María Fernanda Inza está con el PRO desde el 2007. José Torello, hoy jefe de asesores de la Nación, se la había presentado a su compañero del Newman y actual secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, y de la mano de este creció en el armado. La década que pasó en el espacio se evaporó en minutos, cuando María Eugenia Vidal la citó horas antes de la conferencia del miércoles 18 y le notificó que había decidido apartarla. Fue un baldazo de agua fría para la mayoría del Gabinete y para Inza, que había sido nombrada como Contadora General bonaerense sólo cinco días antes y no se imaginaba que el puesto iba a durar poco. El escándalo por los aportes truchos para la campaña 2017 se cargó su primera víctima y amenaza con crecer, a la vez que dejó una inquietante seguridad para el Gobierno: al barco de Vidal también le entra agua.
Cambiemos. “Ninguna campaña se financia sólo con aportes privados. Como la ley no permite la contribución de empresas y fija límites al aporte de las personas -en el 2015 era de tres millones de pesos-, es imposible financiarlas sin buscar un hueco legal. Y cada campaña cuesta cinco veces más de lo que se blanquea”, dice un funcionario que organizó parte de la última contienda electoral. “El problema fue que, en cambio de poner que los aportes lo hizo alguien de confianza, agarraron el nombre de varios cuatro de copa esperando que no salte. Algún vivo se quiso quedar un vuelto”. La investigación de “El Destape” reveló que en la campaña de Cambiemos en la Provincia hubo, al menos, $2 millones que fueron truchos: esas contribuciones salieron de personas que no sólo no estaban al tanto sino que en muchos casos ni poseían el dinero que supuestamente habían aportado.
El tema creció al punto que Vidal decidió echar a Inza, que fue la tesorera del partido durante esas elecciones. “Había que mostrar una señal fuerte”, explican desde la Provincia. ¿Es culpable? “Esto va a ir a la Justicia. Pero Inza sólo ponía la firma de los aportes. Confíamos en ella, pero había que descomprimir”. Desde ese lugar dicen que les dolió la decisión: a Inza la une una buena relación con la gobernadora, de quien es secretaria desde fines del 2016. Hasta entonces, la hincha de Racing se desempeñaba como jefa de gabinete de Clusellas, además de haber sido interventora del PRO en el 2015. En el mundo académico es reconocida: abogada de la UBA, dio clases durante diez años en Económicas donde cultivó una buena relación con Emiliano Yacobitti, actual vicedecano y hombre fuerte de la UCR, partido de donde ella surgió. Inza es muy activa en las redes, desde donde llena de elogios a la actriz Lizy Tagliani. “Es muy buena onda, me vino a ver muchas veces al teatro", dice Lizy. El futuro de Inza es gris: aunque dejó a su equipo en la Secretaría -“es entendible la decisión", les dijo el miércoles a la noche, cuando se quedó hasta las 22 para “preparar el recambio”- ella volvió a su casa mientras el escándalo sigue latente. ¿Lo peor ya pasó?
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