★★1/2 No todo drama en un campo de concentración es bueno por el tema que trata, y este es un ejemplo. Aquí un prisionero de Auschwitz encargado de quemar cadáveres descubre uno que puede ser el de su hijo y trata de salvarlo de las llamas. El punto es confundir emotividad y denuncia con golpe bajo. Las actuaciones están muy por encima de la dirección y del guión, lo que le da cierta calidad al film.
por Leonardo D’Espósito
Comentarios