Christian Delpech (Gentileza Christian Delpech.)

Christian Delpech: “Soy un entertainer de nacimiento”

A cargo de Presidente Bar Miami, ganó más de 60 torneos de flair. La importancia de la buena imagen y entretener hasta con un vaso de agua.

Tenía 17 años y nunca había probado el alcohol. La primera noche detrás de la barra le pidieron un whisky con Coca y no supo qué hacer: miró al compañero de al lado para copiarlo. Aquella torpeza inicial fue el comienzo de una historia que, sin saberlo, lo iba a llevar muy lejos. Es que Christian Delpech pasó de improvisar tragos en un bar de San Martín a ganar más de 60 torneos internacionales y convertirse en uno de los nombres más reconocidos del flair bartending, la disciplina que mezcla técnica, acrobacia y espectáculo.

Hoy vive en Miami y dirige Presidente Bar, la versión internacional del icónico proyecto de Sebastián García. Desde su rol de director de mixología, combina creatividad y gestión y defiende una idea que atraviesa toda su carrera: la hospitalidad y la elegancia son tan esenciales como el trago perfecto.

Noticias: ¿Cómo diría que le pone su impronta a Presidente Bar Miami?

Christian Delpech: Manteniendo las líneas de lo que es la marca, puedo hacer cosas que van acorde a Miami. Ahí es cuando entra un poquito mi creatividad. En la elección de bebidas, porque todos te quieren vender y hay que saber elegir. También en a quiénes invitar para hacer pop ups de otros bares. 

Noticias: ¿Cómo maneja la imagen? Siempre fue un punto importante en Presidente. 

Delpech: Concuerdo con Seba, la imagen es súper importante. No solo cómo uno está vestido, sino cómo habla y cómo actúa. Y uno no solo es Presidente cuando está trabajando, sino también afuera. Tengo que saber cómo controlarme y cómo actuar en todo momento, porque uno es la marca. En cuanto al look, me gusta ponerme un saco, a veces corbata, y estar bien vestido. La gente tiende a escucharte un poquito más cuando vas a una mesa y tenés el auricular y el uniforme, inspira más respeto. 

Noticias: ¿Y hay lugar para el flair?

Delpech: Siempre hay lugar para el flair, en cualquier lugar del mundo que estés detrás de un bar. Porque el flair se puede hacer con un vaso en una mano simplemente girándolo, o cuando uno devuelve una tarjeta de crédito. Por definición, es hacer algo con estilo, con habilidad, así que hasta en lo más mínimo se puede. En Presidente hay un par de ideas a futuro para hacer involucrando un poquito de flair, siempre manteniendo la línea. 

Noticias: Y en su propia historia, ¿cuándo se dio cuenta de que era bueno en el flair, lo suficiente como para vivir de eso?

Delpech: Podría decir que a los 18 años supe que quería vivir de esto. Comencé como bartender a los 17, y a esa edad no tomaba alcohol, nunca había probado y no sabía hacer absolutamente nada. Pero trabajaba vendiendo viajes de egresados, y un amigo de San Martín, de donde era, me dijo que tenía un bar y necesitaba un bartender. Lo primero que me pidieron fue un whisky con Coca Cola, y miré al de al lado y le pregunté cómo se hacía. No me gusta no saber, así que después averigüé para hacer un curso de bartender. Ahí aprendí un poco más, aunque nada es mejor que la experiencia misma. Y cuando vi la película "Cocktail" me volví loco, así que empecé a practicar flair en mi casa. Todo fue como muy orgánico. Tanto el flair como la coctelería fueron subiendo de nivel en mi vida. Hasta que me fui a vivir a España y también empecé con la magia, estuve en el Círculo de Magos de Madrid. Y cuando fui de viaje a Estados Unidos y vi que había un Campeonato del Mundo de Flair, me fasciné. Y tuve que elegir entre el flair y la magia, y el flair me eligió... 

Noticias: ¿Cómo se entrena? ¿Se hace hincapié en lo físico o en las habilidades?

Delpech: Se entrena la coordinación. Si no sabés malabarear, llega un momento en el que practicás tanto que podés hacerlo. El aprendizaje fue diferente a lo que sería hoy, porque no había YouTube, no había videos, no había nada. La información era "escuché que alguien hace esto", e ibas a verlo. Había torneos en Estados Unidos de los que había videos, pero cuando uno mira algo tiende a copiar exactamente lo que hace el otro, y no le podés ganar a alguien su propio juego... Ahí fue donde empecé a buscar mi propio estilo latinoamericano, con música movida, más divertido, con más flow. Y siempre trabajé mucho en la sutileza para hacer los trucos. Me gusta hacer trucos difíciles y que se vean como fáciles. Tirar una botella en el aire y, antes de agarrarla, mirar a la gente de costado con cara de "esto no es nada". Eso al jurado le gusta y suele dar buen puntaje. El flair requiere mucho sacrificio y trabajo físico también. Si querés competir, son cinco o seis horas por día de práctica. Como si fueras un atleta. 

