El género de espionaje vive una edad dorada en el streaming, con plataformas que apuestan por producciones ambiciosas protagonizadas por estrellas de renombre para cautivar a audiencias globales. Desde thrillers políticos hasta series cargadas de acción, las ficciones de espías se han convertido en un fenómeno gracias a su capacidad de combinar intriga internacional con dilemas personales.
Amazon Prime Video es una de las plataformas más comprometidas con la expansión del género, y lo ha logrado principalmente con la serie Citadel. Esta ambiciosa franquicia creada por los hermanos Anthony y Joe Russo se ha convertido en uno de los títulos más destacados de la plataforma, no solo por su magnitud, sino también por su enfoque innovador. La serie original, protagonizada por Priyanka Chopra Jonas y Richard Madden, presenta a agentes cuya memoria ha sido borrada, enfrentando un pasado oscuro mientras se desplazan por diferentes rincones del mundo en misiones de alto riesgo.
El éxito de la serie madre llevó a la creación de spin-offs, como Citadel: Diana, que ya ha debutado en Prime Video. Ambientada en Milán en 2030, cuenta la historia de Diana Cavalieri (Matilda De Angelis), una agente encubierta atrapada en las líneas enemigas del sindicato Manticore. La trama se desarrolla en un contexto marcado por la caída de la agencia global de espionaje Citadel y la lucha por la supervivencia de sus miembros.
Otro de los grandes hits recientes dentro rubro es “The Agency” (recientemente estrenada en Amazon), que se inspiró en la serie francesa “Le Bureau des Légendes”, y combina una intrincada narrativa con realismo y enfoque humano. La serie, protagonizada por Michael Fassbender sigue a un espía de la CIA recién retirado tras una misión encubierta de seis años. El agente "Martian" deberá enfrentarse ahora a la desconfianza de sus superiores (interpretados por Jeffrey Wright y Richard Gere) y a la de su propia exmaneja (Katherine Waterston).
Lo que distingue a “The Agency” de otras series de espionaje es su capacidad para equilibrar acción con un análisis profundo de los conflictos éticos y las estructuras burocráticas dentro de la CIA. Los guionistas Jez y John-Henry Butterworth, conocidos por su trabajo en películas como “Ford v Ferrari”, logran una narración que no solo está llena de giros inesperados, sino que también ofrece una mirada más matizada y menos glamorosa del mundo del espionaje.
Por el lado de Netflix en tanto, la remake de “El Día del Chacal” ha sido otro de los estrenos destacados del año. Esta nueva versión, protagonizada por Eddie Redmayne, le da un giro al personaje clásico del asesino despiadado. Si bien el personaje sigue siendo igual de preciso y mortal, la serie lo presenta de una manera más humana, mostrando una faceta desconocida: tiene familia (la bellísima Úrsula Corberó).
Redmayne, aunque inicialmente limitado por una prótesis, logra transmitir la frialdad y el cálculo del Chacal, mientras se enfrenta a la persecución de los servicios secretos europeos, con un MI6 al mando de Bianca (Lashana Lynch). La trama mantiene el suspenso al estilo de James Bond, pero sin perder de vista el enfoque en las emociones y las relaciones personales de los personajes.
Por otro lado, “Slow Horses” continúa siendo una de las series más destacadas en el universo de espías. La cuarta temporada mantiene su excelente nivel de narración, profundizando en las vidas de los agentes marginados del MI5, liderados por el mordaz Jackson Lamb, interpretado por Gary Oldman (puede verde en Apple). Y Disney+ acaba de estrenar la segunda temporada de “The Old Man”, protagonizada por Jeff Bridges: la serie continúa desarrollando una trama llena de intriga internacional, con un enfoque profundo en los dilemas personales y familiares de sus personajes.
La historia sigue a un exagente de la CIA que debe enfrentarse a su pasado oscuro.Y la trama se traslada a Afganistán, donde entre Bridges y su coprotagonista, John Lithgow, explotan su dinámica del duro y el cerebral, dos padres adoptivos que buscan recuperar a la hija que ambos le robaron a un terrorista.
