Jorge Zorreguieta, empresario y ex funcionario de la dictadura militar 1976-1983, murió esta tarde a los 89 años. Llevaba tres años combatiendo la leucemia, un tipo de cáncer que se produce en la sangre. Estaba internado en Fundaleu, la fundación que investiga sobre esta enfermedad.
Persona no grata: su vínculo con crímenes de lesa humanidad
Zorreguieta proviene de una familia vasca instalada en Argentina desde 1790. Desde el siglo XIX, el apellido Zorreguieta fue prominente en Salta, donde dio varias generaciones de senadores, ministros y funcionarios. Luego, el abuelo de Zorreguieta se fue a Mendoza, y las generaciones siguientes nacieron en Buenos Aires. Todos fueron terratenientes, como Jorge, que tuvo una importante actuación en la Sociedad Rural Argentina durante toda su vida.
Durante la dictadura de Rafael Videla (1976-1981), el padre de Máxima fue nombrado subsecretario de Agricultura, y en 1979, con el ascenso al poder de Roberto Viola en la llamada Segunda Junta Militar de Gobierno, llegó a convertirse en secretario de Agricultura y Ganadería.
Aquellos años en el poder le han pasado factura. Su vinculación con el régimen militar fue la causa de que vetaran su presencia en la boda de su hija con el príncipe Guillermo de Holanda, en 2002: la Casa Real de Orange analizó cuidadosamente su trayectoria y su relación con la junta militar argentina junto a un grupo de historiadores, y como conclusión lo declaró persona no grata. Si bien Zorreguieta no participó directamente en los crímenes de lesa humanidad, a la Casa Real le bastó con que haya sabido de ellos para prohibirle de ahí en más participar de cualquier acto oficial. "El señor Zorreguieta tuvo una posición alta. No podía ignorar lo que ocurría en el país. En posiciones altas, callarse es cada vez menos aceptable. Por la responsabilidad y el cargo que tenía.", dijo el historiador Michiel Baud, quien investigó a Zorreguieta a pedido del gobierno holandés.
La Justicia argentina estuvo investigando el papel de Zorreguieta en el supuesto asesinato de centenares de opositores al régimen que trabajaban en los organismos vinculados a la secretaría de Agricultura. Zorreguieta siempre se ha declarado inocente, y nunca estuvo imputado. En 2009, el Estado le quitó su jubilación de privilegio en virtud de sus lazos con la dictadura.
La despedida de Máxima
Su hija Máxima viajó de urgencia el fin de semana al país y el domingo pasó todo el día en la clínica. Estuvo en todo momento acompañada por sus hermanos. En total son siete: Máxima y los tres menores, Martín, Juan e Inés, son fruto de la relación del empresario con su segunda mujer, María del Carmen Cerruti, 16 años más joven que él. Las tres hermanas mayores, María, Ángeles y Dolores, son hijas del primer matrimonio de Zorreguieta, con la filósofa Marta López Gil. Juan vive en Austria y llegó al país hoy mismo.
No es la primera vez que Máxima realiza un viaje de estas características, alertada por la salud de su padre, quien, a pesar de su avanzada edad, seguía luchando contra el cáncer tres años después de su diagnóstico.
Durante su estadía, la reina fue custodiada por dos agentes de seguridad privados y tres nacionales. Pasó prácticamente todo el tiempo en la clínica.
Máxima había interrumpido sus vacaciones junto a su marido y sus tres hijas Amalia (13), Alejandra (12) y Ariadna (10) , que empezaron el 17 de julio y se alargarán hasta el 23 de agosto. Uno de los posibles destinos sería el Peloponeso, en Grecia, donde hace años compraron una casa de verano en Kranidi por 4,5 millones de euros que antes perteneció al fotógrafo alemán Manfred Rieker.
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