Noticias: Ganó más de 60 campeonatos y participó en unos 110 torneos, ¿ya perdió la adrenalina antes de salir a escena? 

Delpech: La adrenalina siempre está. Pero era raro lo que me pasaba a mí versus lo que hablaba con otros competidores. Mucha gente se ponía muy nerviosa y estaba todo el tiempo así, incluso mientras hacía la rutina. Yo trataba de trabajar mi mente para transformar lo negativo en positivo. Hacía la rutina como si no me importara nada, como si no me interesara, porque eso me quitaba la presión. Entonces me divertía y hablaba y hasta podía improvisar. La gente se reía conmigo y eso la hacía también partícipe del show. 

Noticias: En todos esos años de presentarse a competencias, ¿qué aprendió de sí mismo?

Delpech: Es súper importante la determinación cuando uno quiere hacer algo. También el sacrificio, no hay premio sin él. Son palabras que siempre utilicé mucho. Y el poder de mantenerse enfocado en lo que uno hace es fundamental. Algo que cada vez es más difícil, ahora de grande me cuesta mucho enfocarme. Quizás tenga que ver la tecnología de hoy, que tenemos menos paciencia y siempre estamos buscando el estímulo... Me gusta ser como mi perro Flip, al que, si le das una pelota, es feliz. Y no le importa más nada, ese es su foco. Si está comiendo o en brazos, igual siempre está mirando la pelota. Ser creativos es ser como un perro con una pelota. 

Noticias: ¿Siente que hoy la profesión de bartender se ha vuelto más respetada y no es tan polémico si un chico dice en su casa "quiero ser barman"?

Delpech: En el momento en que salí de Argentina el bartender estaba mal visto, mi mamá me decía "ay, Christian, ¿por qué no trabajás en un banco, por qué no hacés una carrera?". Y yo siempre tuve la mentalidad de que si a vos te gusta algo y lo hacés y sos uno de los mejores, podés vivir de eso. Así sea jugar a la bolita. ¿Quién hubiera dicho que alguien se iba a hacer archi millonario jugando a los videojuegos, como logran los pibes hoy? Digo que soy un entertainer de nacimiento, porque siempre me gustó esa parte. Cuando era vendedor de viajes de egresados me gustaba charlarle a la gente, después fui mago, fui bartender... Me da felicidad hacer que la gente la pase bien. Pero volviendo a la pregunta, sí, es una profesión más respetada, porque está el bartender y también el mixólogo. Una palabra que a mí no me gustaba antes, pero que implica que la persona está más metida en la creación. 

Noticias:  Si quiere poner a prueba a un bartender, ¿qué trago le pide?

Delpech: Un daiquiri. El clásico, no de frutilla. El que lleva ron, jugo de lima y azúcar. Otra opción es un Tom Collins o un Gimlet, donde son solo tres ingredientes, pero hay que balancear el azúcar. O te sale muy dulce o muy ácido o con el balance perfecto.

Noticias: ¿Nunca le pesó vivir de noche?

Delpech: Sé que me afectó cuando tuve a mi hijo. Lo veía durante el día, pero no podía acostarlo de noche. Su mamá hacía lo mismo que yo, así que se complicaba. Hoy estoy divorciado y vive en Las Vegas con ella. Pero no me pesó nunca. Quizás ahora, de más grande, que mi pareja tiene un trabajo tradicional, de día y de oficina, es más difícil. Pero como soy más manager, también entro más temprano y hay días que me voy más temprano también. 

Noticias: ¿Proyectos, ambiciones, sueños? ¿Qué se viene en su universo?

Delpech: Quiero seguir creciendo con la marca Presidente y quizás poder volver a estar en los 50 Best una vez más, pero con Miami. Hacer las cosas bien y que el bar sea exitoso, esa sería mi meta. En lo personal tengo un par de proyectos, pero los contaré cuando salgan. Eso sí, no es abrirme un bar... Quisiera estar un poco más tranquilo y manejar mejor mis tiempos. 

Noticias: ¿Podría dejar un consejo para los chicos que están empezando hoy en la coctelería?

Delpech: Sepan que nunca se deja de aprender. Es súper importante mantener la seguridad personal, pero a la vez la humildad. Y es una línea muy fina. Porque aunque creas que sabés, no sabés nada. Yo no sé nada. Hay millones de botellas, siempre va a haber una nueva que no conozcas. Hay que tener en cuenta que lo más importante en esta carrera, más allá del conocimiento, es la hospitalidad. Con un buen servicio podés zafar de situaciones sin tener el conocimiento. Hospitalidad es cuando alguien te entretiene aunque pidas una botella de agua sin gas. Porque nunca sabés a quién estás atendiendo en esta industria. Y porque aunque el cliente puede no acordarse de lo que tomó, no se olvida cómo lo atendieron y cómo la pasó. 

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