★★★1/2 El problema de esta versión (más y conscientemente) cómica de la (inconscientemente) cómica serie de TV de los noventa consiste no en ser demasiado absurda sino, justamente, en lo contrario: no serlo en todo momento, lugar y forma. Después de la Starsky & Hutch de Todd Phillips (con Ben Stiller y Owen Wilson, nada menos) y de las dos “Comando especial” de Phil Lord y Chris Miller, la fórmula “riámonos del original” sentó algunas reglas: por ejemplo, reírse siempre hasta el surrealismo. Así en esta “Baywatch” tenemos mucho carisma en la dupla principal integrada por Dwayne Johnson y Zac Efron, dos tipos que han aprendido –y desean– reírse de sí mismos y del rol que les ha endilgado la industria. Pero no pasa por ellos el desacierto sino porque el realizador Seth Gordon tiene altibajos notables a la hora de combinar la acción con la comedia. Como si quisiera todo el tiempo ser prolijo, quedar bien con los fans de la serie, quedar bien con los odiadores de la serie, quedar bien con los críticos irónicos que festejan la burla, quedar bien con el comedor compulsivo de pochoclo, crear un nuevo ícono pop reciclado e iniciar una potencial franquicia millonaria, no va al fondo, no mantiene el tono disparatado que el asunto “detectives sexy en la playa” merece. De allí que los aciertos (los hay) sean más bien parciales y uno salga un poco insatisfecho. Las chicas son lindas y los chicos, simpáticos, eso sí.
por Leonardo D’Espósito
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