★★★★★ Una de las películas más interesantes de los últimos años, sin dudas. Huppert interpreta a una dura empresaria que es atacada sexualmente en su hogar. Pero aquí es donde la inteligencia irónica del gran Paul Verhoeven se desata: ella comienza un juego de gato y ratón, perverso y genial, con su agresor. Hay dos mundos que se entrecruzan constantemente mientras avanza una arrolladora obra de suspenso que no le da respiro al espectador, que lo asombra y lo manipula para colocarlo ante la duda respecto de sus propios clichés morales. Por supuesto que gran parte del mérito corresponde a la actriz, extraordinaria y perfecta para el rol (aquí parece perfeccionar aquella actuación de “La profesora de piano”). Una de esas películas que ya no se hacen: las que nos entretienen y molestan, las que nos obligan a pensar el mundo y a nosotros mismos más allá de los títulos del final.
por Leonardo D’Espósito
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