa tensión, el nervio que tenés que tener para estar en esto.
Noticias: ¿La pasión?
Graziani: Sí, y estar conectado con el lugar, con la gente que labura, con mejorar, con estar atento a los detalles.
Noticias: También se necesita perseverancia.
Graziani: Sí, constancia, y no aferrarte a una fórmula. En estos años cambiamos un montón de cosas y seguimos cambiando. Estar abiertos, flexibles, permeables y no creerse los dueños de la verdad. Pasamos la pandemia, crisis de todo tipo, pero este mismo momento es el más duro que yo conocí.
Noticias: ¿Por qué?
Graziani: Hace dos años tenías una ciudad con determinada cantidad de restaurantes y un turismo todos los meses. Ese turismo no está más, cayó un 80 por ciento y tal vez me quedo corto. Y lo mismo pasó con el poder adquisitivo de la clase media. Yo tengo amigos que salían a comer tres o cuatro veces por mes y ahora salen una y hay gente que no sale. A eso sumale que los costos siguen subiendo y no se pueden trasladar. Yo viví la hiperinflación de Alfonsín teniendo un bar, cambiaba los precios dos o tres veces por día, a veces. Pero era otro país, otra energía y había como un acuerdo tácito entre todos de seguir para adelante.
Noticias: Hablemos de Aldo’s Restaurante
Graziani: Nos estamos ganando el mote de clásico porque hacemos algo simple, con buen producto, muy bien hecho, que acompaña a una experiencia estética, auditiva y de vinos. Es un wine focus restaurante, con comida italo americana y argentina y tenemos casi 500 etiquetas de vino en nuestra carta. Es un lugar donde pasaron y pasan todos los referentes del vino argentino. Tenemos cenas especiales, eventos, catas, degustaciones de vinos y charlas.
Noticias: ¿Y Bebop?
Graziani: Es el club de jazz más importante de la ciudad. Antes de abrir, recorrí muchos clubes de diferentes partes y me fui a Nueva York, que es una de las cunas de clubes de jazz. Somos de los más lindos del mundo y de los que mejores suenan, con buena capacidad y una propuesta artística con músicos locales e internacionales y 850 shows por año. Es un 360, podés ir a cenar y ver un show. Además, suena bárbaro porque tiene un tratamiento acústico, el sonido es espectacular y se ve bien de todos lados. En Latinoamérica seguro estamos en el puesto uno. En Nueva York hablan de Bebop porque muchos músicos de allí vienen a tocar. El guitarrista Jakob Bro me dijo que un lugar así solamente el Blue Note de Tokyo.
Noticias: Hace poco trajeron a Georgia Heers, una joven y gran cantante del jazz estadounidense
Graziani: Sí, la trajimos junto con Mariano Loiacano, un trompetista argentino que toca en Nueva York y el ghetto de allí lo acepta. De su mano vino Giorgia por primera vez hace tres años y ahora nuevamente. Y hace poco traje a Samara Joy, una estrella, al Coliseo y fue maravilloso.
Noticias: ¿Está armando un proyecto en Mendoza?
Graziani: Sí, en el Hotel Diplomatic, que está enclavado en la mejor zona de la ciudad. Vamos a tener casi mil metros cuadrados, tres pisos, un bar, un restaurante y un subsuelo con un show de tango propio. Empezamos el proyecto hace tres años, la obra el año pasado y calculamos que abrimos en febrero.
Noticias: Se lo ve sereno. ¿Cómo hace para estar en todo? ¿No se estresa?
Graziani: Sí, pero tengo herramientas, como la meditación y la respiración, que me permiten volver a mi equilibrio y tengo buenos equipos, buena gente que me acompaña. Trabajo con gente a la que quiero y considero amiga.
Noticias: En 2007 tuvo una crisis y quiso dejar todo. ¿Por qué?
Graziani: Estaba muy quemado, mental, física y psíquicamente por trabajar tantos años a la noche, parado, exigido, el tipo de vida que llevaba. En ese momento hice mi primer curso de El Arte de Vivir y fue como una explosión en mi cabeza. Hice un giro de 180 grados y me sentí muy pleno. Ahí me vino otra crisis, quería largar todo y dedicarme a dar cursos y ayudar a la gente. Porque eso me daba plenitud. Además, tenía amigos que habían dejado todo y se dedicaban full time a eso y eran personas felices. Viajé a la India para ver a Sri Sri Ravi Shankar, el maestro del Arte de Vivir, y decirle lo que me pasaba. Pude acercarme unos segundos después de una meditación para mucha gente y contarle mi situación. “No, no, no. Vos tenés que trabajar. No dejes tu trabajo, seguí trabajando”, me dijo. Ahí me sentí más respaldado y decidí seguir.
Noticias: ¿Medita todos los días?
Graziani: Sí, una o dos veces por día, entre veinte minutos y media hora. Y, a veces, hago la práctica entera que lleva cincuenta minutos e incluye ejercicios de respiración y meditación.
Noticias: Además, hace yoga
Graziani: No, ahora juego al tenis entre cuatro y cinco veces por semana. Compito y juego interclubes para Ferro, y voy dos veces por semana al gimnasio.
Noticias: ¿Y su pasión por el jazz cómo empezó?
Graziani: Mi papá siempre escuchó jazz. Llegaba del trabajo y se ponía con sus vinilos y los auriculares. Escuchaba Frank Sinatra, Coltrane, Miles Davis y yo lo fui mamando de ahí.
Noticias: Los libros son otros compañeros importantes en su vida. ¿No?
Graziani: Sí, este año me propuse leer cuarenta libros, ya voy más de veinte, así que estoy bien. Siempre me gustó ir a librerías y disquerías. A Mintons voy dos o tres veces por mes a comprar y a charlar con Guille Hérnandez, su dueño.
Noticias: ¿Con su mujer, Lucía Zeballos, se conocieron en Aldo’s?
Graziani: Sí, nos presentó encubiertamente una amiga en común. Yo sabía de la presentación, pero Luli no. Fue un flechazo, a la semana estábamos viviendo juntos. Ya llevamos trece años y hace diez nació Astor, nuestro hijo. Somos socios en Picsa y ella, por su parte, es dueña de los dos café Birkin, en sociedad con su mamá, y es dueña de Roa Bar junto con su hermana.
Noticias: Se puede decir que es un hombre exitoso. ¿Pero cómo mide usted el éxito?
Graziani: El maestro Shankar dice: “El éxito con estrés no es éxito”. Para mí el éxito es seguir cumpliendo sueños y traer a los artistas que queremos. Es que la gente me diga qué bien comió. Es un martes a las diez de la mañana estar jugando al tenis. Es tomar sol al aire libre. Es la cantidad de gente que conocí, de amigos y amigas que tengo. El éxito es poder compartir y tener estas ganas de seguir generando cosas.
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