El surgimiento de YouTube en febrero de 2005 revolucionó los medios de comunicación, y plantó un nuevo paradigma de cómo hacer entretenimiento en la era digital. Al tiempo aparecieron las estrellas de la plataforma, los youtubers, que lograron construir audiencias fieles por millones. Y en algunos casos, facturar millones por esos “puntos de rating”, para los que el canal de videos de Google vende pautas, los pre roll que permitieron que los nuevos social artist tuvieran en ingresos. Pero la fantasía youtuber duró poco. Y con los ajustes en las regalías, los referentes migraron a otras plataformas y abrieron otros canales de negocios.
Monetización
Cuenta la leyenda que a mediados de 2016, un alto ejecutivo de una de las marcas internacionales más importantes, vio un anuncio de su firma en un video que contenía un chiste antisemita, y decidió armar un boicot contra Youtube. En respuesta, la plataforma decidió cambiar las reglas del Programa de Obtención de Ingresos, y se dejó de pagar por aquellos videos que incluían contenido sexual, humor verde, violencia, lenguaje inapropiado, uso de drogas, asuntos controvertidos como conflictos bélicos y políticos, desastres naturales, tragedias, etc. Todo lo que generaba “tráfico basura” según el canal.
Más: "Quiénes son los YouTubers más ricos"
Para los youtubers adolescentes “la llave de mandala se quebro” y varios dejaron de recibir ingresos por sus realizaciones. Y los que ajustaron el estilo perdieron tráfico, y por ende dinero. La queja se convirtió en hashtag mundial #YouTubeIsOverParty (YouTube terminó la fiesta). Y el enojo puso sobre el tapete otra desigualdad previa: los realizadores latinos no tenían el mismo fee por views que Estados Unidos, España y México. "Las vistas provenientes de diferentes geografías monetizan de forma distinta. Entonces, dos creadores en Argentina -o México o EEUU- pueden tener, aun con cifras de suscriptores y vistas similares, un nivel de ingresos muy distinto", explica a NOTICIAS María Florencia Sabatini, Gerente de Comunicaciones de Google.
“Las regalías de YouTube nunca han sido equitativas, y el cambio en los ingresos es cierto que afectó, pero también sirvió para repersar y buscar un camino por donde ir”, cuenta José Alfredo Pérez Salazar, el youtuber conocido como “Pepe Problemas”.
“Si un youtuber tiene una masividad miles de visitas diaria, puede sacar mayor provecho con publicidades, libros o consiguiendo que le patrocinen el canal. En mi caso, vivo de las visitas pero porque soy bastante flojo. Si me proponen alguna campaña, lo pienso dos veces. Suelo hacer algo cada seis meses. Pero se puede vivir de las views”, le cuenta a NOTICIAS el salvadoreño Fernanfloo, que superó los 24 millones de seguidores en su canal.
"En abril de este año, anunciamos una actualización en la política de monetización que establece que un canal debe alcanzar 10.000 vistas para comenzar a monetizar. Una vez superado ese umbral, los videos monetizan de la misma forma", refuerza Sabatini, de Google.
“Perfectamente un joven puede vivir haciendo videos para Youtube, así como también se puede vivir de hacer contenidos para Instagram. Hay artistas que empezaron de cero y hoy viven de los que les paga Youtube”, refrenda José Luis Massa, fundador y CEO de Club Media Network.
Festival
Entre las alternativas que surgieron para buscar nuevos ingresos, el paso al escenario fue una de las principales. En solitario o en modo festival, con ingresos mixtos de público y sponsors. En Argentina, Club Media Network fue quien primero vio el negocio. Y organizó en 2015 el primer “Club Media Fest”, en el que conviven youtubers, social artists, influencers y vloggers que realizan shows en vivo y “meet and greet” (encuentrso vip personalizados) para sus fans. Más de 90 mil personas convirtieron al testeo en un fenómeno que se expandió a Chile, Colombia, México y Perú (al listado se sumará Paraguay el 21 de este mes).
