Wednesday 27 de November, 2024

MUNDO | Hoy 07:26

Qué significa este alto al fuego entre Israel y el Líbano

El alto al fuego entre Israel y el Líbano da un respiro temporal, pero deja a Trump el desafío de mediar en un Oriente Medio aún inestable.

El acuerdo de alto al fuego alcanzado entre Israel y el Líbano, que entró en vigor este miércoles tras casi 14 meses de hostilidades, representa un respiro en un conflicto que amenazaba con extenderse por Oriente Medio. Sin embargo, su implementación por un periodo inicial de 60 días plantea una interrogante clave: ¿es esta una solución definitiva o un simple aplazamiento de las tensiones, dejando el problema para la administración entrante de Donald Trump?

El pacto, negociado con mediación de Estados Unidos y Francia, fue aprobado por el gabinete israelí después de un discurso del primer ministro Benjamín Netanyahu, quien justificó la medida como un paso estratégico para redirigir recursos hacia otras prioridades. “Un buen acuerdo es uno que se hace cumplir, y este lo haremos cumplir”, dijo Netanyahu. “Con la ayuda de Dios, estableceremos la seguridad, rehabilitaremos el norte y continuaremos, unidos, hasta la victoria”.

Trump y Netanyahu

Cambio de liderazgo

El alto al fuego establece un cese permanente de hostilidades, aunque con un periodo inicial de implementación de 60 días. En este tiempo, el ejército libanés deberá desplegarse en el sur del país, y las fuerzas israelíes, retirarse de las posiciones ocupadas. Esta pausa permitirá a ambas partes reagruparse, pero también patea el problema hacia adelante, colocándolo en manos del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien asumirá el 20 de enero.

El equipo de Trump fue informado de las negociaciones por la administración Biden, en un ejemplo raro de cooperación en un período de transición política turbulento. Según un alto funcionario estadounidense, aunque los asesores del presidente electo no participaron directamente en las conversaciones, “era importante que supieran lo que estábamos negociando y cuáles eran los compromisos”.

Fotogaleria El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dirige a la nación desde el jardín de rosas de la Casa Blanca en Washington, DC, después de que Donald Trump ganara las elecciones presidenciales

El futuro asesor de seguridad nacional de Trump, Mike Waltz, celebró el acuerdo en redes sociales, atribuyendo el mérito al republicano. “Todos van a la mesa gracias al presidente Trump”, aseguró. Además, envió una advertencia a Irán, principal respaldo de Hezbolá: “El régimen de Irán es la causa de raíz del caos y el terror en la región. No toleraremos el statu quo de su apoyo al terrorismo”.

Desafío por delante

Para Biden, el acuerdo representa un logro significativo en el ocaso de su presidencia. El mandatario destacó que este cese de hostilidades podría allanar el camino hacia una paz más amplia en Oriente Medio. “El anuncio de hoy nos acerca a la visión de un Oriente Medio pacífico, próspero e integrado a través de sus fronteras”, declaró, reiterando su compromiso con una región donde israelíes y palestinos disfruten de igual seguridad y dignidad.

Hezbollah

Sin embargo, el periodo de transición presenta un desafío. Trump, quien en su primer mandato logró avances en acuerdos como los Acuerdos de Abraham, deberá debutar nuevamente como mediador en una región donde las tensiones permanecen latentes. Su administración hereda una tregua que necesitará ser consolidada para evitar un retorno a la violencia, no solo entre Israel y Hezbolá, sino también en Gaza, donde Hamás aún representa una amenaza significativa.

Hezbolá y el acuerdo

El grupo militante Hezbolá ha mostrado escepticismo respecto al compromiso de Israel con el alto al fuego. Mahmoud Qamati, vicepresidente de su consejo político, expresó: “Dudamos del compromiso de Netanyahu, quien nos ha acostumbrado a la decepción. No permitiremos que pase una trampa a través de este acuerdo”.

Fotogaleria Un miembro de las fuerzas de seguridad israelíes hace guardia en una zona acordonada en Kiryat Bialik, en el distrito de Haifa, en Israel, que fue blanco de un ataque del Hezbolá libanés

A pesar de estas declaraciones, tanto Estados Unidos como Francia han asegurado que trabajarán en conjunto con el gobierno libanés, que ahora debe asumir la responsabilidad de garantizar el cumplimiento del acuerdo. Según funcionarios estadounidenses, la retirada de Hezbolá al norte del río Litani, estipulada desde la resolución 1701 de 2006, será clave para evaluar el éxito de la tregua.

El futuro de la región

Este alto al fuego puede ser un paso hacia la estabilización de Oriente Medio, pero su fragilidad es evidente. La sombra del conflicto en Gaza y las tensiones entre Israel e Irán añaden complejidad a un panorama donde cualquier avance diplomático enfrenta múltiples desafíos.

La administración Biden entrega una región en pausa, pero lejos de la paz definitiva. Para Trump, el reto será construir sobre este frágil acuerdo y demostrar nuevamente su habilidad como mediador en una de las regiones más volátiles del mundo.

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Maximiliano Sardi

Maximiliano Sardi

Editor de Internacionales.

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