★★★★★ Esta es la historia de un chico y una chica. Él es sordomudo y trabaja en recolección de residuos; ella es, también, poco común. Él encuentra una tabla de surf y decide aprender a cabalgar olas. Con esos elementos, Kitano, amante de las playas logra mezclar un humor a lo Buster Keaton con una emoción a
lo Chaplin, que deriva muchas veces en el absurdo pero nunca impide que sintamos una enorme simpatía –que es más que empatía– por los personajes. Cuando se dice que una película es “poética”, estamos hablando de esta clase de concentración donde cada escena dispara una gran cantidad de emociones distintas al mismo tiempo, y donde lo cotidiano es, también, otra cosa, un puente hacia la aventura de vivir un sueño. De eso se trata “Escenas...”, que, además, tiene uno de los finales más melancólicos de las últimas décadas.
por Leonardo D’Espósito
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