“Límite de caracteres”, el libro sobre la compra de Twitter a manos de Elon Musk, de los periodistas del New York Times Ryan Mac y Kate Conger, narra los detalles de esta operación, revelando cómo la plataforma, ahora llamada "X", pasó de ser una empresa disfuncional a un caos absoluto. El relato arranca con la adquisición de la red social por 44 mil millones de dólares, un proceso descrito con una profundidad inusual que lleva al lector a las reuniones clave, las conversaciones privadas e incluso los momentos tensos entre Musk y sus colaboradores.
Aunque Musk no concedió entrevistas a los autores, los datos provienen de documentos y testimonios de fuentes clave, que permitieron construir un perfil empresarial, personal y político del visionario sudafricano que se convirtió ahora en una de las figuras más relevantes de la entrante administración republicana.
La obra contextualiza el poder de Musk, cimentado en su fortuna y su control de industrias estratégicas como los lanzamientos espaciales y los satélites Starlink, vitales en conflictos como el de Rusia y Ucrania. Y destaca sus controvertidos vínculos con Trump. La capacidad de Conger y Mac para capturar la esencia de los acontecimientos y el personaje central, convierten a “Límite de caracteres” en una crónica imprescindible sobre uno de los capítulos más polémicos en la historia reciente de las redes sociales. Y su influencia en el cambio de marea en la política global, como reflejó la última edición de NOTICIAS, que dialogó con los autores para ahondar en el perfil de Musk y sus motivaciones.
NOTICIAS: ¿Qué impulsó a Musk a actuar en política? ¿Negocios, emociones, o cuestiones personales?
Ryan Mac: Yo diría que su acción en política está impulsada por todo lo anterior. Comenzó a radicalizarse o al menos a avanzar más hacia la derecha públicamente cuando ocurrió el Covid en 2020. Los bloqueos en los Estados Unidos le impidieron a Tesla fabricar sus automóviles. Musk minimizó el virus, y culpó a los liberales y al gobierno de California por interponerse en el camino de su negocio. También por esa época, vivió la transición de su hija trans. Y sentió, pues así lo expresó públicamente, que los valores progresistas habían hecho que ella tomara ese camino y cambiara de género Finalmente al año siguiente, en 2021, fue excluido de una cumbre sobre vehículos eléctricos que organizó Joe Biden en la Casa Blanca, y fue el último clavo en el ataúd que lo llevó a repudiar al Partido Demócrata y comenzar a abrazar los valores republicanos. A partir de ahí, se lo ve más radicalizado en torno a cuestiones relacionadas con la inmigración, y empieza a asociarse con gente como Tucker Carlson (conductor de Fox News). Y probablemente en el medio encuentra hay muchas ventajas comerciales, pero también ventajas ideológicas, al alinearse con el Partido Republicano.
NOTICIAS: ¿Cómo y cuándo surgió el vínculo con Trump?
Kate Conger: Musk había estado involucrado con Trump durante su administración pasada. Estaba en un comité asesor, pero se retiró cuando Trump se bajó de los acuerdos climáticos de París en 2018. Entonces Musk se mostró escéptico con respecto a Trump. Y en 2022, cuando volvió a mostrarse con intenciones de regresar a la presidencia, dijo que sentía que Trump debería desvanecerse en el ocaso y dejar que alguien más se postulara como candidato republicano. Pero los dos volvieron a estar juntos en marzo de este año. Musk siempre quiso que Trump volviera a Twitter luego de que los dueños anteriores lo vetaran. Sentía que le devolvería tráfico al sitio y su prominencia política. Y no se equivocó. Musk es muy inteligente a la hora de utilizar sus negocios, y X en particular, para establecer relaciones con líderes mundiales. Y entonces vio sus chances de influir en la política, y eso de alguna manera refuerza su poder e influencia con X.
NOTICIAS: ¿La compra de Twitter dio sus frutos con la victoria de los republicanos?
Ryan Mac: Creo que eso es un poco contrafáctico. Cuando Elon Musk compró Twitter, no fue con la intención de potenciar a Donald Trump ni a ningún candidato presidencial. No estaba satisfecho con la dirección de Twitter, y con algunas de las decisiones ideológicas de la empresa, inclinada a valores progresistas. Pero no lo vio necesariamente como una herramienta política. Eso vino mucho después. La compra de Twitter era su juguete favorito. Del mismo modo que un multimillonario compraría un yate, un equipo deportivo o incluso una isla. Musk compró lo único que amaba en la vida, que era Twitter, un lugar donde muchas pasaba horas todos los días. Y quería hacer reformas en cuanto a su funcionamiento, y transmitir este mensaje de libertad de expresión. Pero no fue con miras a elegir un presidente. Aunque en retrospectiva, se puede decir que cuadró perfectamente como megáfono para elegir a Donald Trump. Y esto le resultará rentable en el futuro con sus negocios. Pero no era el plan original.
NOTICIAS: ¿Cómo influyó X en la elección estadounidense?
Ryan Mac: Musk impulsó un discurso sin restricciones en la plataforma, eliminó la moderación de contenido, y permitió el regreso de muchos partidarios de Donald Trump. Dio rienda suelta quienes difunden fake news y discursos de odio. Y usó su propia cuenta, con algo más de 200 millones. seguidores, para impulsar constantemente el mensaje de elegir a Donald Trump. Cambió la forma en que hablamos de las cosas y la agenda periodística.
NOTICIAS: ¿Qué influencia tendrá Musk en el gobierno de Donald Trump?
Kate Conger: Elon tendrá mucha influencia en la futura administración Trump. Incluso desde las elecciones, él y Trump han pasado mucho tiempo juntos. Y ha quedado bastante claro que se ve a sí mismo como un asesor clave de Trump, particularmente en el recorte del gasto gubernamental, aunque también ha estado opinando sobre otros nombramientos. Por eso considera que su mandato es bastante amplio. Y creo que la pregunta es realmente: ¿cuánta libertad le permitirá Trump? Porque ambos son presencias muy dominantes, pero solo uno de ellos tiene el control.
NOTICIAS: ¿Cómo eludirá Musk los conflictos de intereses que ahora surgen?
Ryan Mac: Este es un territorio sin precedentes, con la persona más rica del mundo controlando múltiples empresas con contratos gubernamentales y miles de millones de dólares que esencialmente supervisarán las agencias que ahora le responden. Regulará los cielos y los lanzamientos alrededor de SpaceX. Tendrá la capacidad de intervenir en esa industria o dictar contrataciones o gastos. Lo mismo con la NASA, o con contratos y créditos a Tesla. Esto nunca ha sucedido en la historia del gobierno de los Estados Unidos, que alguien con tanto dinero, alguien con tanto poder, esté en condiciones de ser efectivamente de alguna manera, un presidente en la sombra.
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