Por el mundo
No todas las series de espías son exclusividad de las usinas estadounidenses. “Fauda” (Netflix), por ejemplo, es una serie israelí que se ha destacado por su realismo y tensión. En sus tres temporadas, la trama sigue a Doron, un agente israelí retirado que se ve obligado a regresar al campo de batalla para capturar a un activista palestino que, aparentemente, había muerto en una operación anterior.
Entre las locales, por otro lado, destaca “Iosi, el espía arrepentido” (Amazon Prime Video) que sigue a un agente de los servicios de inteligencia argentinos que durante los años 90 se infiltra en la comunidad judía y se ve involucrado en una serie de atentados terroristas. Esta miniserie de suspenso y drama examina los dilemas morales de un hombre atrapado entre su lealtad a un régimen y su conciencia.
Las series nórdicas también han marcado su territorio dentro del género de espionaje y thriller. “Kalifat” (Netflix), un thriller sueco, se sumerge en temas de terrorismo islamista y radicalización, pero lo hace con una sensibilidad que evita caer en estereotipos. La historia sigue a Fátima, una agente que descubre un atentado en preparación, y a su confidente en Siria, en una narrativa que explora la dicotomía entre dos mundos.
Y “Furia” (Filmin) es una producción danesa que combina espionaje con un fuerte componente político. Dos agentes infiltrados deben desmantelar una célula terrorista que amenaza con desatar una serie de atentados en Europa.
Adaptaciones
Muchas de las series como vemos, vienen de sagas famosas dedicadas al espionaje. Una de las adaptaciones más recientes es “Citadel” (Amazon Prime Video). Pero también esta “Jack Ryan” (Amazon Prime Video), basada en los libros de Tom Clancy y su personaje, un recurrente del cine: “La caza del octubre rojo”, “Juego de patriotas” y “La suma de todos los miedos”, entre otras muchas.
“La chica del tambor” (Movistar+) es una miniserie británica basada en una novela de John le Carré, maestro del espionaje literario. La trama se ambienta en los años 70 y sigue a Charlie, una joven actriz que es reclutada para espiar a un líder terrorista palestino. Con una narrativa psicológica y un trasfondo del conflicto palestino-israelí, destaca por su profundidad emocional y sus giros inesperados.
Por su parte, The Looming Tower, es una miniserie británica que profundiza en los eventos previos al 11 de septiembre y en la rivalidad entre la CIA y el FBI. Basada en el libro de Lawrence Wright, la serie ofrece una mirada detallada a los esfuerzos de los servicios de inteligencia estadounidenses para combatir la amenaza de Al Qaeda, revelando las fallas y disputas internas que precedieron el trágico atentado. Con una narrativa tensa y un enfoque en el espionaje político, "The Looming Tower" es un retrato fascinante de las intrincadas relaciones entre agencias de inteligencia.
Híbridos y clásicos
Entre las ficciones más populares de espías se encuentra “The Americans” (Disney+), que sigue a un matrimonio de agentes de la KGB en pleno apogeo de la Guerra Fría. Con seis temporadas, la serie explora la lealtad, el sacrificio y el impacto del espionaje en las vidas personales de los protagonistas. También está Shooter (Netflix), basada en la novela de Stephen Hunter, que si bien no es una serie de espías tradicional, presenta a un ex francotirador retirado que se ve envuelto en un complot para asesinar al presidente de EE.UU.
Por último, Homeland (Disney+), una de las grandes series de espionaje de la televisión moderna, ofrece una profunda reflexión sobre la lealtad, la moralidad y el terrorismo. Con su mezcla de intriga política y suspense, "Homeland" ha sido aclamada tanto por su narrativa compleja como por las interpretaciones de sus protagonistas, Claire Danes y Damian Lewis.
En conclusión, el género de espionaje en las plataformas de streaming ha evolucionado para abarcar una gama diversa de enfoques, desde los clásicos thrillers de espionaje hasta complejas tramas de terrorismo y conspiraciones políticas. Con producciones provenientes de diferentes partes del mundo, desde Israel hasta Escandinavia, y adaptaciones de grandes novelas literarias, hay opciones para todos los gustos, siempre con ese toque de tensión y misterio que mantiene al espectador alerta. Sin duda, el espionaje nunca pasa de moda.
por R.N.
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