★★★★ Esta comedia (negra, muy negra) narra la locura de una mujer que presencia el asesinato de su esposo y, de allí en más, cree ser el personaje de la telenovela de la que es fanática, mientras los asesinos siguen su pista. Neil LaButte retuerce la trama hasta sacarle momentos de gran drama, casi trágicos, que desconciertan absolutamente incluso si se trata de una sátira (bueno, no toda sátira es cómica, pero eso requiere otro texto...). Lo más increíble es no sólo el trabajo de Zellweger –sin duda de lo mejor de su carrera, más allá de que esta película no se estrenó en muchos países, incluyendo el nuestro– sino la cómica y siniestra pareja de sicarios que interpretan Morgan Freeman y Chris Rock, bastante alejados de lo que suelen hacer en la pantalla. Por momentos es una película muy incómoda, por otros, desopilante: pero lo mejor es cuando ambos colores aparecen a la vez.
por Leonardo D’Espósito
Comentarios