Skyline de la ciudad de Doha, con el contraste de las embarcaciones típicas en el mar. (Gentileza Years of Culture, Qatar)

“Años de cultura”: La alianza que en 2025 asoció a Argentina con Qatar

El programa de Qatar “Years of Culture” eligió a nuestro país para un intercambio de experiencias creativas. En qué consistió la propuesta.

Qatar tendrá por siempre un lugar de privilegio en el corazón de los argentinos por haber sido la sede del Copa Mundial en 2022. Pero en 2025, este pequeño estado situado en el Golfo Pérsico consolidó aún más las relaciones con Argentina asociándola a uno de sus programas internacionales más importantes: “Years of Culture” (Años de Cultura). A través de “Years of Culture”, durante 12 meses, uno o más países del mundo crean con Qatar una alianza de intercambio, capacitación y apoyo en todas las áreas del campo cultural. Esta propuesta de colaboración y amistad que nació en 2012, cuando Qatar fue designado sede del Mundial 2022, ya ha tenido como socios a naciones tan centrales como Japón, Brasil, China, Estados Unidos y Francia, entre otros.

Este año, Argentina y Chile fueron los países elegidos por “destacar la perdurable influencia árabe en América Latina. Las grandes diásporas árabes en estos países han enriquecido su tejido social, lo que ha facilitado el intercambio en gastronomía, idioma y valores. Qatar y Argentina, con cinco décadas de relaciones diplomáticas, comparten economías complementarias y fuertes lazos comerciales”, tal como lo expresa la comunicación oficial de las autoridades qataríes.

Cuáles han sido los capítulos más importantes de esta asociación y cuál es el peso que las acciones culturales tienen en la imagen de Qatar hacia el mundo, lo explicamos en esta nota.

 

Cultura e identidad

 

Antes de seguir consignamos algunos datos básicos sobre Qatar. El país es una pequeña península de 11.437 km2 que limita por tierra con Arabia Saudita. Tiene una población 2,8 millones de personas, de las cuales sólo el 15 por ciento son qataríes autóctonos. Posee la tercera reserva de gas más grande el planeta que, junto con el petróleo, es la fuente de riqueza principal del país. Qatar ostenta uno de los PBI per capita más altos del mundo. Hasta 1971 fue un protectorado inglés. Hoy su sistema de gobierno es la monarquía. El emir actual es Tamim bin Hamad Al Thani. La capital, Doha, concentra la mayor parte de las actividades económicas y culturales del país.

Los especialistas hablan de “soft power” cuando se refieren a las iniciativas que el gobierno de Qatar sostiene para entrar en relación con el resto del mundo. Una estrategia que se enfoca en la cultura, la información, el deporte o la educación, entre muchas otras actividades sociales, para crear lazos con otros países. La realización de la Copa en 2022 fue para Qatar un paso muy importante dentro de esta estrategia.

El organismo estatal Qatar Museums concentra la mayor parte de las acciones culturales del país y tiene al frente a Sheikha Al Mayassa Bint Hamad Bin Khalifa Al Thani, hermana del Emir. Bajo su órbita se concentra toda la programación de los fabulosos museos de Qatar y también de instituciones creativas y educativas como el Doha Film Institute, Reach Out to Asia y Qatar Leadership Centre. Qatar Museum está a cargo tanto de las actividades culturales más formales (muestras, exhibiciones, etc) como del cuidado del patrimonio y el desarrollo de industrias creativas, festivales y programas públicos.

Por ejemplo, en noviembre, se realiza el Festival Internacional de Cine en Doha y acaba anunciarse para febrero la primera edición de Art Basel de Qatar. Ambas están bajo la órbita de Qatar Museums.

Decidida a convertirse en una de las capitales culturales del mundo, Doha concentra la mejor arquitectura imaginable, con edificios realizados por los creadores más destacados de la actualidad. En muchos de ellos, la actividad cultural alcanza los mismos estándares, atrayendo a los principales artistas del mundo.

El Museo Nacional de Qatar es una de esas construcciones memorables. Realizado por el arquitecto francés Jean Nouvel e inspirado en una rosa del desierto está realizado alrededor de la construcción original, que este año cumple 50 años, y recorre la historia del país, desde sus orígenes hasta hoy. Con inmensos salones inmersivos que cuentan con la tecnología más avanzada, recorrer este museo es una experiencia educativa entretenida y ágil. A raíz de su aniversario, su muestra principal por estos días recorre su propia historia como depositario de la identidad cultural de un pueblo.

Otro edificio emblemático es el Museo de Arte Islámico (MIA), que contiene una de las mejores colecciones del arte y la historia del Islam y está emplazado en una construcción excepcional. La obra fue realizada por el famosos arquitecto chino-norteamericano I.M.Pei (creador de la pirámide del Louvre), a quien en 2025 la institución rinde homenaje con una retrospectiva extensa y detallada.

Mathaf, Museo Moderno de Arte Árabe, exhibe la más grande colección de arte árabe contemporáneo del mundo pero alberga también a otros importantes artistas actuales. El argentino Gabriel Chaile inaugurará muy pronto una instalación allí. El arquitecto francés Jean-François Bodin es el responsable del edificio que fue reconstruido a partir de una antigua escuela.

