Una particularidad de la cartelera porteña de los últimos años es la aparición de algunos dramaturgos que rescataron las raíces de la tragedia griega para trasplantarlas bajo los ombúes de nuestra llanura. Es así como ciertas obras contribuyeron con historias que transcurren en parajes rurales, aunque permiten al espectador urbano verse reflejado en sus conflictos. “Lote 77” de Marcelo Mininno expuso los abrumadores mandatos sociales que implican ser hombre; “El corazón del incauto” de Patricia Suárez y Sandra Franzen, en elogiada puesta de Alejandro Ullúa, fue un poco más allá de lo establecido al emplazar, dentro del paisaje campero, el tema del travestismo; “En la huerta” de Mariana Chaud se vinculaba íntimamente un paisano con su patrón. En “Gurisa” sucede algo semejante, si bien se trata de una historia más apoyada en imágenes que en palabras. La propuesta refleja la parodia de un romance en una estancia pampeana donde todos los roles femeninos están representados por varones. Dentro de la casa, habitada por arruinados terratenientes, una hija se debate entre la educación y sus instintos. Atraída por un peón sin escrúpulos es cercada por la miseria cuando pierde a su madre quien muere sin revelar dónde escondió los pocos pesos que atesoraba. La muchacha reclama la presencia de su hermanastra, casada con un pintor inglés, también en bancarrota, para decidir qué hacer con las tierras de la familia.
El texto, fragmentado y plasmado en cuadros sugerentes, busca agudizar los sentidos del público para completar el argumento. Castiñeiras (excelente mimo a quien puede verse en “Séptimo día”), dirige con gran manejo del movimiento corporal al elenco de seis actores, homogéneo y de muy buen desempeño. Vale la pena resaltar las interpretaciones de Francisco Bertín (La Humita) y Nicolás Deppetre (La Marica). En los rubros creativos se destacan la música original de Javier Estrin, el vestuario de Daniela Taiana y la iluminación de Omar Possemato. Con sencillas lámparas de mano y luz al ras del piso logra calidez para esas sombras de un linaje que se extingue.
“Gurisa” escrita y dirigida por Toto Castiñeiras. Con Francisco Bertín y elenco. Portón de Sánchez, Sánchez de Bustamante 1034.
por Jorge Luis Montiel
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