Hace unos días crucé en una placita porteña a un grupo de abandonados de la vida, intoxicados al punto que la mañana los encontraba a ras del piso. Al pasar escuché a una chica que increpaba a uno al grito de “Vos no te hagás el gil que llamo al 144 y vienen las niunamenos y te matan a palos”. Desde entonces ando cavilando si ese comentario habla bien de la comunicación que tuvo los últimos tiempos el tema de la violencia de género, o de lo contrario.
En tiempos en que la imagen es todo, se acuñó la expresión “visibilización” de un tema, de un colectivo social, para referirse al hecho de ser mostrado en los medios como supuesto remedio de las injusticias sociales. Pero la información es algo más complejo que la mera mostración, como plantea la anécdota de esta chica que interpretó que la línea de asistencia contra la violencia doméstica era un servicio comando dispuesto a ajusticiar a golpes a cualquier violento.
Muchos medios justifican su oferta de noticias morbosas con la excusa de estar contribuyendo a la solución de los males contemporáneos. Pero la mayoría apenas si las usan de carnada para atraer audiencias cada vez más esquivas y más superficialmente informadas. Desde que los medios son medios andan revolviendo en las pantallas la miseria humana en nombre de las grandes causas, con dispares resultados. Porque no es lo mismo mostrar que informar. Aunque la confusión reinante insista en usarlos como equivalentes.
*Especialista en medios.
por Adriana Amado Suárez*
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