El 321 Museo Olímpico y de los Deportes relata con su colección la historia deportiva de la región. Tiene la particularidad de estar conectado al estadio Khalifa, con el cual conforma un conjunto arquitectónico de alto impacto. Es obra del español Joan Sibina. Actualmente exhibe una muestra sobre la evolución del calzado deportivo, desde la más antigua zapatilla hasta las piezas fashion preferidas hoy por los más jóvenes.

Vale la pena mencionar otros dos edificios en Doha que unen el interés cultural con la excelente arquitectura. La sede de M7, organismo que impulsa el diseño de moda, fue creada por el arquitecto qatarí Ibrahim Al Jaidah. Sus exhibiciones rescatan la historia y el trabajo de los mejores diseñadores de la región. Por otra parte, el mismo arquitecto convirtió una antigua estación de bomberos en centro de exhibición para artistas en residencia. Se trata de Fire Station, uno de los espacios más jóvenes y descontracturados de la ciudad. .

Fuera de Doha, el arte también se apodera del desierto en dos instalaciones excepcionales. Cuatro inmensas placas de acero creadas por el artista norteamericano Richard Serra son un hito en el paisaje de la reserva natural de Brouq, cerca de Zekreet, a 80 km. de Doha. El nombre es "Este-Oeste/Oeste-Este", significativa descripción de un planeta que busca reunir todas sus coordenadas.

La bellísima “Sombras que viajan en el mar del día”, instalación del artista danés Olafur Eliasson, al norte de Doha, mezcla acero y espejos para imaginar nuevas imagenes con cada paso del espectador. Sus intenciones con este trabajo, según declaró Eliasson, fueron realizar una obra que creara conciencia, más que mil palabras, sobre el estado del planeta.

Con un nivel de excelencia sostenido, Qatar invita al resto del mundo a un diálogo en el que la cultura sea un puente por sobre las diferencias. A esa comunicación se sumó Argentina en 2025.

 

 

El año de Argentina

Con una importante muestra en el Museo Nacional de Qatar, Malba inició el año de “Years of Culture” en los primeros meses de 2025. Con el nombre “Latinoamericano”, el museo creado por Eduardo Costantini llevó a Medio Oriente la exhibición más grande de arte latinomericano que se había visto hasta entonces en la región. Obras de Frida Kahlo, Antonio Berni, Wilfredo Lam, Diego Rivera y Xul Solar, entre muchos otros, viajaron a Doha para una recepción muy interesada del público local.

Otra actividad importante de este año fue liderada por la Biblioteca Nacional qatarí y su iniciativa Qatar Reads, un programa que se propone ampliar los alcances de la lectura, en especial, en la infancia. Junto al Gobierno porteño, realizó una edición especial en español de la colección de fábulas árabes “Kalila wa Dimna” que se distribuyó en bibliotecas y escuelas del país. Además, en la Biblioteca Ricardo Güiraldes, una exhibición con las pinturas que ilustran el libro realizadas por la artista qatarí Wadha Al Athba completó la propuesta.

En septiembre, la Orquesta Filarmónica de Qatar se presentó en el Teatro Colón con un repertorio que incluyó piezas de Piazzolla y Dana Al Fardan. También en septiembre, jóvenes de Qatar, Argentina y Chile se reunieron en la Usina del Arte convocados por Doha Debates para intentar responder a la pregunta “¿Cómo debemos reinventar la ciudad?”. El encuentro sirvió para pensar las posibilidades de convivencia en un mundo cuya población es cada vez más urbana.

La iniciativa CultuRide involucró en octubre a un equipo de ciclistas para recorrer 500 km. entre Chile y Argentina invitando a los aficionados locales a sumarse a la travesía.

También en octubre la diseñadora argentina Valentina Musa abrió una tienda pop-up en M7, la institución qatarí que promueve el diseño de moda, en el centro de Doha.

En el parque del Museo de Arte Islámico, dentro del marco de Qatar Creates Week, una muestra interactiva montada por el creador tailandés Rirkrit Tiravanija rindió homenaje a la performance de 1972 del artista conceptual argentino Víctor Grippo. La perfomance que sirvió de inspiración fue “Construcción de un horno popular para hacer pan” y como en 1972, en Doha se repartió pan a los espectadores reunidos para conocer la instalación.

Los espacios públicos de Buenos Aires y de Doha serán escenario hasta fin de año del montaje de murales que realizarán artistas qataríes y argentinos. En diciembre, Gabriel Chaile exhibirá una de sus características esculturas de barro de gran tamaño en el museo Mathaf de Doha, para celebrar su aniversario.

Uno de los contactos más importantes de la cultura qatarí con la de Chile, tiene a su arquitecto Alejandro Aravena como protagonista. Se trata de la creación del Art Mill Museum que se encuentra actualmente en construcción y que albergará una excepcional colección de arte moderno internacional. El edificio tendrá 80.000 m2 y abarcará todas las expresiones del arte, desde el cine al diseño.

Un intercambio fluido que además incluye al mundo del deporte y el de las pequeñas industrias, es la principal propuesta de “Years of Culture”. El año ya termina pero el diálogo iniciado por artistas, empresarios y emprendedores dejará acuerdos e inquietudes que fortalecerán los vínculos en el futuro.