Sensible, espiritual y sexy. El jugador de Vélez, Fabián “Poroto” Cubero, de nuevo dio cátedra de ternura y elegancia. Esta vez, alentado por los suspiros de la platea femenina, lo hizo en el programa que conduce la diva de los teléfonos, Susana Giménez. El ex de Nicole Neumann se animó a participar del sketch de la empleada pública y narró detalladamente cómo le había propuesto matrimonio a la modelo: “Cuando abrió la puerta del ascensor estaba todo oscuro, con todos pétalos de rosas en la escalera y velas a los costados. Cuando llegamos empezaron a tocar música, se veía toda la ciudad de Monterrey (México) de noche, todo iluminado, y ahí en un momento le propuse casamiento”, recordó con un dejo de nostalgia.
Al igual que “Poroto”, son varios los hombres que, con esas mismas cualidades, empezaron a distinguirse hace unos años. Varones que les gusta verse bien y estar a la vanguardia de las nuevas tendencias en moda y estética, pero que no por eso dejan de lado su costado más romántico y sentimental. Los vetrosexuales, como llaman a este nuevo estilo masculino, dejaron atrás al prototipo de hombre de los años 90´, aquellos que sólo se preocupaban de manera frívola por su imagen en búsqueda de lograr una apariencia casi perfecta.
Nuevo Galán. Justamente, el concepto vetrosexual, que se hizo conocido a raíz de un estudio realizado en 2015 por la Universidad de Nottingham Trent en Inglaterra, surge de una combinación de otros estereotipos masculinos: el metrosexual, quien es súper cuidadoso con su look, y el retrosexual, quien mantiene hábitos más tradicionales. “Estos chicos son más conscientes de sí mismos, practican deportes, se preocupan por sus cuerpos, por la moda. Son mucho más conscientes de su imagen y de su salud”, define el profesor Daniel Easters, quien llevó a cabo la investigación.
Dicen los expertos, que a diferencia de otros varones, a los vetrosexuales les preocupa verse bien pero también les interesa el bienestar y preservar su salud físco-espiritual. Como toda persona fashionista, siguen las últimas tendencias y desembolsan un buen dinero para mantener su imagen en el podio de los más codiciados, pero no se dejan arrastrar por la frivolidad que genera correr detrás de la estética, y es por eso que no descuidan su parte interior. Así se muestra Cubero.
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Zoom. El deportista alterna fotos en su cuenta de Instagram donde se lo ve cocinando, disfrutando junto a sus hijas, dando la imagen de un padre amoroso o concurriendo a su estilista. Él mismo, hace unos años, reconoció ocuparse de su imagen. “Me hago depilación definitiva, me perfumo mucho y, en el botinero, llevo ceras para el pelo, jabón líquido y una pasta dental”, confesó el referente del club Vélez Sarsfield. Pero también adujo tener un lado tierno y ser un padre presente: “Me despierto temprano, les hago el desayuno, las peino, les recuerdo que tienen que lavarse los dientes, les pongo protector solar. Cuando estamos en la playa las llevo al agua, hacemos castillitos en la arena, voy siempre detrás de ellas y me gusta estar cerca”, señaló sobre sus hijas. Ese mismo costado sentimental, es el que mostró cuando tuvo que anunciar la separación de su mujer, Nicole Neumann. “Me dolió mucho. Sigo enamorado pero la respeto”, dijo, mientras la alentó a que comience otra relación porque “así puede estar mejor con sus hijas”. Incluso, algunos hombres celebraron en las redes sociales la actitud del futbolista. "En una sociedad machista como la nuestra extraña ver un tipo enamorado como ´Poroto´. Bravo por él y por los tipos que no ocultan sus sentimientos", expresaron a través de Twitter.
Al igual que Cubero, otros famosos también siguen esta tendencia. Pico Mónaco y Christian Sancho son dos de los galanes que actualmente cumplen con los requisitos de este nuevo grupo. Ya en varias oportunidades el novio de la modelo "Pampita" Ardohain mostró su costado dulce. Sus fotos en las redes sociales lo hacen ver como un hombre viril, preocupado por su vestuario, pero, a la vez, esa faceta sensible se vislumbra cada vez que aparece junto a su pareja o con algún sobrino.
Por su parte, Christian Sancho en alguna oportunidad declaró: “Hay que ser muy hombre para aceptar la feminidad masculina”. Cultor del buen físico, Sancho nunca abandonó su lado más sensible.
Tribus. En el afán de ponerle etiqueta a todo, a lo largo del tiempo han ido sucediendo diversos grupos masculinos bajo diferentes nombres. Una vez que pasaron de moda, los narcisistas metrosexuales de los años 90´, aquellos que sólo prestaban atención a su cuerpo para que el espejo les devuelva una imagen perfecta, surgieron los retrosexuales, quienes se cuidaban pero sin perder sus hábitos masculinos. Luego, aparecieron los lumbersexuales, hombres de aspecto fuerte con un look más campestre; los spornosexuales, quienes adictos a las selfies exhiben sus fornidos músculos por todas las redes sociales. Por último, llegó el turno de los vetrosexuales, estos nuevos prototipos que, como Cubero, Mónaco o Sancho, disfrutan verse viriles y vestirse bien, a la vez que demuestran a la sociedad su lado más sensible. Sin duda, con semejantes características, esta nueva tendencia de hombres, que tiene cada vez más adeptos en el mundo, está enamorando cada vez a más mujeres. Dicen, es el arquetipo del hombre perfecto.
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