Javier Milei y los medios
Expresa con su lengua de furia el hartazgo popular ante el fracaso de las dos grandes coaliciones y una expectativa de cambio radical: “es un deseo de shock”.
Surgido de las entrañas mismas del capitalismo contemporáneo (la consultoría económica y los sets de televisión), Javier Milei trepa auspiciado por los grandes medios de comunicación, que encontraron en él una figura capaz de seducir a audiencias cada vez más amplias, y probablemente también por un sector del peronismo, que con esas gambetas tácticas que aman algunos políticos creyó que perjudicaría a Juntos por el Cambio. Si al principio puede haber sido así, hoy ya está claro que Milei crece sobre todos los territorios políticos.
Pero nadie “crea” un político. Los políticos pueden coachearse, guionarse y transfomarse, por supuesto: el proceso de desdiabolización que terminó con Georgia Meloni al frente del gobierno de Italia y el que intenta Marine Le Pen en Francia son buenos ejemplos. Quizás Macri se haya convertido en Mauricio, pero los políticos no se manufacturan. Alcanza con observar la romería de su entorno para entender que hay menos profesionalismo que entusiamo detrás del ascenso del libertario.
Como Fernando Burlando, Milei atrae por un look imposible que irrumpe desde la pantalla y un discurso en el que el desborde se combina con la tecnojerga experta, sea la del derecho o la econometría. Milei, a esta altura cualquier productor de televisión lo sabe, es garantía de buen rating, lo que genera tensiones entre los dueños de los medios, que preferirían un candidato más confiable subiendo en las encuestas, y los directores de sus propios canales, que quieren ganarle a la competencia. Hay políticos que miden pero no tienen votos, como Elisa Carrió o Luis D Elía. Milei, como Burlando, mide. Hay que esperar para comprobar si además, como Donald Trump, tiene votos.
No pareciera que fuera a apagarse. Milei expresa con su lengua de furia el hartazgo popular ante el fracaso de las dos grandes coaliciones y una expectativa de cambio radical: Milei es un deseo de shock.
* Director de Le Monde diplomatique
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