★★★★★ William Friedkin es uno de los mayores cineastas de la generación de los setenta en los Estados Unidos. Su obra es mucho más que “Contacto en Francia” y “El exorcista”. En los ochenta, realizó varios films importantes, entre los que se destaca esta historia de un falsificador magistral (Dafoe) y un detective que lo busca por todas partes (Petersen). Pero Friedkin no se queda en el cliché y hace de ese Los Ángeles una verdadera imagen del infierno donde todos los personajes poseen y son poseídos por otros. No hay auténticos héroes, sino un mundo que, a pleno sol –un sol incendiario– muestra lo más salvaje de la naturaleza de los personajes. El realizador, además, comete una audacia absoluta, incluso logra superarse con una persecución automovilística. Friedkin es un realizador apocalíptico y finalista que no le concede respiro al espectador. Esta película está a la altura de sus obras maestras conocidas
por Leonardo D’Espósito
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