¿Qué gastos se ajustarán según el proyecto de presupuesto 2018 que el Gobierno de Mauricio Macri envió al Congreso? Además de subsidios a energía (-21,1% en términos nominales) y transporte (-1,7%), los de defensa, seguridad interior, cárceles, ciencia, promoción del empleo, vivienda y urbanismo, los de comunicaciones (¿Arsat?), medio ambiente y apoyos a la industria, el comercio, el turismo y el agro (se recortó ya el apoyo a la agricultura familiar, incluida la que desarrollan los quinteros bolivianos). También hay rubros de la Seguridad Social que se podan: habrá 6.000 jubilados y pensionados menos en las ex cajas provinciales, respecto de 2016, 38.000 pensiones menos por invalidez, 14.000 menos para madres de siete hijos, 11.000 menos de las otorgadas por legisladores y 8.000 menos por vejez, lo que totaliza unos 77.000. Además se eliminan 9.000 subsidios por tarifas. En cambio, el presupuesto de la deuda sube 28,2%.
La obra pública aumentá 21,2% en términos nominales, sobre todo en educación, agua y alcantarillado, aunque se rebajará lo invertido en energía y transporte (rutas, trenes). “Se va a reemplazar obra pública con obra de infraestructura con financiamiento privado”, argumentan en el Gobierno. “Habrá obras de las distribuidoras de electricidad y gas, la construcción de las centrales térmicas y renovables que se licitaron y que empezaron a ejecutarse, obras de AySA… La inversión en infraestructura crecerá 50% en términos reales porque se duplicará el aporte privado y caerá 18% la inversión pública. Los proyectos bajo el régimen de participación público-privada (PPP) representarán el 10% del total.”
El trío de la Jefatura de Gabinete, Marcos Peña-Mario Quintana-Gustavo Lopetegui, se ríe de que los ministros les tengan miedo. Unos 20 de los 500 altos funcionarios que nombró Macri fueron echados en un año y nueve meses de gobierno. “Echamos a los que no trabajan en equipo, a los que no se mostraron idóneos o a los que fallaron en ambas cosas, como (Carlos) Melconian”, argumentan en la Rosada.
Macri, mientras tanto, espera que el Congreso debata una reforma previsional que discuta desde la edad jubilatoria hasta el mecanismo de actualización y un blanqueo laboral que rebaje contribuciones patronales, que el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, renegocie ciertos convenios sindicales y que su par de Hacienda, Nicolás Dujovne, negocie con las provincias una rebaja de Ingresos Brutos. “Pero negociaremos, no vamos a poner un diputrucho como el menemismo, porque eso fue lo que nos llevó al kirchnerismo”, alegan en el Gobierno. “A esta altura nadie puede pensar que el gradualismo no fue acertado. En 2017 por primera vez en la historia vamos a crecer, con menos déficit, menos impuestos y menos gasto”, se jactan.
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