Más: "Festival youtuber: De la webcam al estrellato"
Los “internacionales” ElRubius, Mangel, Alexby, Fernanfloo, Luzu, Elvisa, Celopan y Yellow Mellow, forman parte del elenco más o menos estable de los shows, junto a los argentinos Kevsho, Coscu, Acido MC, Orni y Romi Dinamita. El team de estrellas que el “Club Media mostró en México en su última cita: entonces unos diez mil fans –de entre 12 y 20 años– colmaron el aeropuerto en DF, cortaron calles y acamparon en el hotel por días, revolucionando por completo la ciudad (sin exagerar, un fenómeno similar a la beatlemanía). “La esencia del festival está en mostrar a esta nueva generación de artistas. Crece de país a país y hay 100 millones de jóvenes que se enteran a donde será el nuevo evento”, asegura Massa, CEO de Club Media.
Booktubers
En Argentina el año pasado, cinco de los libros más vendidos en la categoría "literatura juvenil" fueron escritos por youtubers: “Virtual Hero” y “El libro del Troll” (ambos de El Rubius); “Wigetta”, de Vegeta777; “Chupa el perro”, de Germán Garmendia; y “Luna de Plutón”, de Dross. Para los que dudaban si la masa adolescentes que se vió en la pasada Feria del Libro de Buenos Aires se traducía en iongresos.
“Para mi más que un negocio, el libro es una oportunidad. Fue un ofrecimiento de la editorial y coincidió en que era mi sueño. El libro te prestigia”, explica a NOTICIAS el español Víctor Mélida Cambra, reconocido por su canal ByViruzz, autor de la trilogía “Choque de titanes”. “Yo si quisiera hacer negocio haría remeras, no libros, pero me gusta la literatura”, se suma Pérez Salazar (su canal, con 2.6 millones de suscriptores, es uno de los que pisa fuerte en México).
Actuado
Este año la cartelera teatral porteña tuvo su nicho “social artist” con obras como “El círculo”, “Youtubers en acción”, y “Challenge y Original, laboratorio de clones”, que debutaron en calle Corrientes e hicieron luego sus giras por el interior del país.
Más: "Influencers, los creadores de una nueva fama"
Los más notables de la movida venían además con una pata televisiva. Grego Rossello, panelista en “Polémica en el bar”, tuvo su paso por el Gran Rex (sábado 23 de septiembre) con “Ridículo”, su unipersonal de stand up. Y Julián Serrano, que ahora integra el elenco de “Golpe al corazón”, llenó en julio dos funciones del teatro Opera con su show "Esta es mi historia". Eso es lo que puede un canal de YouTube con más de 200 millones de reproducciones, 2.3 millones de suscriptores, y 1,5 millones de seguidores en Twitter y más de 2 millones en Instagram.
Marcas
Cada vez son más las firmas que optan por dejar de lado a los famosos para volcarse a los influencers. Los costos y el alcance (logran acercanse a la audiencia de un modo innovador), son las principales razones. Y en ese pelotón aparecen los youtubes, que para completar el combo cruzaron a otras redes.
La firma estadounidense Tomoson reveló recientemente que el 59% de las empresas ha aumentado el presupuesto destinado al marketing con influencers durante el 2016, siendo este tipo de difusión el canal de adquisición de clientes que más rápido ha crecido. En España, marcas como Sony Pictures, Hyundai, Nike, Coca-Cola, McDonald's, Microsoft se sumaron en 2016 a la nueva ola. Lo que motivó este año la misma estrategia para Latinoamérica y Argentina. Así, Pablo Agustín y Bárbara Martinez, realizadores del canal “Bajo Ningún Término” (1.2 millones de seguidores) protagonizaron junto a Micaela Suárez (1.7 millones) una importante campaña de la mano de Coca-Cola. Y Kevsho, Agustina Papry Suásquita y María Becerra hicieron lo mismo con Fanta. Y estos son tan solo algunos ejemplos.
por Hernán Soto
Comentarios